Es noticia
Irán se inclina por resistir a Israel extendiendo la guerra a toda la región
  1. Mundo
Ataque sin precedentes

Irán se inclina por resistir a Israel extendiendo la guerra a toda la región

La superioridad militar israelí no permite al régimen de Teherán dar a su enemigo una respuesta convencional. Sus jefes militares dicen barajar otras opciones, pero la embestida es tal que la gobernanza teocrática corre el riesgo de desmoronarse

Foto:  Misiles lanzados desde Irán sobre Jerusalén. (EFE/ATEF SAFADI)
Misiles lanzados desde Irán sobre Jerusalén. (EFE/ATEF SAFADI)
EC EXCLUSIVO

El año pasado los choques entre Israel e Irán fueron escaramuzas. A lo largo de las últimas 48 horas su enfrentamiento se asemeja más bien a una guerra total no declarada en la que el Estado hebreo lleva las de ganar, pero en la que el riesgo de que se propague por toda la región es cada vez mayor.

Prueba de esa superioridad militar del Ejército israelí es, por ejemplo, su anuncio del sábado por la tarde sobre la total libertad de su fuerza área para surcar los cielos del oeste de Irán hasta Teherán. Ha eliminado las defensas antiaéreas enemigas. Las Fuerzas de Defensa de Israel revelaron el sábado que Irán se convirtió en su principal escenario de combate y el de Gaza era ya secundario.

A diferencia de lo que sucedió en abril y octubre de 2024, esta vez la respuesta iraní al primer ataque israelí que sufrió, el de la madrugada del viernes, no fue simbólica. Disparó varias salvas de misiles balísticos sobre Israel algunos de los cuales dieron en el blanco causando trece muertos civiles y unos 80 heridos. En Irán los muertos se elevan a más de 78 y los heridos superan los 300.

¿Suscitó esta reacción de Teherán un mayor empeño por parte de Israel en arrasar las defensas a su enemigo iraní? Probablemente no. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ya había anticipado el viernes que su operación León Naciente, como la bautizó, duraría varios días. Su ministro de Defensa, Israel Katz, sí advirtió el sábado que "Teherán arderá" si seguía lanzando misiles.

Foto: Resultado de uno de los ataques iraníes en Israel, en Ramat Gan, este 13 de junio. (Reuters/Itai Ron)

Tras concentrarse el viernes en las instalaciones nucleares y militares, y en asesinar a nueve científicos y a una veintena de integrantes de la cúpula castrense, el Ejército israelí amplió el sábado sus blancos. Puso, por ejemplo, el énfasis sobre infraestructuras energéticas como las refinerías de Abadán, Asaluyeh y Fajr-Jam. La cuarta parte del maltrecho presupuesto de Irán proviene de los ingresos de los hidrocarburos.

Netanyahu no sólo busca desbaratar el programa nuclear iraní sino arruinar al país con el deseo de que caiga el régimen clerical. En su discurso al pueblo iraní del viernes afirmó nada menos que estaba "despejando el camino para que logren su libertad". Quizás con la intención alentar el desmoronamiento del régimen el primer ministro afirmó, en otra alocución el sábado, que en Israel "tenemos indicios de que altos cargos en Irán ya están haciendo las maletas". No dio más detalles.

Foto: Personas se reúnen junto a vehículos dañados tras los ataques israelíes, en Teherán, Irán. (Reuters)

La ferocidad y la eficacia del ataque israelí deja al octogernario líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, básicamente dos opciones. Rendirse o continuar la guerra por otros medios, los militares ya no están a su alcance, que golpeen a los aliados occidentales de Israel e incluso a los árabes.

Rendirse significaría en la práctica aceptar sin rechistar la propuesta de la Administración del presidente Donald Trump para someter a su programa nuclear a una estricta vigilancia extranjera, sobre todo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, para garantizar que es sólo civil y no militar. La próxima sesión negociadora entre EE UU e Irán estaba prevista este domingo en Omán, pero el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghch, canceló su asistencia.

