Alivio en Bruselas ante la victoria en Rumanía del candidato europeísta Nicusor Dan
Logra una ventaja de más de 7 puntos sobre el trumpista George Simion, ya imposible de remontar mediante el voto de una diáspora que en primera vuelta se volcó con este último
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La victoria del candidato europeísta Nicusor Dan en las elecciones presidenciales en Rumanía le da un respiro a una Unión Europea que, en esta ocasión, ha visto cómo la cuerda se tensaba demasiado. Alrededor de las nueve de la noche, con un escrutinio del 99,85% y ya sin posibilidad matemática para su rival, el ultranacionalista George Simion, de revertir el resultado a través del voto en el exterior, Dan se imponía con un 55% del voto emitido dentro del país.
Entre vítores de celebración y risas, coreando "Abajo el fascismo" y "Nicursor, Nicusor", un grupo de jóvenes, envueltos en banderas de la Unión Europea, hacían cola en una tienda de alimentación para comprar botellas de champán y cervezas y celebrar los resultados. No eran los únicos: en Bruselas, el alivio era palpable. "El pueblo rumano ha acudido masivamente a las urnas. Han elegido una Rumanía abierta y próspera en una Europa fuerte. Juntos, llevemos a cabo esa promesa", declaró Ursula von der Leyen en su mensaje de felicitación a Dan. Otros líderes europeos, como el polaco Donald Tusk o el letón Edgars Rinkevics, también enviaron inmediatamente sus congratulaciones al ahora exalcalde de Bucarest y nuevo presidente de Rumanía
Un matemático en Cotroceni
En la noche del domingo, Nicusor Dan salió a saludar a la multitud, desde el balcón del Hotel Cișmigiu, donde se encontraba la sede de campaña. Desde allí, se dirigió a los rumanos, entre ellos, a los que que no le habían votado: "Nuestro máximo respeto a quienes hoy y en la primera vuelta tuvieron una opción diferente. Tenemos que construir una Rumanía juntos, independientemente de las opciones políticas", expresó.
Nicusor Dan es un exprofesor de Matemáticas, con un doctorado en París. Ejerció de investigador matemático y activista cívico luchando contra la demolición de edificios históricos. Su incursión en la política fue hace diez años, cuando fundó la organización Unión para Salvar Bucarest, que después se convertiría en Unión para Salvar Rumanía (USR) y entró en el parlamento. En 2017, renunció al partido por diferencias políticas con algunos integrantes y conservó su escaño como independiente. Se presentó a las elecciones municipales en 2020 y 2024 y ha sido alcalde de Bucarest desde entonces.
Su familia procede del condado de Brasov. Su padre trabajaba en una planta química y su madre, que falleció en 2021, era contable. El propio Dan se define como “un niño tranquilo, tímido”. Ganó dos veces la Olimpiada Internacional de Matemáticas, como cuentan conocidos y familiares, en un vídeo de campaña, en el que han querido reflejar que procede de un entorno acomodado o, como él dice en el vídeo, “una familia normal”. Dan cuenta que tenían unas tierras donde su padre les llevaba a trabajar con la azada. “Cuando escucho la forma en que habla, la gente no olvidó dónde empezó”, dice en el vídeo Ghita, un amigo de la familia. Ahora, el nuevo inquilino del palacio de Cotroceni, tiene una árdua tarea por delante.
La (falsa) sombra del fraude
Los resultados finales siguieron como un espejo a los de las encuestas a pie de urna, que desataron el pánico en la campaña de Simion. Sin todavía haber empezado el escrutinio, Simion intentó adelantarse y levantar todo el polvo posible de la desinformación. "Somos los claros ganadores de estas elecciones. Es la victoria de Călin Georgescu", declaró el líder de AUR, apenas unos minutos después del cierre de los colegios electorales rumanos. "Soy el nuevo presidente de Rumanía". Era todo mentira y un desesperado intento por azuzar los fantasmas del pucherazo. Desde el imponente edificio del Parlamento rumano y al ritmo de la música a todo volumen de la canción YMCA (en un guiño trumpiano), Simion convocó a los periodistas para lanzar numerosas acusaciones de "fraude" sin contrastar, antes de autoproclamarse presidente de Rumanía.
Si hace seis meses el escándalo que llevó a cancelar las elecciones presidenciales rumanas e inhabilitar al candidato populista y prorruso Călin Georgescu salpicó a TikTok, en esta ocasión, el protagonista ha sido Telegram. Con el icono de una baguette en un mensaje, el fundador de Telegram, Pavel Durov, insinuaba en su red social que "un gobierno de Europa occidental" ('adivina cuál' + emoji de baguette), se habría puesto en contacto con la red social "para pedirnos que silenciemos las voces conservadoras".
