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Cómo China reclutó a la escolta del presidente de Taiwán: Pekín triplica sus operaciones en la isla
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BUSCAN SOLDADOS VULNERABLES

Cómo China reclutó a la escolta del presidente de Taiwán: Pekín triplica sus operaciones en la isla

Las actividades de los servicios de inteligencia chinos al otro lado del Estrecho taiwanés se han disparado, con arrestos incluso en círculos muy cercanos al poder. Esta efervescencia puede ser la señal de que se prepara algo más grande

Foto: El presidente taiwanés, Lai Ching-te, durante una visita a una base militar en Taipei, en marzo de 2025. (Reuters/Ann Wang)
El presidente taiwanés, Lai Ching-te, durante una visita a una base militar en Taipei, en marzo de 2025. (Reuters/Ann Wang)
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Un soldado se acerca a una casa de empeño para deshacerse de algún objeto de valor. Busca dinero rápido, que tanto necesita. Lo que no sabe es que la persona que ocupa el puesto comercial de enfrente, o el mismo perista, es un informante de los servicios de inteligencia chinos, que con esta acción le han identificado como alguien que cumple con el perfil que buscan: es parte de las fuerzas de seguridad taiwanesas, y tiene problemas económicos. Es un comienzo para empezar a trabajar, para determinar si puede tener otras vulnerabilidades, o tener una actitud favorable hacia Pekín, o es alguien dispuesto a corromperse. Si es un oficial de cierto rango, muchísimo mejor, pero si no, tampoco importa: siempre puede ascender en el escalafón. Y esto es una carrera a largo plazo.

La escena descrita arriba es una de las estrategias utilizadas de forma en los últimos años por el gobierno chino para reclutar agentes en Taiwán, una actividad que se ha disparado recientemente. Según un informe de la Oficina Nacional de Seguridad de Taiwán (una institución de seguridad a menudo descrita como “el FBI taiwanés”, a cargo de las operaciones de contrainteligencia) publicado en enero de este año, el número de individuos perseguidos criminalmente por espiar para China se ha triplicado, pasando de 16 en 2021 a 64 en 2024. “El Partido Comunista Chino continúa usando diferentes canales y medios para infiltrar todos los ámbitos para absorber ciudadanos que le ayuden a desarrollar redes o a reunir información sensible del gobierno”, dice el documento.

Foto: Agentes de la policía alemana. (EFE/Focke Strangmann)

De todos los casos del último año, 43 eran militares (15 veteranos y 28 en activo). Y lo más preocupante para Taipei: esta infiltración llega hasta lo más alto. Entre febrero y abril al menos cuatro miembros del gobernante Partido Democrático Popular (PDP) han sido detenidos por espiar para China, incluido un asesor del presidente Lai Ching-te, que informaba sobre los planes de viaje del mandatario taiwanés, y un asistente del director del Consejo de Seguridad Nacional. Y a finales de marzo, cuatro soldados fueron condenados por actividades similares, incluidos tres miembros del equipo de seguridad de la oficina presidencial.

Según la sentencia, estos soldados trabajaban para “unidades extremadamente sensibles e importantes, pero violaron sus deberes al aceptar sobornos, y robaron secretos al fotografiarlos”. Los militares habrían aceptado pagos de entre 260.000 y 660.000 dólares taiwaneses (7.850 a 20.000 dólares estadounidenses) por pasar información confidencial fotografiada con sus teléfonos móviles. Por esos hechos han sido condenados a entre 5 y 7 años de cárcel.

Gánsteres, sabotajes, influencers

“La recopilación de inteligencia china contra Taiwán y el reclutamiento de espías en Taiwán son constantes, incluso cuando la tensión disminuye. Sin embargo, es indudable que estos esfuerzos se han intensificado en los últimos años, a medida que Taiwán continúa desafiando los deseos de unificación de Pekín. Por lo tanto, la recopilación y el reclutamiento están aumentando, y los esfuerzos de contrainteligencia por parte de Taiwán también se han expandido a medida que la amenaza se ha vuelto mayor”, explica J. Michael Cole, antiguo oficial de inteligencia estadounidense y hoy analista senior del Global Taiwán Institute, con sede en Taipei.

