Es noticia
Trump ha perdido el interés en resolver el conflicto en Ucrania. Ahora le ha pasado 'la pelota' al nuevo Papa
  1. Mundo
Más instinto que estrategia

Trump ha perdido el interés en resolver el conflicto en Ucrania. Ahora le ha pasado 'la pelota' al nuevo Papa

Tras prometer durante la campaña que pondría fin a la guerra en apenas un día, el presidente estadounidense plantea ahora que sea el Vaticano quien asuma el papel de mediador

Foto: El Papa León XIV durante la audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano. (EFE)
El Papa León XIV durante la audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano. (EFE)
EC EXCLUSIVO

Parecía hasta fácil. "Antes incluso de llegar al Despacho Oval, poco después de que todos juntos ganemos la presidencia, habremos resuelto la terrible guerra entre Rusia y Ucrania. Se resolverá. La guerra terminará. Acabará en 24 horas, ya lo verán". Hace dos años, el entonces candidato republicano, Donald Trump, no dudó en prometer en uno de sus mitines que él sería capaz de acabar con la guerra en Ucrania, a diferencia del demócrata Joe Biden. "Conseguiré convencer a ambos. Conozco a Zelenski, conozco a Putin".

¿Por qué no hacerlo? El republicano solo necesitaría eso, un día. Apenas unas cuantas horas para resolver un conflicto que ya ha cumplido más de tres años. Hablaría con ellos, los convencería y la guerra terminaría así, sin más. Sin embargo, y como era de esperar, acabar con los conflictos ha resultado ser una tarea más complicada para la que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tiene paciencia. Solo llevamos cuatro meses de presidencia y su propio Gobierno ya ha sugerido que Estados Unidos podría retirarse de las mesas de negociaciones pronto si no se logran más avances. "Nadie dijo que esto pueda hacerse en horas", aseguró el secretario de Estado, Marco Rubio, ante la sorpresa de los periodistas. "No tenemos grandes expectativas".

Y la realidad es que no las hay. Desde el inicio de la guerra, todas las mesas de negociación han acabado en fracasos. La última, en Turquía. Una delegación ucraniana y rusa viajó hace tan solo una semana hasta Estambul para protagonizar por primera vez en una reunión cara a cara en la que apenas se consiguieron avances. Moscú volvió a demandar la retirada de las tropas ucranianas de las cuatro regiones que el Kremlin sigue sin controlar. Como era de esperar, Kiev se negó y criticó que las demandas del presidente ruso, Vladímir Putin, estaban "desconectadas de la realidad y trascendían con creces todo lo discutido previamente", incluyendo "imposibilidades y condiciones poco constructivas". El único logro fue acordar la presentación de un próximo plan de alto el fuego y un canje de miles de prisioneros. Nada reseñable que no se hubiese conseguido en otras negociaciones.

Tres días después, sin embargo, Trump anunció —después de hablar con Putin— que tanto como Moscú como Kiev comenzarían a negociar "inmediatamente" un alto el fuego que "nadie más conocería" y que en estas el papa Leon XIV podría tener un papel clave, no solo como una parte mediadora, sino como anfitrión de la nueva ronda. "[El pontífice] estaría muy interesado en acoger las negociaciones. Creo que sería fantástico celebrarlas en el Vaticano… Creo que eso podría disipar parte de esa ira… ¡Que comience el proceso!".

Foto: Fotografía de archivo fechada el 16 de julio de 2018 del presidente estadounidense, Donald J. Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin. (EFE/Anatoly Maltsev)

A pesar de que aún no ha habido una respuesta oficial por parte de la Santa Sede, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, declaró que, a petición de Trump, habló con el papa y este le confirmó su predisposición de organizar la nueva ronda. “Expresé mi profunda gratitud por su franqueza y su inquebrantable compromiso con la paz”, aseguró Meloni en su página de Facebook.

Aunque existen ciertas esperanzas de que el Vaticano pueda servir como un escenario neutral para el diálogo entre Rusia y Ucrania (al considerarlo un actor alejado de los intereses políticos del resto de Estados mediadores), la realidad resulta un poco más compleja. Massimo Faggoli, historiador de la Iglesia y profesor de estudios religiosos en la Universidad de Villanova (Pensilvania), explica que, desde que Trump habló de esta posibilidad "hubo quienes creyeron sinceramente que podía ser una oportunidad, pero otros fueron más cínicos y vieron en ello una maniobra para diversificar frentes sin un verdadero compromiso", explica.

Foto: El papa León XIV durante la misa. (Reuters/Claudia Greco)

"Antes, la principal preocupación era mantener al Vaticano fuera de estas cosas", afirma. "Y ahora parece lo contrario, que todo el mundo espera que el Vaticano haga algo al respecto. Así que creo que los riesgos son mucho mayores que los posibles beneficios".

Indica que, por este motivo, la Santa Sede fue consciente de este juego y se mantuvo cautelosa, sin emitir declaraciones oficiales al respecto. "El Vaticano, por naturaleza, siempre está disponible cuando se trata de iniciativas por la paz, pero también sabe que, arriesgar su reputación en una mediación sin el compromiso real de las partes implicadas, puede ser contraproducente".

Un 'soft power' limitado

En este escenario, el papel de la Santa Sede pasaría por tratar de crear un clima de diálogo, incluso demostrar ante el mundo su predisposición a finalizar con los conflictos, pero "no de una hoja de ruta para la paz", añade Faggoli. "Este conflicto, además, tiene una dimensión religiosa intraortodoxa que complica aún más el papel del Vaticano, que quiere conservar su autoridad moral ante las Iglesias ortodoxas sin ser usado por una u otra parte".

