El cardenal argentino Rossi: "Después de Francisco, habría que ser muy necio para dar marcha atrás"
Francisco le hizo cardenal en 2023, así que Ángel Sixto Rossi será uno de los 133 purpurados procedentes de 71 países que, a partir de este miércoles, se encerraran en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo papa
- Robert Prevost nuevo papa: fumata blanca, cónclave 2025, quién es, elección en directo
- La Iglesia queda en manos de León XIV, un papa de todas las Américas para un mundo nuevo
- El padre Prevost 'Bob': un papa estadounidense 'en español', misionero y continuista con Francisco
- El lado más deportivo del nuevo papa León XIV: "Me considero un tenista aficionado"
"¿Papa yo? ¡Papa frita!". La muy espontánea respuesta del cardenal argentino Ángel Sixto Rossi (Córdoba, 1958) al ser preguntado hace unos días por la posibilidad de convertirse en el nuevo pontífice ha dado la vuelta al mundo.
Pero la naturalidad y el sentido del humor no son las únicas cualidades en las que Rossi, de 66 años, está en sintonía con su compatriota Jorge Bergoglio, con quien compartió residencia durante ocho años siendo novicio y de quien fue su alumno en el seminario. Como Francisco, también él es jesuita y también él dedica una especial atención a los más necesitados. La prueba es que en 1992 creó Manos Abiertas, una fundación que ayuda a las personas más pobres y vulnerables con alimentos y ropa y que ya está presente en 12 ciudades argentinas.
Francisco le hizo cardenal en 2023, así que Ángel Sixto Rossi será uno de los 133 purpurados procedentes de 71 países que, a partir de este miércoles, se encerraran en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo papa. Nos recibe en la Curia General de los Jesuitas en Roma.
PREGUNTA. ¿Cómo se enteró de la muerte del Papa Francisco?
RESPUESTA. Me llamó un periodista a las 5.20 de la mañana de Argentina, yo estaba durmiendo y me avisó de que Francisco había fallecido.
P. ¿Qué legado deja Francisco?
R. Francisco era un hombre de Dios, un hombre de una inmensa riqueza espiritual. Y era además un padre, un profeta. Deja un ejemplo de coherencia y de vida, de mucha santidad en lo espiritual y de mucha coherencia en lo humano. Francisco deja un legado de gestos grandes, de gestos en muchos casos gigantescos, asteróicos. Yo destacaría de Francisco dos grandes cosas que, sin ser exclusivas de él, yo en pocos he visto tan desarrolladas. La primera es la misericordia, la capacidad de compasión ante la fragilidad humana. Francisco siempre dijo, incluso a sus enemigos, que si algún día tocaban fondo, pero requete fondo, y necesitaban ayuda, que no dudaran en pedírsela al papa, y aunque fueran sus peores enemigos les cuidaría como una madre. Eso es Francisco, yo lo he visto y doy testimonio de su enorme sentido de la misericordia, Francisco nunca se escandalizó de la fragilidad humana. Y lo segundo es la caridad, una caridad silenciosa, que raya lo heroico y hecha con mil gestos, con gestos que van desde lo más sencillo hasta gestos realmente hondos. El último gesto grande que tuvo en ese sentido quizás fue cuando en abril pasado envío cuatro ambulancias a Ucrania. Pero eso no es un invento de Francisco, Jorge Bergoglio fue siempre así. Francisco heredó esa misericordia y ese sentido de la caridad de Jorge Bergoglio.
P. Hablando de los enemigos de Francisco, ¿es un papa que algunos no han sabido entender?
R. Eso le pasa a quien vive el Evangelio, al tal Jesús le pasó lo mismo. Y quien se anima a seguir el mismo tranco no es menos discípulo que el maestro, dijo el Señor, así que sería mal signo de que todos le entendieran. Yo digo que Francisco montó el Evangelio a pelo, no le puso aperos, no lo suavizó. Y a los mediocres, en los cuales a veces uno mismo se tiene que incluir, nos incomoda alguien así porque nos interpela, preferimos a alguien que no sea tan osado, no vaya a ser que tengamos que hacer nosotros lo mismo.
P. ¿Cree que puede haber algún retroceso en el camino que trazado por Francisco, que el siguiente papa podría dar marcha atrás en algunas de sus reformas?