Foto: El presidente de Taiwan, Lai Ching-te, durante la ceremonia de inauguración. (EFE/Ritchie B. Tongo)

El citado informe de la Oficina Nacional de Seguridad menciona algunas de las actividades de los servicios de inteligencia chinos en Taiwán, como el uso de grupos criminales y de templos locales para crear redes de colaboradores y utilizarlos como intermediarios para reclutar a otros espías. Algunos de los agentes ya detenidos tenían encomendadas acciones no especificadas de sabotaje, mientras que la tarea de otros sería la de izar banderas de la República Popular China en caso de invasión.

China “ha usado a gángsteres para reclutar a antiguos miembros del ejército retirados para que organicen a sus antiguos camaradas militares para establecer ‘equipos de tiradores’ y planificar misiones de francotiradores contra unidades militares taiwanesas y embajadas extranjeras”, asegura el documento. Del mismo modo, ha creado un sistema de bancos informales para otorgar préstamos a soldados en apuros financieros como los descritos más arriba, que ven cómo su deuda desaparece a cambio de proporcionar información valiosa, como la localización de bases y arsenales. Pekín también han cooptado a cantantes, ‘influencers’ y políticos para que difundan desinformación, expresen puntos de vista prochinos o suministren información de inteligencia.

La red Chen

“Normalmente, las actividades de inteligencia confidencial tardan mucho tiempo en dar lugar a un procesamiento, ya que los oficiales de contrainteligencia están ansiosos por obtener el panorama más completo posible de una ‘red de espías’, algo que los arrestos prematuros impedirían. Cuando se toma la decisión de realizar arrestos, significa que el personal de inteligencia ha concluido que tiene un panorama completo de esa red de espionaje en particular, o que la capacidad del objetivo o los objetivos involucrados para causar graves daños a la seguridad nacional es tal que deben ser detenidos”, dice Cole a El Confidencial.

Foto: El candidato Lai Ching-te durante la campaña electoral en Taiwán. (EFE/ Daniel Ceng)

Uno de los casos más espectaculares es de la red dirigida por el oficial Chen Yu-hsin, que coordinaba a una decena de soldados retirados o en activo, y que fue desmantelada en 2023. Tras retirarse dos años antes, este militar se había convertido en empresario y había empezado a viajar a China con frecuencia para hacer negocios, donde fue reclutado por los servicios de inteligencia del Ejército Popular de Liberación chino. Poco después, Chen reclutó a otro compañero recién retirado, el mayor Hsiao Hsiang-yun, quien a su vez se convirtió en un activo ojeador de soldados potencialmente útiles para el espionaje chino.

A algunos de estos militares de bajo rango se les pidió que grabasen vídeos en los que explicasen sus unidades y títulos profesionales y que anunciasen su voluntad de rendirse ante el ELP, presumiblemente para ser utilizados como parte de operaciones psicológicas en una futura invasión de la isla. Otros proporcionaron información sobre las capacidades del ejército taiwanés y otros secretos.

Robar un helicóptero

Uno de los soldados tentados por el dinero de Pekín fue el teniente coronel Hsieh Meng-shu, a quien Chen invitó a viajar a Tailandia, una de las localizaciones favoritas de los servicios de inteligencia chinos para este tipo de operaciones. Allí, dos generales del ELP le ofrecieron ayuda para que su mujer y sus hijos pudiesen salir de Taiwán y obtener visados tailandeses en caso de guerra. A cambio le pedían que robase un helicóptero CH-47 Chinook y lo llevase hasta un portaaviones que estaría desplegado en las aguas del Estrecho de Taiwán. Para engrasar la oferta, le prometieron un estipendio de 200.000 dólares taiwaneses (unos 6.250 dólares estadounidenses) al mes.

