El baile de ataques entre Israel e Irán acaba de empezar, pero… ¿puede Irán permitírselo?
Irán respondió este viernes el ataque sin precedentes de Israel y ha aumentado la tensión de un conflicto con muchas posibilidades de acrecentarse a pesar de sus debilidades internas
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F8b8%2Fc43%2F77f%2F8b8c4377ffa57379d696f789d0622945.jpg)
Israel inauguraba el viernes con una operación inédita. La que podría traducirse como León que se levanta o León Ascendente. Fue un ataque sin precedentes contra Irán, en el que bombardeó instalaciones nucleares, bases militares y logró descabezar a la cúpula militar de Teherán. El líder iraní, Ali Jamenei, vaticinó un "duro castigo" y advirtió: "Iniciar una guerra con Irán es jugar con la cola del león".
Entre simbolismos relacionados con el rey de la selva, Israel e Irán llegaron a uno de los puntos más álgidos de su enfrentamiento. Horas después de la ofensiva israelí, Jamenei cumplía con su promesa y Teherán lanzó decenas de misiles, algunos de los cuales impactaron en Tel Aviv. Fue el inicio de la bautizada Operación Castigo Severo que, según la Guardia Revolucionaria, logró impactar contra bases militares israelíes y las autoridades israelíes ya han confirmado a 3 personas fallecidas y al menos otras 80 heridas.
La respuesta iraní ha provocado una espiral de ataques de la que no se vislumbra por ahora un final cercano. Ya lo vaticinaba Tel Aviv a través de uno de sus funcionarios militares, que afirmó que la operación "está lejos de terminar" y que podría extenderse hasta 14 días. Después de la pelada de misiles lanzados por las fuerzas de Teherán, el tono se recrudeció. El ministerio de Defensa de Israel, Israel Katz, aseguró que el país islámico había cruzado una "línea roja" al disparar contra zonas pobladas y advirtió que el país "pagaría un alto precio" por sus acciones.
Para Irán, el baile de ataques tampoco ha terminado. En declaraciones a la agencia Reuters, un alto funcionario iraní aseguró que la venganza del país acaba de empezar y que se pagará un alto precio por las consecuencias de las acciones militares de Tel Aviv. "Ningún lugar en Israel será seguro. Nuestra venganza será dolorosa", advirtió. Sin embargo, la magnitud de la operación León que se levanta ha puesto en duda las capacidades reales de Irán para poder continuar dentro de la espiral.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F020%2F45c%2Fefb%2F02045cefb7e29dc3be5abdaea0a6834f.jpg)
La respuesta iraní había sido una de las grandes incógnitas después de la operación de las fuerzas de Tel Aviv de este viernes. Una gran parte de los analistas apuntaban a que las acciones de Teherán serían militares, pero también apuntaron a la posibilidad de que iniciara una guerra asimétrica. Las autoridades iraníes ya habían amenazado en el pasado con cerrar o interrumpir el paso del Estrecho de Ormuz en caso de ser atacado. Esta importante vía fluvial separa a Irán de los países del Golfo, y por ella fluye aproximadamente el 30% de todas las exportaciones marítimas de petróleo a nivel mundial.
Pero hicieran lo que hicieran, en el horizonte solo se preveía una escalada. "Cualquier forma de ataque será utilizada por Israel para responder. Cualquier acción contra personal de EEUU o por medio de los proxis también serían una excusa para volver a atacar Irán. Un cierre del estrecho de Ormuz también sería una excusa. Por tanto, si bien Irán tiene opciones, el margen de maniobra de Irán es limitado", explica Daniel Bashandeh, analista político especializado en Oriente Medio e Irán, a El Confidencial.
Otros analistas estadounidenses estaban convencidos de que la respuesta de Irán llegaría más tarde de lo que se podría esperar. Al menos hasta que se disipara la polvareda que provocó la ofensiva israelí. Más allá de los ataques a las instalaciones nucleares y militares, la operación se ha considerado un éxito de los servicios secretos de Tel Aviv. La inteligencia militar y el servicio de inteligencia exterior Mossad identificaron y rastrearon los movimientos de los principales militares de alto rango y los científicos relacionados con el programa nuclear que posteriormente fueron asesinados.
Las imágenes de la capital iraní mostraban las imágenes de apartamentos bombardeados y, específicamente, de las habitaciones donde se encontraban los objetivos de las fuerzas de Tel Aviv. "Israel demostró su plena penetración en Irán y su capacidad para sembrar el caos en todo el sistema iraní. Irán nunca se ha visto tan débil, y su capacidad para responder con contundencia se pondrá a prueba", sostiene Daniel B. Shapiro, exembajador estadounidense en Israel y analista en Atlantic Council.
