Macron nombrará a un nuevo primer ministro en "48 horas" tras la salida oficial de Lecornu
Con su renuncia, el primer ministro más efímero de la historia reciente de Francia da un paso al lado y deja en manos del presidente la tarea de recomponer un Ejecutivo
El primer ministro saliente francés, Sebastien Lecornu, pronuncia un comunicado en el patio de Matignon. (EFE/STEPHANIE LECOCQ)
El presidente francés, Emmanuel Macron, nombrará a un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas. Así lo ha confirmado el Elíseo apenas dos horas después de que el ex primer ministro francés, Sébastien Lecornu, confirmara su dimisión en el informativo France 2. En su intervención televisiva, Lecornu recomendó a Macron que descartara, por ahora, la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas y que nombrara a un nuevo jefe de Gobierno en las próximas 48 horas. De confirmarse su nombramiento, sería el cuarto primer ministro designado en poco más de un año.
Según Lecornu, aún existen "posibilidades reales de acuerdo" que podrían permitir estabilizar la situación política en Francia tras días de máxima tensión."Hay una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional que rechaza la disolución", afirmó. "Siento que todavía es posible encontrar un camino" y "puedo decirles que no es el momento de cambiar al presidente de la República", indicó. Aseguró, además, que, si sigue su consejo, Macron recibirá en los dos próximos días a los líderes políticos para "afrontar las últimas negociaciones" y "evaluar la relación de fuerzas" de cada uno, antes de elegir el nuevo jefe del Gobierno.
Con su renuncia, el primer ministro más efímero de la historia reciente de Francia —27 días en el cargo y menos de 14 horas con un gabinete oficialmente constituido— da un paso al lado y deja en manos del presidente la tarea de recomponer un Ejecutivo. Su marcha abre un enésimo nuevo capítulo de incertidumbre en un país al borde del bloqueo institucional y con una clase política cada vez más fragmentada.
Tras esta decisión, ha cobrado fuerza la posibilidad de que —tras haber nombrado a tres primeros ministros procedentes de la derecha y el centro— el presidente opte ahora por uno de origen izquierdista, tal como reclaman socialistas, comunistas y ecologistas. En este contexto, Lecornu advirtió que "todo el mundo tendrá que moverse".
La prioridad, reiteró, debe ser el presupuesto para 2026, porque de él depende, dijo, "la credibilidad de Francia" y "el bienestar de los ciudadanos". Consideró que el borrador que él presentó ya no está de actualidad y que será el nuevo primer ministro y su Gobierno quien presente uno nuevo lo antes posible.
El primer ministro en funciones aseguró que ningún asunto debe quedar al margen del debate y aunque recordó que él no formará parte del mismo, señaló que incluso la controvertida reforma de las pensiones adoptada en 2023 sin voto parlamentario: "Hay que encontrar una fórmula parlamentaria para debatir sobre ella".
Días de vértigo en Francia
Durante 48 horas, París ha vivido pendiente de un hilo. En apenas un día, el Gobierno de Sébastien Lecornu se desintegró tras anunciar su dimisión, y Francia volvió a quedar sumida en la incertidumbre política. El primer ministro —que había tardado casi un mes en encajar las piezas de su Ejecutivo— no logró resistir la presión de sus propios aliados y dejó tras de sí un vacío de poder que agrava la sensación de parálisis en el país
Aunque Macron había aceptado por la mañana del lunes la dimisión de Lecornu, le pidió por la tarde que intente "unas últimas negociaciones" con Los Republicanos (LR) y las oposiciones (socialistas, izquierda insumisa, derecha radical lepenista…). El presidente le dio de margen hasta el miércoles por la noche. "He aceptado a petición del presidente de la República de llevar a cabo unas últimas conversaciones con las fuerzas políticas para preservar la estabilidad del país", aseguró en la red social X.
El detonante de su salida ha sido el pulso con Los Republicanos, socios incómodos de Emmanuel Macron desde las últimas elecciones legislativas. La incorporación de Bruno Le Maire —exministro de Economía y símbolo del macronismo— como jefe del Ministerio de las Fuerzas Armadas encendió las alarmas en el partido conservador, que lo culpa del aumento de la deuda pública y de la deriva económica del país.
Este fue el inicio de un efecto dominó que llevó a otros partidos a poner en duda un acuerdo necesario para sacar adelante el Gobierno en una Asamblea en la que el partido de Macron está muy alejado de la mayoría. Los republicanos amagaron con abandonar el Ejecutivo y Lecornu, acorralado, decidió su dimisión: "No se dan las condiciones para gobernar; si ya era difícil, así es imposible", habría dicho en su entorno, en referencia a la intransigencia de sus aliados.
En un discurso a primera hora de la mañana del lunes, Lecornu culpó a las formaciones de la oposición de no haber querido llegar a un acuerdo y de actuar con fines partidistas. En el patio del palacio de Matignon, la sede del primer ministro, el exministro de Defensa insistió en que había trabajado durante semanas para conseguir un acuerdo político. "No debería costar mucho. (…) Mostrando humildad, uno siempre debe anteponer su país a su partido", dijo.
La renuncia de Le Maire a abandonar definitivamente la política abrió una rendija de esperanza, ya que facilita el regreso de Los Republicanos al redil. Pero el equilibrio es frágil. Si no hay acuerdo antes del miércoles por la noche, el presidente Macron asumirá la responsabilidad y podría convocar elecciones anticipadas, una opción que aterra a los liberales y a las formaciones de izquierda por el empuje de Marine Le Pen en las encuestas.
"No soporto más este patético espectáculo de juegos partidistas. Se mueren de miedo de acudir a las urnas. La disolución es inevitable. Presentaremos mociones de censura contra todos los gobiernos hasta lograr el adelanto electoral", advirtió Le Pen, que recordó que los sondeos le son favorables y auguró un ejecutivo dirigido por el presidente de su partido, Jordan Bardella.
La oposición, mientras tanto, se prepara: La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon exige la disolución de la Asamblea o incluso la dimisión del propio presidente, al que acusa de ser "el origen del caos". Los socialistas, más pragmáticos, se muestran dispuestos a colaborar si el Ejecutivo gira a la izquierda.
Por su parte, Gabriel Attal, líder del grupo parlamentario macronista y hasta hace poco considerado el delfín del presidente, ha reconocido públicamente que "no entiende" la decisión de Macron.
El presidente francés, Emmanuel Macron, nombrará a un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas. Así lo ha confirmado el Elíseo apenas dos horas después de que el ex primer ministro francés, Sébastien Lecornu, confirmara su dimisión en el informativo France 2. En su intervención televisiva, Lecornu recomendó a Macron que descartara, por ahora, la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas y que nombrara a un nuevo jefe de Gobierno en las próximas 48 horas. De confirmarse su nombramiento, sería el cuarto primer ministro designado en poco más de un año.