Reyes, jefes de Estado... y trans y presos en el adiós al papa Francisco

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Donald Trump, Giorgia Meloni, Emmanuel Macron, Javier Milei, Lula da Silva, don Felipe y doña Letizia, Ursula von der Leyen… Los más poderosos del planeta se reunirán hoy en Roma para dar su despedida a Francisco: en el funeral hoy en la Plaza de San Pedro habrá al menos 50 jefes de Estado, una decena de soberanos reinantes, ministros, gobernantes, embajadores, líderes religiosos, diplomáticos… Pero en el adiós al papa argentino no faltarán tampoco sus hijos predilectos: trans, pobres, prostitutas, migrantes y presos estarán asimismo presentes.

Esos dos mundos, el de los potentados y el de los marginados, no se cruzarán. Los mandatarios y líderes serán los protagonistas del funeral que se celebre en la Plaza de San Pedro. Una vez concluidas las exequias, el sencillo féretro de madera con los restos de Francisco atravesará las calles del centro Roma, en un cortejo fúnebre como no se veía desde hacía un siglo y que lentamente recorrerá los seis kilómetros que separan el Vaticano de la Basílica de Santa María la Mayor. Allí donde, siguiendo el deseo expreso del pontífice, Bergoglio será enterrado. Y allí, en los escalones de esa iglesia dedicada a la virgen y de la que tan devoto era el Papa argentino, le estarán esperando los suyos: una representación de los olvidados del mundo.

El Vaticano ha confirmado que un grupo compuesto por unos 40 trans, migrantes, pobres y presos participará en la despedida a Francisco. Serán esos marginados varios quienes, llevando cada uno una rosa blanca en la mano, recibirán el féretro con los restos de Francisco a su llegada a la Basílica de Santa María la Mayor. De ese modo, esos 'descartados de la sociedad', por usar la terminología bergogliana, también podrán despedirse de Francisco antes de que se dé sepultura a su ataúd.

"Son aquellos que conocen lo que son las privaciones y el sufrimiento los que estarán junto a Francisco en el último trecho del camino", ha destacado el obispo Benoni Amburus, el delegado de la Conferencia Episcopal Italiana para la caridad y quien ha peleado para que este pequeño grupo de marginados pueda estar presente en la despedida.

Porque lo que está claro es que a los sectores más reaccionarios de la Iglesia no les hará nada de gracia que haya trans en el funeral de Francisco. No hay más que ver lo que el pasado jueves, solo tres días después de la muerte del papa, aseguraba en una entrevista al diario La Repubblica el cardenal Müller, el principal exponente del ala conservadora: "Se cierra una era, respecto a las mujeres, los gays y el Islam ha habido ambigüedades", acusaba.

Será histórico que en el último adiós a un papa tomen parte de manera oficial indigentes, migrantes, trans y pobres. "Que se sepa, nunca en la historia ha ocurrido algo así", asegura el veterano vaticanista Gerard O'Connell. Pero no será eso lo único que haga de la despedida de Francisco un acontecimiento absolutamente único. Será también la primera vez en la historia moderna en que un cortejo fúnebre con los restos de un papa atraviese las calles del centro de Roma.

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La última vez que ocurrió algo así fue en 1924, cuando el féretro de León XIII fue trasladado desde el Vaticano a la Basílica de San Juan de Letrán. Con la precisión de que el traslado de los restos de León XIII a San Juan de Letrán para cumplir con su deseo de ser enterrado allí tuvo lugar 20 años después de su muerte, a altas horas de la noche, sin cortejo alguno y en presencia de muy pocas personas.

El motivo: existía el temor de que se pudiera repetir lo sucedido en julio de 1881, cuando los restos de Pío IX fueron llevados desde el Vaticano a la Basílica de San Lorenzo Extramuros para darle allí sepultura. Pero cuando el cortejo fúnebre avanzaba por las calles de Roma, fue asaltado por un grupo de anticlericales que al grito de "¡Al río! ¡Al río!", intentaron arrojar el cuerpo del pontífice al Tíber.

El cortejo fúnebre de Francisco desde el Vaticano a Santa María la Mayor será muy sencillo. El féretro con los restos del papa irá en un coche fúnebre, detrás del cual caminarán sus familiares de sangre y, detrás, su familia pontificia; sus tres secretarios, su enfermero y sus dos asistentes de cámara. Los fieles podrán contemplar el paso del cortejo fúnebre de Francisco por las calles del centro de Roma, incluidos los Foros Imperiales y su paso junto al Coliseo. Se espera que en total, entre los que acudan al funeral en la Plaza de San Pedro y los que presencien el paso del cortejo fúnebre de Francisco hasta la Basílica de Santa María Mayor, la despedida a Francisco podría congregar a 500.000 personas en Roma. Las medidas de seguridad serán extremas, con un dispositivo de 11.000 agentes desplegados que incluye drones y varios helicópteros.

Se estima que el cortejo con los restos de Francisco tardará al menos una hora en llegar a Santa María La Mayor. Una vez allí, tendrá lugar una breve ceremonia y, una vez concluida, el féretro del Papa será introducido en el espacio reservado para él. Posteriormente, un profesional venido desde Milán cerrará la tumba con una lápida de mármol blanco con una única inscripción: ‘Franciscus’ y una reproducción de su cruz pectoral. Descanse en paz.