En este sentido, Victor Gaetan, corresponsal para el National Catholic Register, afirma que la principal ventaja de la Santa Sede es que actúa como mediadora imparcial. "La Santa Sede no tiene intereses políticos, económicos ni militares, por lo que puede ofrecer un lugar neutral, y unas instalaciones hermosas, para ambas partes. Sin embargo, la Santa Sede solo puede asumir el papel de mediadora si ambas partes lo solicitan o la invitan".

Desde el inicio de su pontificado, los llamados a la paz por parte de Leon XIV han sido constantes. "Llevo en mi corazón el sufrimiento del querido pueblo ucraniano", afirmó durante su primera bendición dominical en la Plaza de San Pedro. “Que se haga todo lo posible para alcanzar una paz auténtica, justa y duradera lo antes posible. Que todos los prisioneros sean liberados y que los niños regresen con sus familias”. Durante su ejercicio como obispo en Perú, coincidiendo con el inicio de la agresión rusa, ya describió abiertamente las acciones de Rusia como una "invasión imperial". Su primera llamada oficial conocida, ya como nuevo pontífice, y su primera reunión oficial, fueron ambas con Zelenski.

No es la primera vez que el Vaticano ha mediado entre conflictos. "Tenemos el ejemplo clásico entre Chile y Argentina en los años 70 y también el rol silencioso durante la crisis de los misiles en Cuba", subraya Massimo. Más recientemente, en 2019, Francisco besó los pies de los líderes enfrentados de Sudán del Sur en un gesto sin precedentes que impulsó la formación de un gobierno de unidad nacional. Cuatro años más tarde, el papa Francisco realizó una visita oficial al país.

Sin embargo, Faggoli recuerda que el trabajo más significativo del Vaticano en el contexto de la guerra en Ucrania "ha sido humanitario con la liberación de prisioneros y con la repatriación de cientos de niños ucranianos". Por ello, insiste en que "nunca se ha producido una negociación oficial en el suelo vaticano, al menos no públicamente", a pesar de que varias organizaciones católicas con sede en Roma han participado en procesos de paz exitosos en Mozambique o Argelia que "permitieron al Vaticano mantener una cierta negación plausible, apoyándolas sin implicación directa".

Foto: Las delegaciones ucraniana y rusa en Turquía en las conversaciones de paz previstas. (EFE/MINISTERIO TURCO DE ASUNTOS EXTERIORES)

Pero en la diplomacia existen obstáculos. En caso de que las negociaciones se lleven a cabo en la Santa Sede, un escenario que para el historiador resulta muy improbable, el Vaticano tendría que hacer frente a una serie de desafíos diplomáticos que por el momento no se han contemplado. Uno de esos escenarios implicaría el arresto del presidente ruso —si este decidiese viajar hasta allí, algo también poco probable— respondiendo a la orden de detención de la Corte Penal Internacional.

"El Vaticano no tiene aeropuerto, así que cualquier dirigente que visite debe entrar por territorio italiano", señala. "Eso implica, en el caso de Putin, que Italia estaría obligada a arrestarlo por orden de la Corte Penal Internacional", afirma. "El Vaticano, como entidad, no tiene ejército ni comercio: su capital es la reputación. Y eso lo obliga a evitar verse instrumentalizado por actores poderosos".

Sin embargo, los funcionarios italianos han recordado a las autoridades rusas que el Tratado de Letrán de 1929 obliga a Italia a garantizar el libre tránsito de las misiones diplomáticas hacia la Santa Sede, según explicó una fuente anónima familiarizada en las conversaciones de paz al The Washington Post. Aseguró, precisamente, que gracias a esta ley, la ministra de Cultura rusa, Olga Lyubimova, pudo acudir al funeral del papa Francisco.

"Nadie piensa seriamente que el Vaticano puede sustituir a Estados Unidos en esto"

Además, el resto de países europeos tendrían que permitir que los funcionarios rusos puedan sobrevolar el espacio aéreo. En el caso de Lyubimova, su avión se enfrentó a varios problemas técnicos que le obligaron a regresar. En su caso, el avión tuvo que tomar una ruta desde el norte de África que duplicó el tiempo del vuelo, de acuerdo con la misma fuente.

Son muchas las razones que hacen difícil pensar que el Vaticano vaya a adoptar una posición influyente dentro del proceso de negociación. A pesar de que el futuro de Trump como mediador dentro del proceso de paz es incierto, el experto en teología cree que "nadie piensa seriamente que el Vaticano puede sustituir a Estados Unidos en esto. El hecho de que ahora haya un Papa estadounidense ha hecho pensar a algunos que el Vaticano es más neutral que antes, pero dudo que eso forme parte de un plan de Trump".

En su opinión, el presidente de Estados Unidos "actúa más por instinto que por estrategia. No creo que el Vaticano pese tanto en sus cálculos como si podría pesar en los de Putin", concluye.

Parecía hasta fácil. "Antes incluso de llegar al Despacho Oval, poco después de que todos juntos ganemos la presidencia, habremos resuelto la terrible guerra entre Rusia y Ucrania. Se resolverá. La guerra terminará. Acabará en 24 horas, ya lo verán". Hace dos años, el entonces candidato republicano, Donald Trump, no dudó en prometer en uno de sus mitines que él sería capaz de acabar con la guerra en Ucrania, a diferencia del demócrata Joe Biden. "Conseguiré convencer a ambos. Conozco a Zelenski, conozco a Putin".

Vaticano Estados Unidos (EEUU)
El redactor recomienda