R. Objetivamente podría haber retrocesos, pero yo creo y espero que no. Hay un antes y un después de Francisco, y que habría que ser muy necio para recular, como decimos en criollo. Francisco ha abierto sendas y caminos, y creo que sería mala idea no seguir por ellos. Necesitamos un papa que tenga el valor de continuar la obra de Francisco. Eso no significa que el nuevo papa tenga que ser igual que Francisco, pero no aprovechar el camino abierto por él casi raya en la necedad.
P. En los últimos años, la Iglesia en España ha ganado fieles, sobre todo entre los jóvenes. ¿Es gracias a Francisco?
R. Sí. Hay mucha gente que se ha sentido abrazada por este papa. Francisco no era tanto un papa de frases abstractas, sino abrazos de padre.
R. En las congregaciones generales sabemos que ha habido alguna que otra intervención crítica contra Francisco.
R. Bueno, se respeta pero es triste. En vida algunos no le decían cosas que ahora se atreven a decirle una vez muerto, y a veces en términos que en algunos casos rayan lo miserable.
P. ¿Está empezando ya a despuntar las cualidades que debe reunir el nuevo papa?
R. Sí, al ir charlando, al ir escuchando, uno va pispeando, va intentando encontrar el rostro que coincida con lo que uno supone que debe ser la figura del nuevo papa. Al ir conversando, intercambiando, necesariamente vas sospechando quién podría ser el más parecido a lo que uno cree que es necesario para dar respuesta a la Iglesia de hoy y al mundo de hoy. Porque el papa Francisco en algunos aspectos ha sido más líder del mundo que de la Iglesia.
P. Se dice que hay polarización en la Iglesia. ¿La hay?
R. Sí, no diría que monstruosa pero la hay. Hay polarización en el sentido de que hay distintas opiniones, pero me parece que no ese es el espíritu que cunde en las reuniones de las congregaciones generales. Yo diría que la polarización responde más a individualidades que a posturas gruesas. Al menos yo lo advierto así.
P. Los 133 cardenales que elegirán al próximo pontífice proceden de 71 países, este será el cónclave más internacional de la historia. Y, sin embargo, se habla de la posibilidad de que vuelva a ser un italiano el que lleve las riendas de la Iglesia. ¿Usted lo ve factible?
R. En este cónclave hay representados países impensados en otra época, ese es también un legado de Francisco. Yo creo que el tema acá no es geográfico, da igual que sea italiano, chino o de donde venga. Lo importante no es el mapa, sino el espíritu. Lo que marca la diferencia no es de dónde sea, sino qué es lo que piensa y qué es lo que desea para la Iglesia.
R. ¿Cuáles son los mayores retos que tendrá que afrontar el nuevo Papa?
R. Creo que uno de los retos es la paz, el gran dolor que se llevó a la tumba el papa Francisco. Francisco siempre dijo bien clarito que la guerra, toda guerra, es siempre miserable, que toda guerra está perdida de antemano por el solo hecho de comenzarse. La razón de la guerra, más que religión, más que de geopolítica, en el fondo es el bolsillo de algunos pocos, Francisco lo dijo bien clarito. Hay que pensar que con el 10% de lo que se invierte en armas se termina con el hambre en el mundo, según dicen algunos. Con eso ya está todo dicho.
P. ¿Tiene la sensación de que será un cónclave rápido?
R. No lo sé, sinceramente. No me atrevería a decir rotundamente ni si será largo ni corto, pero me inclino más a que será discretamente corto.
- Robert Prevost nuevo papa: fumata blanca, cónclave 2025, quién es, elección en directo
- La Iglesia queda en manos de León XIV, un papa de todas las Américas para un mundo nuevo
- El padre Prevost 'Bob': un papa estadounidense 'en español', misionero y continuista con Francisco
- El lado más deportivo del nuevo papa León XIV: "Me considero un tenista aficionado"
"¿Papa yo? ¡Papa frita!". La muy espontánea respuesta del cardenal argentino Ángel Sixto Rossi (Córdoba, 1958) al ser preguntado hace unos días por la posibilidad de convertirse en el nuevo pontífice ha dado la vuelta al mundo.