El lado más deportivo del nuevo papa León XIV: "Me considero un tenista aficionado"

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El papa León XIV ha mostrado una cara poco habitual en los inicios de su pontificado: su pasión por el tenis. En una entrevista publicada hace casi dos años por La Orden de San Agustín, confesó que echa de menos este deporte. “Me considero un tenista aficionado”, señaló, recordando que desde que dejó Perú apenas ha tenido ocasión de practicarlo. Aun así, mantiene intacto el deseo de volver pronto a la pista.

Además del tenis, el pontífice expresó su gusto por otras actividades que cultivan cuerpo y espíritu. Dijo disfrutar de la lectura, los paseos y los viajes, así como del contacto con la naturaleza. Mencionó que le agrada conocer lugares distintos y disfrutar del campo cuando se le presenta la oportunidad. Estas preferencias reflejan una forma de descanso centrada en lo sencillo. Todo ello forma parte de una rutina pausada que contrasta con el ritmo del Vaticano.

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En esa misma conversación, el papa destacó el valor de las relaciones personales en su vida cotidiana. Relató que encuentra un gran placer en relajarse con amigos y conocer personas de perfiles diversos. “De cuyos dones aprendo y aprecio sobremanera”, afirmó. Subrayó que compartir lo vivido con otros ha sido uno de los mayores regalos recibidos. Una visión en línea con su formación agustiniana, que pone en el centro la vida en comunidad.

León XIV también reflexionó sobre la amistad como una experiencia esencial de fe. Dijo que descubrir ese don remite directamente a la figura de Jesús. A su juicio, tener amistades auténticas a lo largo de la vida es una bendición. “Creo que ese es uno de los dones más maravillosos que Dios nos ha dado”, señaló. Sus palabras revelan a un papa que combina espiritualidad con cercanía, y que no renuncia a las pequeñas cosas que dan sentido al día a día.