Italia también vivió un apagón masivo hace 22 años: "Fue el caos. El país se paralizó"

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En la madrugada del 28 de septiembre de 2003, Italia quedó literalmente sumida en la oscuridad. Lo que parecía en un principio una falla eléctrica normal acabó convirtiéndose en el mayor apagón de la historia de Italia y uno de los más importantes de Europa en las últimas décadas. En total, 56 millones de personas estuvieron afectadas por el apagón masivo. Dos millones más que las que se calculan en el corte de electricidad de este lunes en España.

No hay todavía una teoría que explique el apagón. Red Eléctrica, el encargado de operar el sistema eléctrico español, espera una restauración total de todo el sistema en un plazo de entre seis y 10 horas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha limitado a decir que se arreglará "pronto". En Italia, la población tuvo que esperar dos días hasta que se restableció toda la red. "Han pasado 22 años, pero recuerdo bien lo que pasó. Por la mañana, el despertador eléctrico junto a la cama estaba apagado. La luz no se encendía. La nevera estaba apagada", explica Jacopo Giliberto, periodista italiano especialista en energía que cubrió toda la crisis energética en 2003.

En el momento en el que Italia se quedaba a oscuras, en Roma se celebraba la primera edición de la fiesta llamada Noche Blanca: las tiendas de la capital abrían hasta altas horas de la noche y se organizaron varios eventos con motivo de la celebración cultural. De repente, a las 3:30 de la mañana, la fiesta se fundió a negro, cientos de personas quedaron encerradas en el metro y Noche Blanca se convirtió en la Noche Negra.

La causa del accidente tuvo lugar media hora antes del gran apagón en la línea de alta tensión de Lukmanier, entre Suiza e Italia. Un árbol se cayó por una tormenta e impactó contra el cableado, lo que provocó su desconexión automática. Italia, en ese momento muy dependiente de la electricidad de Suiza y Francia, tuvo una sobrecarga en las líneas interconectadas y se produjo en efecto dominó que provocó el gran apagón.

Todo el país sufrió las consecuencias, a excepción de la isla de Cerdeña porque tiene una red eléctrica independiente. Es el mismo caso que las islas Canarias, que no están conectadas al mismo sistema de la Península Ibérica y tampoco han sido víctimas de la caída de la red eléctrica.

Jacopo Giliberto explica a El Confidencial que casos como el de Italia de 2003 muestra que la población no es consciente de la fragilidad de la red eléctrica ni de cómo funciona y se gestionan las emergencias en las redes interconectadas. Las redes eléctricas modernas están cada vez más interconectadas y son más complejas, lo que dificulta la predicción de fallos como este. La mayor parte de Europa funciona actualmente con una enorme red eléctrica interconectada, una de las mayores del mundo, que abastece a más de 400 millones de clientes en 24 países, informa la BBC. "Cada elemento de la red debe mantener el voltaje y la frecuencia correctos, en paralelo con el resto de la red. Es como un sistema circulatorio que pulsa con la misma frecuencia y la misma presión".

El periodista añade que si la frecuencia o el voltaje caen, "los elementos de la red [conductores, centrales eléctricas, estaciones de transformación eléctrica, etc.] se desconectan automáticamente de la red en cuestión de segundos y se protegen". Si no se gestiona bien, continúa, este sistema de desconexiones y protecciones automáticas e instantáneas produce un efecto dominó que hace que todo el sistema se caiga.

El apagón de 2003 fue uno de los principales motivos para que Italia llevara a cabo una inversión en la red y una política de construcción de nuevas centrales eléctricas para contar con un mayor número de plantas de reserva. "Y, sobre todo, se examinaron y renovaron los procedimientos de gestión de apagones", sostiene Giliberto, que ahora dirige un pequeño periódico centrado en temas de energía y medio ambiente llamado e-gazette.

Vivir a oscuras

Respecto a la caída de electricidad en España de este lunes, Pedro Sánchez ha afirmado que todavía se están estudiando las causas y que no han descartado ningún escenario. "Es mejor no especular", dijo en una rueda de prensa. António Costa, presidente del Consejo Europeo, descartó por el momento la opción de un ciberataque, una de las hipótesis que se barajan. El político escribió en redes sociales que "los operadores de la red en ambos países están trabajando para encontrar la causa y restablecer el suministro eléctrico". "En este momento no hay indicios de ningún ciberataque", añadió el portugués.

Hasta que se esclarezcan las causas, el Gobierno de España ha pedido evitar desplazamientos, usar los móviles solo para llamadas breves, no colapsar los servicios de emergencia y seguir exclusivamente información oficial. Un anuncio con muchas similitudes al que hizo Italia en 2003. En ese caso, el restablecimiento de la red fue gradual y las ciudades y pueblos tuvieron a tener luz entre las 9 horas y los dos siguientes del apagón masivo.

Desde Italia, Jacopo Giliberto ha seguido la caída de toda la red eléctrica en España. Afirma que hay muchas similitudes y que el caso de este lunes podría ser un paso para garantizar la seguridad de la red y el suministro eléctrico.

"En Europa, la electricidad está presente en todos los aspectos de la vida humana: el surtidor de la gasolinera, el agua potable, los ascensores, el wifi doméstico, la conservación de alimentos, las puertas automáticas, el aire acondicionado en las oficinas, el funcionamiento de los hospitales, etc.", apunta a este periódico. Añade que lo estará cada vez más en un futuro, por la sustitución, por ejemplo, de la calefacción de gas por bombas de calor y del coche de gasolina por el eléctrico.

El periodista recuerda cómo poco a poco se fue restaurando la red eléctrica en 2003 y, con ello, la sensación de vivir a oscuras. "Fue el caos. Un país entero quedó totalmente paralizado", recuerda.