Es noticia
Portugal se 'españoliza': dentro de la debacle política del antiguo bastión socialista
  1. Mundo
'saudade' de un pasado mejor

Portugal se 'españoliza': dentro de la debacle política del antiguo bastión socialista

Los portugueses salen a votar este domingo en las terceras elecciones anticipadas en tres años y dejando atrás esos años en los que el país era conocido por su estabilidad política

Foto: Luís Montenegro, en el cierre de la campaña electoral de los comicios de este domingo 18 de mayo. (EFE/Miguel A. Lopes)
Luís Montenegro, en el cierre de la campaña electoral de los comicios de este domingo 18 de mayo. (EFE/Miguel A. Lopes)
EC EXCLUSIVO

En la recta final de las elecciones de Portugal, se puede hablar de todo menos de las elecciones de Portugal. Desde la víspera de los comicios de este domingo, tanto los votantes como los políticos están inmersos en la jornada de reflexión que las autoridades se toman muy en serio. Los periódicos y las televisiones no pueden informar sobre las proyecciones de voto ni hacer un análisis sobre la actualidad política. Los candidatos solo pueden hacer un llamamiento al voto, pero no pueden llevar a cabo actos de campaña. Y los ciudadanos deben tener mucho cuidado con la información que publican en redes sociales y que pueda considerarse propaganda de uno de los partidos. Es una medida incluida dentro de la Ley Electoral y que prevé penas de prisión de hasta seis meses, además de multa de 500 euros a 5 millones de euros.

Andreia Gomes, una empresaria portuguesa de 42 años, acepta hablar con este periódico con la condición de no hacerlo mucho sobre la política del país horas antes de votar en las elecciones parlamentarias de este domingo. "Estamos en un momento complicado y las cosas han cambiado mucho en los últimos tres años. La verdad, no sé cómo saldremos de esta crisis". Gomes no da su opinión sobre las propuestas de los partidos, aunque reconoce que por ahora, "no veo que ninguno pueda devolvernos la estabilidad".

La portuguesa hace una tímida referencia a la debacle política en la que se ha sumido el país luso y que ha llevado a que este domingo se celebren las terceras elecciones anticipadas en tres años. Poco más de un año después de que el conservador Luís Montenegro ganara las elecciones con su Alianza Democrática (AD), su integridad fue puesta contra las cuerdas por un conflicto de intereses relacionado con su consultora Spinumviva, ahora gestionada por su familia y cuyos clientes incluían varias empresas con contratos gubernamentales.

Montenegro ha negado cualquier irregularidad y sobrevivió a varias mociones de censura pero, finalmente, dimitió tras perder una moción de confianza el pasado marzo. Desde la campaña electoral del año pasado a esta han cambiado pocas cosas en Portugal. La crisis de la vivienda, la inmigración y el empeoramiento de servicios públicos como la sanidad siguen marcando el debate, los candidatos son los mismos y las posibilidades de que uno de los partidos consiga una mayoría absoluta en el Parlamento son mínimas. Este 2025, la diferencia es un aumento de las tensiones entre las diferentes formaciones que pueden poner todavía más difícil la formación de un Gobierno. Ahora, Portugal comparte una realidad política que la acerca al de socios europeos como España e Italia.

"Los últimos acontecimientos han llevado a Portugal a un período de inestabilidad al que no se llegaba desde la transición a mediados de los años 70. Estados en un escenario de crisis en la que los principales partidos no están ofreciendo una solución. Y dato significativo en este sentido es que en las elecciones de 2024 el Parlamento fue el más fragmentado desde 1985", afirma David Veloso, investigador y politólogo de la Universidad de Lisboa, en entrevista con El Confidencial.

Quedan ahora muy lejos fechas como abril de 2023, cuando el Partido Socialista portugués celebraba su 50 aniversario acompañado de figuras políticas como Pedro Sánchez. Ya en ese momento, la socialdemocracia vivía tiempos difíciles y gobernaba solo en algunos países europeos. La mayoría absoluta de António Costa en 2022 fue un golpe de aire fresco para las formaciones pero que, finalmente, duró poco. Meses después de ese evento en el que Pedro Sánchez describía a Portugal como "el bastión de todo el socialismo europeo", Costa renunciaba tras verse envuelto en una investigación relacionada con tráfico de influencias, corrupción y prevaricación en proyectos energéticos. Con su dimisión, se ponía fin a ese bastión socialista, pero también a la estabilidad política por la que Portugal había sido reconocida durante años.

"Las formaciones empezaron a crear alianzas tras la caída de Costa que fragmentaron el Parlamento. Por eso el peso de los votos a los grandes partidos se ha reducido y dejamos atrás el tradicional bipartidismo por la entrada de un tercer actor, el partido de extrema derecha Chega!", explica Veloso.

Chega! marca el final de la campaña

El candidato de la formación extremista, André Ventura, es un abogado conocido por su discurso en muchas ocasiones demagogo. Excomentarista de fútbol, ​​ha conseguido explotar el discurso antimigratorio y contra las consecuencias de los tiempos de austeridad durante su campaña electoral. Y se ha posicionado como uno de los mayores beneficiarios de la crisis política en Portugal. En 2019, Chega! obtuvo un escaño en el Parlamento y el 1,4% de los votos. El año pasado, el partido llegó al 18% del apoyo en las urnas y 50 escaños.

