Choque entre dentistas marroquíes y españoles por el 'turismo dental'
Polémica entre colegios de odontólogos de España y Marruecos. Los primeros señalan que es "temerario" someterse en el país vecino a un proceso sanitario, mientras que los segundos responden que sus cuidados son de nivel y encima más baratos
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El trasplante de pelo en Turquía, pero para arreglarse la dentadura mejor Marruecos. Entre los cerca de dos millones de turistas españoles que en 2024 viajaron al país vecino un puñado aprovecharon la ocasión para que un odontólogo mejorase su sonrisa por precios mucho más económicos que en España.
No hay estadísticas sobre cuantos lo hicieron, pero la creciente publicidad de clínicas marroquíes a través de Tik Tok e Instagram hace sospechar que es un fenómeno que está en auge. Crece tanto que el Consejo General de Dentistas de España ha tomado ahora cartas en el asunto.
El presidente del Consejo, el doctor Óscar Castro Reino, publicó el martes un comunicado en el que recopila primero algunos de los anuncios que circulan por redes sociales como "¡Transforma tu sonrisa con carillas de resina de composite en Marrakech por solo 1.250 euros por persona o 2.000 para dos personas!". A continuación aparecen en los vídeos pacientes que, hablando español, se declaran muy satisfechos.
"Muchos de estos tratamientos se hacen en apenas unas horas, lo que impide dedicar el tiempo suficiente a realizar un diagnóstico completo o una planificación personalizada para cada paciente", escribe Castro Reino. "Todo tratamiento conlleva unos riesgos, y si no se evalúa correctamente el estado bucodental de cada persona, pueden surgir inconvenientes a corto y largo plazo, como sensibilidad dental, problemas en las encías e, incluso, la pérdida dental", añade.
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El presidente del Consejo General de Dentistas recuerda que las clínicas de países como Marruecos "no están sujetas a la misma regulación que España, donde existe una normativa, inspecciones sanitarias y, sobre todo, se exige que el dentista esté debidamente colegiado (...)" con garantías en los tratamientos. En cambio, "no sabemos lo que ocurre si estando de regreso en España surge alguna complicación con las carillas colocadas en Marruecos, ni quién responde ante esta situación".
"La obsesión por tener unos dientes blancos y perfectos (...) está llevando a la gente a cometer imprudencias que pueden tener consecuencias irreversibles",. advierte. "Viajar a otro país para someterse a un proceso sanitario no es una aventura, es una temeridad", recalca. "No se puede mezclar ocio con salud", concluye el comunicado.
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Las palabras de Castro Reino han sido recogidas por la prensa marroquí y suscitado una reacción airada de su homólogo, el doctor Mohamed Sdira, presidente de la Orden Nacional de Médicos Dentistas de Marruecos. "Si hay pacientes que vienen de España, Francia u otros lugares es porque somos competentes para tratarles y nuestras tarifas con más económicas que en Europa", afirma en declaraciones a la prensa.
El doctor Sdira se queja de paso de que cuando un paciente regresa a España con carillas colocadas en Marruecos y surgen excepcionalmente complicaciones, "los dentistas in situ rechazan con frecuencia intervenir aunque sea algo sencillo". "Cuando un marroquí padece algún problema a su regreso del extranjero aquí sí intervenimos sin poner pegas", señala.
Mohamed Sdira traslada, de puertas para fuera, una buena imagen de la odontología en su país, pero estos últimos tiempos él mismo ha advertido a las autoridades marroquíes, mediante correos, sobre el auge de las prácticas ilegales en el ámbito de la odontología.
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"Estas prácticas han provocado incidentes dramáticos, ampliamente difundidos por los medios de comunicación y documentados por los tribunales de todo el país: muertes por uso de productos anestésicos falsificados o caducados, sobredosis administradas al azar, casos de discapacidades permanentes o enfermedades infecciosas contraídas en condiciones de higiene deplorables", según reza un comunicado publicado el 16 de junio por la Orden Nacional de los Médicos Dentistas de Marruecos.
Antes que para tratamientos odontológicos, Marruecos se convirtió en un destino para operaciones de cirugía estética para una clientela francesa a la que atraen sus precios competitivos que pueden ser consultados en las webs de algunas clínicas. La elevación de mamás cuesta, por ejemplo, entre 2.100 y 2.600 euros, la rinoplastia entre 2.000 y 2.500. El ahorro con relación a Europa oscila entre los 1.700 y los 2.000 euros, según explica una de esas clínicas.
Los marroquíes, sobre todo la burguesía del norte del país, son también demandantes de servicios médicos en España. Algunos disponen de seguros de salud privados españoles para poder recibir cuidados médicos sobre todo en Málaga, su ciudad de referencia. Las mujeres jóvenes solicitan a veces una himenoplastia (reconstrucción del himen) para poder fingir ser vírgenes cuando contraigan matrimonio. La intervención cuesta entre 1.800 y 3.500 euros.
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La doctora Paula Rivera, cirujana plástica, abrió incluso en Ceuta hace más de una década la Clínica Septem para, entre otras cosas, "practicar la reconstrucción del himen para féminas que, por motivos culturales o religiosos, valoran mucho la virginidad", según explicó al diario "El Faro de Ceuta". Con la imposición, desde 2022, del visado Schengen para los marroquíes que quieran entrar en la ciudad, su clientela extranjera ha caído en picado.
El trasplante de pelo en Turquía, pero para arreglarse la dentadura mejor Marruecos. Entre los cerca de dos millones de turistas españoles que en 2024 viajaron al país vecino un puñado aprovecharon la ocasión para que un odontólogo mejorase su sonrisa por precios mucho más económicos que en España.