El dilema nuclear
Benjamin Netanyahu no tardó en hacer alarde de la superioridad militar de la operación israelí y animó al pueblo iraní a alzarse contra sus líderes. "El régimen no sabe qué lo golpeó ni qué lo golpeará. Nunca ha estado tan débil", declaró. Desde la perspectiva iraní, el primer ministro israelí no solamente quiere dañar al país islámica de manera simbólica, sino "provocar una crisis interna en Irán", afirmó Sanam Vakil, directora del Programa de Oriente Medio y Norte de África en Chatham House, a The New York Times.
Es posible que esta imagen de debilidad pueda acelerar el debate sobre la necesidad de construir un arma nuclear, a pesar de que Irán siempre ha negado que tuviera estas intenciones. Sin embargo, esta puede ser ahora una de sus bazas más potentes para disuadir a Israel. "Mucha gente en Irán se verá entre la espada y la pared, que la disuasión regional ha fracasado, que las negociaciones no han llegado a ninguna parte, que Israel está desatado y que la única salvaguardia real sería un arma nuclear", dijo Julien Barnes-Dacey, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, al mismo medio estadounidense.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb3a%2F93c%2Fac2%2Fb3a93cac2c49db2f295b5d0c8db9b23f.jpg)
No ha pasado desapercibido entre los expertos que Netanyahu ha llevado a cabo su ataque en medio de las negociaciones entre Estados Unidos e Irán por su programa nuclear. Los negociadores de Teherán y Washington tenían previsto reunirse este domingo en Omán para negociar el acuerdo sobre su programa nuclear pero, después de semanas de conversaciones, las dos partes no han logrado resolver sus diferencias clave.
Irán declinó su asistencia tras la operación de este viernes, en la que fueron asesinados al menos seis científicos del programa nuclear. "Israel está en contra de un acuerdo entre Irán y EEUU y el ataque busca terminar con las negociaciones. Israel no quiere un competidor económico y menos uno nuclear en la región. Netanyahu quiere mantener la confrontación con Irán para justificar sus acciones en Gaza, Cisjordania y en la región", apunta Daniel Bashandeh a este periódico.
Según el analista, esta postura añade más presión por parte de Estados Unidos a Irán para firmar un acuerdo que elimine la posibilidad del enriquecimiento de uranio. "Pero si Irán renuncia a esta capacidad será visto como una rendición de la República Islámica. Ahora, todo apunta a que las negociaciones están en un punto muerto, lo que añade más tensión y una posible escalada regional", alerta.
El eterno aliado de Israel
Una de las posibilidades es que Teherán opte por abandonar definitivamente las negociaciones, que aumente el enriquecimiento de uranio y que llegue incluso a expulsar a los inspectores internacionales. Uno de los escenarios más temidos el Organismo Internacional de Energía Atómica, que declaró el pasado jueves que Irán incumplía sus obligaciones de no proliferación nuclear. Pero esta medida rompería el equilibrio que los líderes iraníes han intentado mantener para no aumentar el conflicto con Estados Unidos.
Hasta ahora, ha optado por la cautela para no atacar a los aliados de Washington y mantener una calma tensa. Pero si Jamenei pensaba que las negociaciones nucleares con Donald Trump podían protegerlo de los ataques de Israel, ahora puede pensar si incluso un acuerdo con Estados Unidos puede evitar otras operaciones de las fuerzas de Tel Aviv.
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, aseguró que el ataque de Israel fue "unilateral" y que el país no participó en la operación
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, aseguró que el ataque de Israel fue "unilateral" y que el país no participó en la operación. "Nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región", aseguró. Pero todo apunta a que si Israel quiere acabar con las instalaciones nucleares, necesita la ayuda de las fuerzas de Washington. "Trump ha dado el visto bueno a esta operación. Se confirma que Estados Unidos prioriza los intereses de Israel en su política en Oriente Medio", afirmó Daniel Bashandeh a este periódico.
El ejército estadounidense ayudó a interceptar algunos de los misiles iraníes en la noche de este viernes, después de que Trump hablara con Netanyahu sobre el conflicto en una conversación de la que no se dieron detalles. Minutos después, las defensas aéreas de Teherán trataban de repeler nuevos ataques de Tel Aviv contra la capital. Netanyahu advirtió que el baile de ataques todavía no ha terminado. "Hay más en camino", aseveró.
Israel inauguraba el viernes con una operación inédita. La que podría traducirse como León que se levanta o León Ascendente. Fue un ataque sin precedentes contra Irán, en el que bombardeó instalaciones nucleares, bases militares y logró descabezar a la cúpula militar de Teherán. El líder iraní, Ali Jamenei, vaticinó un "duro castigo" y advirtió: "Iniciar una guerra con Irán es jugar con la cola del león".