'Mosión de sensuga': los intentos de tumbar a Von der Leyen tienen acento francés

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se ha enfrentado este lunes al debate de dos mociones de censura presentadas por dos de los partidos europeos que se encuentran en los extremos opuestos de la Eurocámara: la extrema derecha de Patriotas por Europa (PfE) y los izquierdistas de La Izquierda. Comparten, sin embargo, un elemento central: las dos están impulsadas por la "columna francesa" de las dos bancadas en el hemiciclo. Atacada desde la derecha y la izquierda, Von der Leyen ha defendido su gestión en la que son la segunda y tercera moción de censura de lo que va de legislatura. Las votaciones, que tienen muy pocas opciones de salir adelante, se celebrarán el jueves.

Las amenazas en forma de moción de censura contra Von der Leyen son un reflejo de las mismas que sobrevolaban a Sébastien Lecornu. El que iba a ser inquilino del palacio de Matignon, presentaba su dimisión la mañana del lunes. Macron, sin embargo, decidía darle una segunda oportunidad y daba margen hasta el miércoles para formar un gobierno que guste a la izquierda y a la derecha, dejando a Francia sumida en el caos político.

Los ataques que Von der Leyen recibe provienen de dos figuras relevantes de dos partidos clave en la Asamblea Nacional francesa, Jordan Bardella, de Reagrupación Nacional, por parte de PfE, y Manon Aubry, por parte de La Francia Insumisa para La Izquierda. De hecho, han replicado argumentos de la arena política nacional, acusando a sus competidores en su mismo espectro político de connivencia con un ejecutivo impopular, algo a lo que están acostumbrados en París. Von der Leyen como un proxy para atacar a Emmanuel Macron, presidente francés, que afronta una profunda crisis nacional.

En cuanto a los argumentos que han usado para la presentación de las mociones, los de PfE han atacado a Von der Leyen fundamentalmente por el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur, enormemente impopular en Francia, y que cuenta de hecho con la oposición del Gobierno galo. Mientras que los de La Izquierda, además de criticar ese mismo acuerdo, han señalado a la alemana por su inacción en la guerra de Gaza. Von der Leyen se ha defendido con un discurso clásico de la presidenta de la Comisión Europea, ligando las críticas a una división alimentada desde fuera, señalando directamente a la amenaza rusa. “Estamos en un momento de máxima incertidumbre y volatilidad explosiva”, ha respondido Von der Leyen, que ha pedido que, sin dejar a un lado las diferencias, las fuerzas proeuropeas se “unan alrededor” de las cuestiones en las que están de acuerdo.

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Jordan Bardella ha acusado a Von der Leyen de estar en una “huida hacia delante” y de firmar la “rendición comercial de Europa”, en referencia al acuerdo comercial con EEUU. “Este es un momento de la verdad”, ha asegurado Bardella, el “delfín” de Marine Le Pen, líder de Reagrupación Nacional, que ha advertido a los conservadores, citando directamente a "Los Republicanos", que se sientan en la bancada del Partido Popular Europeo (PPE) que no pueden respaldar a los agricultores en París, en referencia a la Asamblea Nacional, y votar en contra de la moción de censura. Esos ataques surten efecto "Los Republicanos" los conservadores tradicionales franceses, no votaron a favor de la elección de Von der Leyen para un segundo mandato en 2024.

Respondiendo en nombre del PPE, Manfred Weber, presidente del grupo democristiano, ha señalado que las mociones se están “convirtiendo en algo ridículo”, subrayando que “se está utilizando —este instrumento— como una herramienta de propaganda”. Antes de estas dos mociones ya hubo una antes del verano, presentada por la extrema derecha. “Espero que hayan recolectado suficiente material audiovisual para su campaña francesa”, ha señalado el alemán, que ha acusado a PfE y La Izquierda de no tener “ninguna idea, solamente decir que están en contra”.

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“Ustedes son trolls, y solamente hay una norma, no alimentarlos”, ha señalado por su parte Valérie Hayer, líder del grupo liberal Renew Europe y una fiel aliada de Emmanuel Macron, presidente francés, el verdadero objetivo de los ataques de Bardella y Aubry, que siempre han visto en Von der Leyen una figura macronista y han planteado su oposición a la alemana en esos términos. La presidenta ayer también habló con clave francesa, pidiendo a populares y socialistas que “no miren a sus extremos, miren al centro”, una línea que también podría haber salido de la boca de los centristas y los últimos restos en descomposición del macronismo en París.

Sin opciones

Von der Leyen ha actuado como suele hacerlo ante las críticas: sin responder directamente a ellas. Ha planteado las mociones como un intento de dividir a los europeos, pero ha sido incapaz de responder a las críticas legítimas que plantean no ya los grupos que han presentado las mociones, sino los partidos que habitualmente le sostienen, especialmente en lo referente a su gestión de la respuesta a la guerra en Gaza. Solamente este septiembre, y bajo la presión de socialistas y verdes, la alemana propuso la suspensión de las ventajas comerciales del acuerdo de asociación UE - Israel.

Las mociones no tienen opciones de salir adelante porque el PPE, el partido al que pertenece Von der Leyen, mantiene un respaldo total a la alemana, a pesar de la desconfianza entre ella y Weber. Los socialistas de S&D, los liberales de Renew Europe y los ecologistas de Los Verdes, que completan lo que en Bruselas se suele denominar como “la plataforma”, algo así como la coalición que sostiene en los asuntos centrales a la Comisión Europea, han insistido en que no extienden un “cheque en blanco” a Von der Leyen, pero mantienen su respaldo. Iratxe García, líder de S&D en la Eurocámara, ha señalado a la alemana para recordarle que ella “no es Europa” y pedirle que escuche a los manifestantes que han salido a las calles de numerosas ciudades europeas para protestar contra la guerra de Israel en Gaza.