En las elecciones de este domingo, se espera un porcentaje parecido que el año pasado (el 17%, según los sondeos), por detrás del 26% del Partido Socialista de Pedro Nuno Santos y, a la cabeza, el 33% de Luís Montenegro y su Alianza Democrática (AD).

Aunque Chega! consiguiera más apoyos que el año pasado, sus posibilidades de gobernar son mínimas por el "cordón sanitario" al que se han comprometido las formaciones portuguesas. Al igual que en Alemania, con la famosa 'Brandmauer' contra Alternativa para Alemania (AfD), los líderes portugueses se han unido para evitar que la extrema derecha llegue al poder.

Sin embargo, para André Ventura, esta campaña electoral puede considerarse ya un éxito. "Ha conseguido poner la inmigración en el centro del debate, con discursos de otros partidos de extrema derecha que se mimetizan con los de otros países como España, Francia, Italia o Alemania", sostiene Pedro Gois, director científico del Observatorio de Migraciones y catedrático de la Universidad de Coímbra.

"Es una estrategia vencedora porque a pesar de que ha habido un aumento de la inmigración en Portugal, se ha conseguido posicionar como una amenaza para el país y con el foco también en redes sociales, donde es más fácil conquistar a la gente más joven", continúa Gois.

Foto: El líder del partido de ultraderecha Chega, André Ventura, en el último día de campaña electoral. (Reuters/Violeta Santos Moura)

Por otro lado, el final de la campaña electoral estuvo marcado por las hospitalizaciones de André Ventura por un espasmo esofágico que le ha obligado a abandonar antes los actos oficiales celebrados esta semana. El candidato ha publicado varios vídeos en redes sociales desde el hospital y ha sido foco de polémica por estar en una habitación de hospital sin que su estado de salud fuese grave. Una situación que Ventura aprovechó para ahondar en uno de sus ya clásicos ataques contra la etnica gitana. "¿Qué querían? ¿Que los gitanos me matasen en un pasillo?", dijo.

Pero si por algo se jacta el candidato de Chega! es por llevarse a la máxima expresión el concepto de que lo importante es que hablen de él, "no importa si bien o mal". Una estrategia que ha conseguido posicionar a su partido como la tercera fuerza de un país que había conseguido escapar, hasta hace poco tiempo, de la amenaza de la ultraderecha que ya campaba a sus anchas en otros países europeos.

Todos los escenarios (malos) para Portugal

Para David Veloso, la crisis política en Portugal no se acabará este domingo. El politólogo visualiza varios escenarios sobre el resultado de los comicios en los que se elegirá al primer ministro. Pero ninguno de ellos contiene la receta definitiva para que el país luso vuelva a ser conocido por su estabilidad.

El primero de ellos es el que vaticinan también los sondeos y que supone que la situación siga igual: Luís Montenegro sería reelegido primer ministro, el Partido Socialista quedaría en segundo lugar y Chega! como tercera fuerza. "Esto abre la puerta a que la crisis se agrave, será un golpe para una política que no ha sido capaz de resolver los desafíos actuales", afirma Veloso.

Foto: El líder de la ultraderecha portuguesa, André Ventura, durante la campaña presidencial. (EFE/Octavio Passos)

En otro de los escenarios, la coalición de Montenegro no tiene la mayoría para gobernar. "Eso supondría una fragmentación todavía mayor del voto en la que claramente Chega! se vería reforzada e intentaría hacer todo lo posible para boicotear un nuevo liderazgo de los otros partidos", continúa el investigador. Una derrota significativa del Partido Socialsita y de Pedro Nuno Santos tampoco sería una buena idea porque provocaría la dimisión de su líder y una oposición socialista sin liderazgo frente a la fuerte presencia política de André Ventura. "Son escenarios que abren solo las puertas a más inestabilidad. Ahora mismo, ningún sondeo actual permite analizar un futuro en Portugal que no esté dominado por la crisis", concluye David Veloso.

Desde Lisboa, Andreia Gomes, a pesar de no poder dar una opinión clara sobre la política de su país en la víspera de las elecciones de este domingo, resopla cuando piensa en la Portugal que vendrá a partir de este lunes. "Hay muchas cosas en las que pensar. En los problemas que tenemos, como el aumento de los precios de la vivienda, pero también en qué podemos hacer para volver a tener lo que teníamos. Es un sentimiento que también creo que tiene que ver con nuestra forma de ser, la saudade. Y hoy no puedo hablar por la jornada de reflexión, pero a partir de mañana habrá mucho de lo que hablar en este país".

En la recta final de las elecciones de Portugal, se puede hablar de todo menos de las elecciones de Portugal. Desde la víspera de los comicios de este domingo, tanto los votantes como los políticos están inmersos en la jornada de reflexión que las autoridades se toman muy en serio. Los periódicos y las televisiones no pueden informar sobre las proyecciones de voto ni hacer un análisis sobre la actualidad política. Los candidatos solo pueden hacer un llamamiento al voto, pero no pueden llevar a cabo actos de campaña. Y los ciudadanos deben tener mucho cuidado con la información que publican en redes sociales y que pueda considerarse propaganda de uno de los partidos. Es una medida incluida dentro de la Ley Electoral y que prevé penas de prisión de hasta seis meses, además de multa de 500 euros a 5 millones de euros.

Portugal
El redactor recomienda