Resistir ante Israel consistiría en atacar las bases de EE UU en la región, y quizás también las del Reino Unido y Francia, según un alto funcionario anónimo citado el sábado por la agencia de noticia Fars, vinculada a los Guardianes de la Revolución, el pilar del régimen iraní. Motivos tendría Irán, porque EE UU ayudó a Israel el viernes a frenar la salva de misiles iraníes disparados contra ciudades israelíes.

Foto: Un hombre iraní pasa frente a una pancarta antiisraelí con imágenes de misiles iraníes, en Teherán, Irán. (EFE/Abedin Taherkenareh)

Otra forma de resistir sería cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde transitan el 20% de las exportaciones de petróleo del mundo, sobre todo el que Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos (EAU) envían a Europa. Sardar Esmail Kowsari, un destacado miembros de los Guardianes de la Revolución, dejó caer que esa opción "estaba siendo tomada en consideración". Si apostase por ella podría contar con la ayuda de los hutíes, que controlan gran parte de Yemen, la única milicia afín a Teherán que se sostiene en pie.

Nadie las ha evocado públicamente en Teherán, pero Irán tiene a su alcance opciones aún más dañinas como atacar las infraestructuras energéticas de sus vecinos árabes que han estrechado relaciones con Israel, como Bahrein y EAU, o aquellos que, como Arabía Saudí, tenían la intención de hacerlo antes de la invasión de Gaza. Irán tiene experiencia en golpearles. Lo hizo, por ejemplo, con drones, en septiembre 2019, contra las instalaciones petroleras de Abqaid (Arabia Saudí).

Desde un punto de vista militar el Golfo es muy vulnerable ante el arsenal balístico iraní que pueda librarse de la embestida de Israel. De ahí que sus gobiernos hayan tratado de congraciarse con Irán. "El Reino de Arabia Saudí expresa su enérgica condena y denuncia las flagrantes agresiones israelíes contra la hermana República Islámica de Irán", reza, por ejemplo, el comunicado saudí. Tacha a Irán de "hermana", un término hasta ahora reservado para los países amigos árabes.

Foto: Israelíes se protegen tras sonar las sirenas. (Reuters)
TE PUEDE INTERESAR
Irán lanza otra oleada de ataques y sus misiles impactan en edificios residenciales de Israel 
Arantxa Palacios Laura Gutiérrez M. Martínez Borja F. Sebastián

Todas estas opciones acabarían arrastrando a EE UU a involucrarse en el conflicto pese a que Trump prometió que nunca participaría en lo que llama "guerras eternas". Quizás sea eso lo que desea, en fondo, Netanyahu que con su ataque del viernes contra Irán ha saboteado la negociación en curso entre Teherán y Washington sobre el programa nuclear iraní.

"Si EE UU no participa en la guerra, supongo que algunas partes del proyecto nuclear iraní se mantendrán" a salvo, reconoció Sima Shine, exanalista del Mossad (servicio secreto israelí) y ahora investigadora del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Israel. Sólo la superpotencia posee los bombarderos estratégicos con proyectiles de más de una tonelada capaces de reventar los bunkers subterráneos en los que se desarrolla parte del programa nuclear. De ahí el interés de Netanyahu de implicar a EE UU con tanta más razón que sospecha que Irán podría fabricar la bomba atómica en cuestión de meses. Involucrar a EE UU es también poner aún más presión sobre un régimen que él aspira a derribar.

"Otro posible resultado podría ser el colapso del régimen, seguido de su caída y del hundimiento de Irán en el caos", reconoce Amir Azimi, editor de la web en farsi de la BBC británica. "¿Quién podrá ser la alternativa?", se pregunta. "Las fuerzas de oposición iraníes han estado muy fragmentadas y no hay opciones claras", responde. Sólo da por seguro que "con una población de unos 90 millones de personas, los acontecimientos en el país tendrían un impacto masivo en todo Oriente Próximo".

El año pasado los choques entre Israel e Irán fueron escaramuzas. A lo largo de las últimas 48 horas su enfrentamiento se asemeja más bien a una guerra total no declarada en la que el Estado hebreo lleva las de ganar, pero en la que el riesgo de que se propague por toda la región es cada vez mayor.

Irán Israel Arabia Saudí
El redactor recomienda