Es noticia
El fracaso de la cumbre con Putin agrieta el prestigio de Trump como negociador en EEUU
  1. Mundo
SE VA DE ALASKA CON LAS MANOS VACÍAS

El fracaso de la cumbre con Putin agrieta el prestigio de Trump como negociador en EEUU

Cada vez menos estadounidenses creen que el presidente pueda cumplir su promesa de terminar con la guerra en Ucrania, no ya el primer día, sino algún día. Putin está demostrando ser un hueso demasiado duro de roer

Foto: Putin y Trump durante una breve rueda de prensa tras su reunión. (EFE)
Putin y Trump durante una breve rueda de prensa tras su reunión. (EFE)
EC EXCLUSIVO

Los nulos resultados de su encuentro en Alaska con el presidente ruso, Vladímir Putin, han socavado un poco más la aureola de negociador infalible sobre la que Donald Trump ha construido gran parte de su prestigio entre sus seguidores. Trump ha vendido a los electores la idea de que es el mejor cerrando tratos ventajosos, una especie de “dealmaker” siempre ganador. Es la idea motriz de su libro “The art of the deal” ('El arte del trato'), escrito mucho antes de que el empresario neoyorquino soñara con llegar a la Casa Blanca y en el que revela sus, según él, efectivas técnicas negociadoras. Pero parece que Putin y la guerra de Ucrania le están resultando huesos más difíciles de roer que las operaciones inmobiliarias a las que estaba acostumbrado.

Después de prometer en la campaña electoral que pondría fin al conflicto ucraniano “al primer día” de su presidencia, que va por su octavo mes, Trump aceptó reunirse con el sancionado líder ruso en una cumbre bilateral con todo el boato en Alaska. Una apuesta arriesgada que muchos observadores pensaron que Trump solo se atrevería a hacer si producía el alto el fuego que viene demandando o algún avance significativo hacia la paz.

Foto: trump-putin-negocios-alaska-air-force-one

No hubo nada de eso. Y aunque las encuestas muestran que lo que pase en Ucrania no es una prioridad para los votantes estadounidenses, el empeño de Trump en un intento de mediación que hasta ahora no ha llevado a nada está afectando a su crédito como líder y supuesto hábil negociador. El presidente, siempre locuaz y abierto a los intercambios con los reporteros, se fue de Alaska sin responder preguntas y sin ningún anuncio relevante que permita atisbar ningún fruto de su intermediación. Un rato después le puso “un diez” a la reunión en una entrevista con la cadena afín Fox News, pero la mayoría de medios se fijaron en lo poco o nada obtenido por Trump a cambio de una reunión en suelo estadounidense con Putin, que de esta forma vio su figura simbólicamente rehabilitada en la arena internacional.

“Trump le extendió la alfombra roja a Putin. Obtuvo poco a cambio”, tituló The Wall Street Journal”. En la misma línea, The New York Times contaba que “Trump desenrolló la alfombra roja para Putin. Aún así no obtuvo un acuerdo de paz”. Más crítico, incluso, el comentarista de la CNN Fareed Zakaria tachó de “vergonzosa” la reunión y el que fue su asesor de Seguridad Nacional durante su primera presidencia, John Bolton, dijo que “Trump no perdió, pero Putin claramente ganó”. Según Bolton, Trump no salió de Alaska con “nada más que más reuniones”. Bolton enumeró los tantos que, en cambio, se anotó el presidente ruso: “Putin ha esquivado las sanciones, no hay alto el fuego y no hay fecha para la siguiente reunión”. Del otro lado, Trump ha vuelto a mostrar su impotencia para cumplir su promesa de poner fin a la guerra.

Sus rivales también cuestionaron la estrategia del presidente. Gregory Meeks, miembro demócrata del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo que la foto de Alaska fue una “recompensa inmerecida” para Putin. “Al extender la alfombra roja, Trump ha legitimado la agresión de Rusia y blanqueado los crímenes de guerra de Putin”.

Una estrategia que hace aguas

Mucho más comprensivos se mostraron sus aliados republicanos. El senador republicano por Texas John Cornyn alabó que “Trump está liderando” el esfuerzo por llevar la paz a Ucrania y Lisa Murkowski, senadora por Alaska se mostró “cautamente optimista” sobre la posibilidad de que la reunión con Putin pueda dar frutos a corto plazo.

Foto: trump-putin-condiciones-reunion-alaska

Trump había dicho en la previa de la cumbre que deseaba un alto el fuego inmediato y en las últimas semanas amenazó con sanciones a Rusia para lograr su objetivo. También impuso aranceles de hasta el 50% a la India como represalia por sus compras de petróleo ruso, en lo que presentó como un intento de presionar al Kremlin. Pero, concluida la cita de Alaska sin resultado, no ha habido más sanciones a Moscú. “No tenemos que pensar en eso ahora”, dijo el presidente en la entrevista a Fox.

Él mismo ha admitido que Putin le está dando largas, y no pocos observadores creen que la política de Trump está transmitiendo una imagen que el ruso no ha dudado en rentabilizar. “La adulación no funcionará con Putin; él la ve como debilidad que puede explotar”, comentó Mick Mulroy, un antiguo mando del Pentágono.

Foto: master-rusia-esquivar-sanciones-lejos-arrinconar-kremlin

Trump anunció que el siguiente paso será organizar una cita entre Putin y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a la que él también asistiría. Pero no hay fecha aún para eso y las diferencias entre las posturas de Kiev y Moscú parecen aún irreconciliables. Rusia exige concesiones de las que Ucrania no quiere oír hablar, como la renuncia a las partes de su territorio controladas por las tropas rusas. Trump comentó antes de la cita de Alaska que la paz requeriría algún intercambio de territorios, lo que hizo que muchos temieran que estaba dispuesto a ceder a las pretensiones de Putin sin escuchar a Ucrania ni al resto de países europeos, por lo que algunos analistas incluso recibieron con alivio la noticia de que no había noticias desde Alaska.

A estas alturas, cada vez menos en su país creen que el presidente pueda cumplir su promesa de terminar con la guerra en Ucrania, no ya el primer día, sino algún día. El gran dealmaker se muestra incapaz de cerrar ningún acuerdo, salvo que sea el que quiere Putin. Quizá la única buena noticia para él de todo esto es que probablemente no sea por lo que pase en Ucrania por lo que le juzgarán los votantes.

Los nulos resultados de su encuentro en Alaska con el presidente ruso, Vladímir Putin, han socavado un poco más la aureola de negociador infalible sobre la que Donald Trump ha construido gran parte de su prestigio entre sus seguidores. Trump ha vendido a los electores la idea de que es el mejor cerrando tratos ventajosos, una especie de “dealmaker” siempre ganador. Es la idea motriz de su libro “The art of the deal” ('El arte del trato'), escrito mucho antes de que el empresario neoyorquino soñara con llegar a la Casa Blanca y en el que revela sus, según él, efectivas técnicas negociadoras. Pero parece que Putin y la guerra de Ucrania le están resultando huesos más difíciles de roer que las operaciones inmobiliarias a las que estaba acostumbrado.

Vladimir Putin Donald Trump Ucrania Conflicto de Ucrania Estados Unidos (EEUU)
El redactor recomienda