Trump desafía al presidente de Sudáfrica con falsas acusaciones de un "genocidio blanco"
Después de que el republicano ordenara "apagar las luces", Trump enseño una serie de vídeos de tumbas donde, según el mandatario, estarían enterrados "miles de agricultores blancos"
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El Despacho Oval vuelve a ser escenario de un 'enfrentamiento' entre dos líderes internacionales. A pesar de que los primeros minutos del encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa, fueron tranquilos —incluso el sudafricano bromeó con no poder regalarle un avión—, la escena no tardó en convertirse en un acorralamiento a la vista, una vez más, de todo el mundo.
Después de que el republicano ordenara "apagar las luces", Trump enseño una serie de vídeos de tumbas donde, según el mandatario, estarían enterrados "miles de agricultores blancos". Hubo también tiempo para enseñar a políticos negros pidiendo "matar a los bóeres (etnia neerlandesa)" o animando a perpetrar acciones contra la minoría blanca sudafricana. La retahíla de acusaciones no se quedó ahí. El presidente estadounidense también aprovechó para mostrar varios artículos que respaldarían sus acusaciones sobre que los granjeros blancos en Sudáfrica estarían siendo víctimas de un supuesto "genocidio". "Muerte, muerte, muerte", advirtió mientras hojeaba cada recorte. "Es muy fácil que los arresten rápido"
"Generalmente, son agricultores blancos que huyen de Sudáfrica, y es muy triste verlo", prosiguió. "Pero espero que podamos tener una explicación". Ramaphosa, sin embargo, se mostró tranquilo a las acusaciones de Trump y, sin levantar la voz o perder la compostura, le preguntó si sabía donde estaban exactamente esas tumbas: "me gustaría saberlo porque nunca lo he visto". Le aseguró, además, que no hay un "genocidio de afrikáners" en Sudáfrica y le pidió escuchar a la población de su país que le acompañaba como parte de su delegación, como Ernie Els o Retief Goosen (golfistas blancos de origen sudafricano), y así, deshacerse de esa idea.
Recordó que en Sudáfrica "la gente que lamentablemente es asesinada debido a la actividad criminal no solo son blancos. La mayoría son negros", añadió Ramaphosa, a lo que Trump le contestó que los agricultores en cuestión "no son negros".
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A pesar de este contexto, Ramaphosa intentó reconducir la reunión para abordar temas relacionados con los aranceles —al ser Sudáfrica uno de los países más perjudicados— y fomentar las relaciones comerciales para "restablecer la relación estratégica entre ambos países". El presidente sudafricano traía incluso una propuesta comercial que implicaban directamente a las empresas de Elon Musk. Pero, para Trump, discutir sobre las relaciones económicas no estaba en sus prioridades. Al menos de cara a la prensa.
La reunión se produce después de que Estados Unidos haya acogido en los últimos días a 50 sudafricanos blancos como refugiados que estarían siendo víctimas de "políticas raciales", algo que el Gobierno sudafricano ha desmentido. "Si hubiera un genocidio de granjeros 'afrikáners' te puedo asegurar que estos caballeros no estarían aquí, incluido mi ministro de Agricultura" (John Steenhuisen)", ha asegurado.
Según la Cámara de Comercio de Sudáfrica en EEUU, hay otros 70.000 'afrikáners' que se han interesado por refugiarse en Estados Unidos y, a ojos del Gobierno estadounidense, todos parecen ser bienvenidos. "Los afrikáners que huyen de la persecución son bienvenidos en Estados Unidos", aseguró, Marco Rubio, secretario de Estado. "El gobierno sudafricano ha tratado a estas personas de forma terrible, amenazándolas con robarles sus tierras privadas y sometiéndolas a una vil discriminación racial. La administración Trump se enorgullece de ofrecerles refugio en nuestro gran país".
En los últimos meses, Trump ha repetido de forma continuada que los agricultores blancos de Sudáfrica están siendo víctimas de un "genocidio" y ha insistido, adoptando el mismo argumento que Elon Musk, que el "país está fuera de control". Además, su Gobierno se ha negado a participar en los eventos del G20, que este año acoge Sudáfrica, hasta que se resuelva lo que considera un "genocidio" contra la población blanca sudafricana.
El Despacho Oval vuelve a ser escenario de un 'enfrentamiento' entre dos líderes internacionales. A pesar de que los primeros minutos del encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa, fueron tranquilos —incluso el sudafricano bromeó con no poder regalarle un avión—, la escena no tardó en convertirse en un acorralamiento a la vista, una vez más, de todo el mundo.