"Africa Corps" releva al grupo Wagner en el Sahel tras su disolución: "La misión ha concluido"
El relevo de la presencia rusa en África implica nuevas estrategias oficiales y desafíos para Moscú, tras la polémica retirada de la empresa militar privada y su legado en la región
El pasado 6 de junio de 2025, una publicación en el canal de Telegram "Razgruzka Vagnera", afín al Grupo Wagner, anunciaba: "La misión ha concluido. La empresa militar privada Wagner regresa a casa". El mensaje añadía que el personal de la empresa "había luchado codo con codo con el pueblo de Mali", eliminando "a miles de combatientes y sus comandantes" y permitiendo que todas las capitales regionales del país estuvieran de nuevo en manos del gobierno.
Desde la rebelión protagonizada por Yevgueni Prigozhin, fundador del Grupo Wagner, en el verano de 2023 la empresa tenía un complicado encaje en los planes del Kremlin. Así que la posible salida del Grupo Wagner era un rumor en circulación desde hacía tiempo, especialmente tras el lanzamiento del "Cuerpo Africano" del Ministerio de Defensa ruso. Por ejemplo, véase para el caso del vecino Níger el documento "Russia’s "Africa Corps" Set To Replace Wagner in Niger" elaborado en abril 2024 por el Mando de Entrenamiento y Doctrina (TRADOC) del ejército de los Estados Unidos.
La salida del Grupo Wagner no significa el repliegue ruso en el continente, sino que la presencia del Kremlin en África está garantizada a través de otro brazo de su acción exterior. Si el Grupo Wagner era una empresa privada con un dueño y fundador que llegó a rebelarse contra el Kremlin, el nuevo "Cuerpo Africano" existe como "una estructura especial del Ministerio de Defensa ruso" y es supervisado por Yunús-bek Yevkúrov, viceministro de Defensa y responsable de la política africana.
Grupo Wagner, más que mercenarios
El Grupo Wagner desembarcó en África, ofreciendo servicios no solo de formación para las fuerzas armadas locales, sino de seguridad para líderes preocupados por atentados y motines militares. Además, el Grupo Wagner ofreció servicios de propaganda, agitación y desinformación que puso a disposición de los gobiernos africanos y que ha sido empleada profusamente en generar animadversión contra Francia, la antigua potencia colonial.
La clave del desembarco africano del Grupo Wagner es que las operaciones se han financiado mediante la explotación de recursos naturales, como son el oro en Mali y Sudán o los diamantes en República Centroafricana. De ahí el empeño en que los gobiernos locales expulsen a las empresas mineras extranjeras y en desalojar a los mineros artesanales. A ese respecto llegaron noticias hace poco en República Centroafricana sobre una masacre sucedida el 16 de julio en una mina en Ndassima, al este del país, en la que habría muerto 11 personas mientras buscaban oro entre los residuos descartados.
Al contrario del Grupo Wagner, el gobierno ruso pretendería cobrar a República Centroafricana en divisas convertibles, según informó el pasado día 21 de julio el portal francés Africa Intelligence. La factura se elevaría a 15 millones de dólares al mes, el 40% del actual presupuesto estatal del país africano. La renegociación de los servicios prestados al país incluye el cambio de proveedor de servicios, pasando del Grupo Wagner al "Cuerpo Africano" del Ministerio de Defensa ruso.
El interés de Rusia de gestionar los asuntos militares en República Centroafricana a través del Ministerio de Defensa llevó a nombrar por primera vez un agregado militar en Bangui: el coronel Sergey Orlov. Hasta la fecha, los intereses del Grupo Wagner eran representados en República Centroafricana por Dimitri S. Sytyi director del centro cultural "Casa Rusia", perteneciente a la red Rossotrudnichestvo.
En declaraciones al canal público alemán Deutsche Welle, Sytiy se identificaba a sí mismo como un "embajador informal" de Rusia en el país. Aunque más allá de las actividades culturales, Sytyi aparece como fundador de la empresa minera Lobaye Invest y está en la lista de personajes bajo sanciones occidentales. Sytiy habría comenzado a trabajar en el país como intérprete y traductor para terminar desempeñando funciones de intermediador con grupos armados. Según Africa Intelligence, tendría el favor del presidente Faustin-Archange Touadéra, que lo tiene entre sus asesores de confianza.
El desafío ahora para el gobierno ruso no solo es lograr que los representantes del "Cuerpo Africano" logren ganarse el favor de los líderes africanos, sino lidiar con el legado de muerte y ceniza dejado por el Grupo Wagner en países como República Centroafricana y Mali. Y es que a pesar del mensaje triunfalista en la despedida de Mali, que hablaba de que la "misión ha concluido", el balance del Grupo Wagner es desigual. En el caso de Mali, los combates prosiguen en el norte del país contra los separatistas y los grupos yihadistas, en una sucesión de hitos y debacles. Hitos como la recuperación de la ciudad de Kidal en 2023 y debacles como la emboscada sufrida a la vuelta de la frontera de Argelia en julio de 2024.
Al respecto de esta última, véase "Debacle rusa en el Norte de Mali" (29 de julio de 2024). Mientras tanto, el área de influencia por los grupos salafistas-yihadistas en el Sahel se va expandiendo, afectando ya a las regiones septentrionales de países ribereños del Golfo de Guinea como Togo y Benín. La falta de resultados puede hacer replantear a los países del Sahel sus actuales alianzas militares con Rusia.
El pasado 6 de junio de 2025, una publicación en el canal de Telegram "Razgruzka Vagnera", afín al Grupo Wagner, anunciaba: "La misión ha concluido. La empresa militar privada Wagner regresa a casa". El mensaje añadía que el personal de la empresa "había luchado codo con codo con el pueblo de Mali", eliminando "a miles de combatientes y sus comandantes" y permitiendo que todas las capitales regionales del país estuvieran de nuevo en manos del gobierno.