A Western European government (guess which 🥖) approached Telegram asking us to silence conservative voices in Romania ahead of today’s presidential elections. I flatly refused. Telegram will not restrict the freedoms of Romanian users or block their political channels.
— Pavel Durov (@durov) May 18, 2025
Ese mensaje, ya negado por Francia, fue solo la excusa para plantar la semilla de la duda.
El líder de AUR, George Simion, dio una rueda de prensa durante el domingo en el que denunció "fraude electoral" y dijo que los resultados "no reflejan la realidad". El gobierno rumano ha negado las acusaciones en un comunicado: "Observamos con preocupación que las publicaciones que se han vuelto virales en las redes sociales están contribuyendo a una campaña agresiva para difundir noticias falsas sobre el proceso electoral en curso en Rumanía", afirmaban. En sus redes, anteriormente había asegurado que hay "más de 1.000 personas haciendo cola en la diáspora para votar (…) que se han quedado sin papeletas", o que "hay muchos muertos en las listas electorales rumanas".
"Ningún otro propietario de plataformas sociales, ni siquiera Elon Musk, que es muy expresivo cuando se trata de voces conservadoras, ha tenido un comportamiento así, apuntando directamente a todos los usuarios que hablan rumano, tanto de Rumanía como de Moldavia", señala Eena Calistru, de la organización prodemocracia Funky Citizens, quien afirma que anteriormente ya se había visto esta narrativa sobre la presunta interferencia de Macron en entrevistas que Simion ha dado a medios franceses.
Y, ¿ahora qué?
Ya tras conocerse la victoria de Dan, el intento de Simion de autoproclamarse presidente antes de tiempo y acusar a Estados externos de interferencia electoral hacían temer una situación volátil. Rumanía es, ahora mismo, el punto más débil de la arquitectura europea y las narrativas de que la Unión es presuntamente "antidemocrática", que no respeta la voluntad del pueblo y demás, serán utilizadas por numerosos actores, desde Moscú al vicepresidente de Estados Unidos, JD. Vance, y toda la ultraderecha europea.
¿Qué pasará a partir de este lunes, 19 de mayo, en Rumanía? "Lo que veremos es una validación de las elecciones por parte de nuestras autoridades y, en consecuencia, el inicio de los procedimientos para la juramentación del nuevo presidente, concretamente del presidente Dan", explica el analista político rumano Radu Magdin, de la consultora Smartlink. Magdin dice que, con este amago de sembrar dudas sobre los resultados, Simion ha optado por un camino "similar al que eligió el presidente Trump en 2020", pero que no era seguro que esto le ayudase dentro de cinco años. Sobre todo, porque las teorías conspirativas que él y Georgescu crearon "claramente no son del agrado de la clase media rumana, la clase media urbana, que salió masivamente a votar en estas elecciones".
En todo caso, ante la enorme ventaja lograda por su rival, Simion ha optado durante la noche por reconocer finalmente los resultados electorales, despejando el temor a que un movimiento organizado de protesta liderado por su movimiento tratase de desestabilizar Rumanía.
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Preguntado antes de conocerse los resultados, Magdin declaró que no esperaba en ningún caso una nueva anulación, "de ninguna manera". Dice que las autoridades rumanas han tomado medidas extraordinarias para que se proteja el proceso y, por supuesto, no tengan que volver a cancelarse las elecciones. "La imagen de Rumanía ya ha pagado un precio grande por la anterior anulación", advierte. Los siguientes pasos ahora son que el próximo presidente jure el cargo e inicie consultas para la formación de un gobierno con base en una mayoría parlamentaria. Si no la hay, "intentará implementar reformas en el gobierno, porque necesitamos reformas, incluyendo el pago de nuestra deuda, incluso si se trata de un gobierno minoritario", concluye Magdin.
Durante la jornada de votación, "patriota" y el "único candidato del pueblo" eran los adjetivos reiterados entre los múltiples votantes de Simion frente a la escuela 136 del barrio de Ferentari, una de las zonas más deprimidas de Bucarest. En una calle de talleres de coche por lo que pasa el tranvía, en este colegio electoral, familias enteras —algunos con bolsas de la compra—, abuelos con niños y grupos de amigos entraban y salían, en un ajetreo constante. "Hay al menos el doble de gente", estimaba un miembro de la mesa, que había hecho una pausa para fumar. Más tarde, las cifras confirmaban sus pronósticos: a las 19 horas habían votado 10,7 millones de personas, más de 2,2 millones más que en la primera vuelta.