Foto: Barricadas en la playa de Kinmen, Taiwán. (Reuters/Joyce Zhou)

En un principio, Hsieh declinó la oferta, pero acabó aceptando cuando los oficiales chinos la elevaron a un total de 15 millones de dólares estadounidenses. Pero el plan fue frustrado por el Ministerio de Defensa y los servicios de contrainteligencia taiwaneses, que detectaron la existencia de esta red y, a raíz de la vigilancia de uno de sus miembros, acabaron por atrapar a todos ellos.

“La suma implicada parece apabullante, pero si sirve para demostrar un problema de lealtad a la causa taiwanesa, debilita la confianza en el ejército, y mancha su reputación, a China le merece la pena. Es un resultado que no tiene precio”, declaró el exgeneral Chang Yan-ting, el antiguo segundo oficial al mando de la fuerza aérea taiwanesa, al diario Le Monde cuando el caso se hizo público. Las deserciones de alto nivel como esta tienen, además, un efecto añadido: minar la determinación estadounidense de ayudar a Taiwán, que vería con mayor reticencia la idea de enviar a sus propios soldados a morir por una isla que ni siquiera sus propios habitantes parecen dispuestos a defender. Del mismo modo, la infiltración china entre las tropas taiwanesas hace que EEUU se resista a enviar tecnología militar de última generación a Taipei, por miedo a que acabe en manos de Pekín.

“Corroer desde dentro”

¿Indica este incremento que China está llevando a cabo preparativos para invadir la isla? Cole no cree que ese sea necesariamente el caso: “El espionaje de China contra Taiwán va mucho más allá de un escenario de invasión. Estos esfuerzos se dirigen a diversos sectores de la sociedad taiwanesa, desde agencias gubernamentales hasta el sector privado. Por razones obvias, el aparato de seguridad nacional y el ejército de Taiwán son los principales objetivos del espionaje chino, con el objetivo de recopilar la mayor cantidad de información posible sobre los planes militares, la preparación y la arquitectura de los sistemas de defensa de Taiwán”, indica.

Foto: Caza F-16V de la Fuerza Aérea de Taiwán. (Reuters/Ann Wang)

“No debemos concluir que un espionaje más agresivo es evidencia de que China se está preparando para una invasión; de hecho, la penetración agresiva del aparato de seguridad nacional de Taiwán y la cooptación de sus funcionarios podrían perfectamente formar parte de los esfuerzos en curso para evitar que China tenga que usar la fuerza militar contra Taiwán; en otras palabras, el objetivo podría ser corroer a Taiwán desde dentro para que la fuerza, con todo su potencial de catástrofe si un gobierno decide iniciar hostilidades armadas, no sea necesaria”, añade.

Una de las iniciativas puestas en marcha por Pekín para minar la autoridad de Taipei es la expedición de documentos chinos en secreto a miles de taiwaneses, por lo general nacidos en China y partidarios de una reunificación. Para atajar estas actividades, el gobierno taiwanés ha adoptado una serie de polémicas restricciones contra aquellos ciudadanos que posean esta doble identificación, ilegal bajo la legislación de Taiwán. También ha aprobado un incremento de la base salarial de los militares, para mitigar las tentaciones de corrupción, y algunas voces piden que se endurezcan las penas por espionaje. Mientras tanto, los espías de China siguen trabajando en las sombras.

Un soldado se acerca a una casa de empeño para deshacerse de algún objeto de valor. Busca dinero rápido, que tanto necesita. Lo que no sabe es que la persona que ocupa el puesto comercial de enfrente, o el mismo perista, es un informante de los servicios de inteligencia chinos, que con esta acción le han identificado como alguien que cumple con el perfil que buscan: es parte de las fuerzas de seguridad taiwanesas, y tiene problemas económicos. Es un comienzo para empezar a trabajar, para determinar si puede tener otras vulnerabilidades, o tener una actitud favorable hacia Pekín, o es alguien dispuesto a corromperse. Si es un oficial de cierto rango, muchísimo mejor, pero si no, tampoco importa: siempre puede ascender en el escalafón. Y esto es una carrera a largo plazo.

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