No, no solo España se está quemando: Portugal, Grecia y Turquía también luchan contra grandes incendios forestales

El fuego se ceba con la Europa mediterránea. La ola de calor que afecta al continente está siendo la chispa perfecta para un nuevo episodio que afecta al sur del continente. Desde España hasta Turquía, los incendios forestales se están convirtiendo en un fenómeno devastador en este agosto. Sin ir más lejos que al vecino Portugal, donde más de 5.000 bomberos se afanan para controlar diez incendios de carácter grave que afectan al norte y al centro del país.

La situación ha sido especialmente difícil en el norte de Portugal, según ha comunicado la Autoridad Nacional de Emergencias y Protección Civil (ANEPC), Mário Silvestre, en la zona de Guarda y Sátão, donde el humo se ha convertido en un problema para el despliegue de los medios áreros."Nos ha impedido el uso normal de los medios aéreos y la planificación que se había realizado", ha señalado Silvestre.

Los principales focos están ubicados en Trancoso (en el distrito de Guarda), donde las llamas queman desde hace una semana en el fuego más duradero, en Sátão (distrito de Viseu), en Arganil (en el distrito de Coimbra), donde trabajan casi 1.000 bomberos, y en Freixo de Espada à Cinta, en la región del Duero.

A estos hay que sumar los de Nisa, en un lugar fronterizo con Extremadura, Lousã (Centro), Sabugal (Guarda), Arnoia (Braga) y Lousada (Oporto). En total, estos 10 incendios concentran 1.300 vehículos del operativo nacinal, además de 36 medios aéreos. " "Ha supuesto un esfuerzo muy significativo para el dispositivo, que ya se encuentra bajo una presión muy importante debido al incendio de Trancoso", señalan.

La situación obligó a activar un estado de alerta en todo el país y este pasado viernes el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa y el primer ministro, Luís Montenegro, han suspendido sus vacaciones para monitorizar la situación del fuego que asola el país.

43.000 hectáreas en Grecia

Por su parte, el país heleno ha sido uno de los más golpeados por los fuegos en los últimos años, y este no es una excepción. De acuerdo con el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, en los últimos meses se han quemado más de 43.000 hectáreas. Actualmente, preocupa la situación en el norte del Peloponeso, donde un fuego declarado el pasado viernes ha obligado al despliegue de un importante operativo que cuenta con nueve medios aéreos.

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EFE

? Achaia in flames.From the water, the destruction is undeniable — thick smoke, scorched hillsides, and a coastline shrouded in fire’s shadow. A sobering reminder of the devastation Greece faces right now. ???#Achaia #GreeceFires #Wildfires #PrayForGreece pic.twitter.com/8saJy9QCVh

El incendio prendió cerca de dos localidades llamadas Livartzi y Kalavryta, de la región de Acaya. Es esta región uno de los lugares que concentra más de 10.000 hectáreas arrasadas por el fuego a lo largo de la última semana, tanto en la Grecia continental como en varias islas. A eso habría que sumar los ya controlados en Zacinto, en el mar Jónico, y en Filippiada, en el noroeste, con 1.800 y 1.700 hectáreas quemadas, respectivamente.

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Turquía mira al fuego de Dardanelos

Y en Turquía el foco se sitúa cerca del estrecho de Dardanelos, en la provincia turca de Çanakkale, ya afectada por varios grandes focos en la última semana. Esta vez, el fuego se expande por la península de Galípoli, en la parte europea al norte del estrecho, mientras que los anteriores incendios se habían dado al sur de la vía marítima, en la parte asiática de la misma provincia.

Los fuertes vientos del noreste, con velocidades de 50 kilómetros por hora, dificultan las labores de extinción, explicó la oficina del gobernador provincial de Çanakkale en un comunicado en la red X.

Actualmente, 12 aviones cisterna, 12 helicópteros, 94 camiones cisterna y medio millar de bomberos luchan contra las llamas y las autoridades han evacuado de forma preventiva dos pueblos de la zona.

Desde hace más de una semana, fuertes vientos del norte azotan el Bósforo, el mar de Mármara, los Dardanelos y el Egeo, y aunque han enfriado el aire, bajando de los 40 grados centígrados en julio a apenas 30 grados actualmente, elevan el riesgo de incendio.