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Los rumanos que han optado por la opción soberanista lo han hecho "porque no es del sistema", resumía Stefan, de 58 años, del barrio Ferentari, con una sudadera con la bandera de Rumanía. O "porque es un rumano muy rumano", en palabras de Lucian, un conductor de Bolt de 40 años, con camiseta negra de Los Ángeles, que matizaba que había votado a Simion esperando que “gobierne para la gente pobre”. O simple y llanamente, porque "Rumanía lleva jodida 30 años", espetaba, tajante, un hombre con chaqueta de chándal, que caminaba con la mochila de su hijo a la espalda.
Los que han optado por el candidato del sistema, o como lo denomina Flori, de 32 años, "la opción normal", lo han hecho "porque hemos elegido Europa", dice en voz baja. Tanto ella como sus progenitores votaron por el alcalde de Bucarest. Marian dice que “la gente está manipulada”.
Respecto a la campaña del líder de AUR, basada en las tradiciones y la fe, Flori cree que "la religión debe quedarse fuera de la política" y dice que tiene un poquito de miedo, "pero espero que la gente despierte".
La difícil tarea de preservar el statu quo
El resumen de estas elecciones puede que lo haya hecho, sin querer, Alex, de 45 años, que mientras esperaba a su esposa para votar, aún no sabía a quién: "Todavía no sé si votaré nulo, marcando las dos opiniones, o votaré por Nicusor Dan", aseguraba, minutos antes de entrar su colegio electoral en el centro de Bucarest. Explicaba que estaba cansado "de este patrón que ocurre en Rumanía, cada cinco años, cuando hay elecciones, y, absolutamente siempre, afirman que ocurrirá algo muy malo si no se elige al candidato adecuado".
"Estoy un poco cansado de estos escenarios centrados en el miedo en vez de en las soluciones", afirmaba. "Y estamos tratando de mantener el statu quo, lo cual siempre es bastante difícil", añadía. El otro problema para Alex es que, en su opinión, "se cancelaron las elecciones [en las que ganaba el candidato prorruso, entre acusaciones de interferencia electoral] sin un motivo real". Y, "al mismo tiempo, el otro tipo, es un populista que me gusta, demasiado extremista". Así que, mientras esperaba a su mujer, decidía qué hacer. Al final, razonaba, que ni uno ni otro harán gran cosa, porque Rumanía es una república más parlamentaria, "así que nos gobierna el parlamento".
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Sofía y Vlad, pareja de pasados los sesenta, solo piden "normalidad, lo que significa tener una vida decente", matizaba Sofía, "y tener derecho a viajar e información veraz". La arquitecta aseguraba que entendía que la gente está harta de los partidos que han gobernado Rumanía desde los 90 y, por eso, mucha gente ha votado por Simion, "porque dice que hará cosas que no puede hacer".
Desde el punto de vista de la geopolítica, se temía que Rumanía —vecina de Ucrania con un papel geoestratégico clave en el suministro de armas, bases militares y tránsito de grano— podía dar un giro de trayectoria. Ante la victoria de Dan, el profesor de Diplomacia Digital en la Universidad de Oxford, Corneliu Bjola, pronosticaba que Rumanía continuaría su alineación estratégica con la OTAN y la UE. "Rumanía ha desempeñado silenciosamente un papel fundamental junto a Polonia en el apoyo a Ucrania, donando un sistema Patriot, albergando logística militar y garantizando el tránsito seguro de granos", afirma Bjola. Dice que estos pasos no han sido altruistas; están basados en el interés nacional. "Si Simion gana, entraremos en un territorio mucho más oscuro", anticipaba a El Confidencial. Explicaba que la intención de Simion de remplazar a Călin Georgescu y su ideario, "señala una posible ruptura geopolítica". Y añadía que estas elecciones del 18 de mayo, no solo trataban de un liderazgo interno, sino si Rumania seguirá siendo un pilar de la seguridad euroatlántica. Los resultados parecen disipar esos miedos, al menos por ahora.
La victoria del candidato europeísta Nicusor Dan en las elecciones presidenciales en Rumanía le da un respiro a una Unión Europea que, en esta ocasión, ha visto cómo la cuerda se tensaba demasiado. Alrededor de las nueve de la noche, con un escrutinio del 99,85% y ya sin posibilidad matemática para su rival, el ultranacionalista George Simion, de revertir el resultado a través del voto en el exterior, Dan se imponía con un 55% del voto emitido dentro del país.