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El motivo por el que la reina Letizia es una de las únicas mujeres del mundo que puede vestir de blanco ante el Papa
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MUERTE DEL PAPA FRANCISCO

El motivo por el que la reina Letizia es una de las únicas mujeres del mundo que puede vestir de blanco ante el Papa

La primera vez que la reina Letizia se reunió con el papa Francisco vistió de negro, con una mantilla tradicional y un vestido de manga larga por debo de la rodilla

Foto: El rey Felipe VI y la reina Letizia junto al papa Francisco
El rey Felipe VI y la reina Letizia junto al papa Francisco

No todas las mujeres pueden llevar blanco al Vaticano. De hecho, el protocolo del Estado pontificio establece normas muy estrictas para las audiencias con el Papa, especialmente en lo que respecta a la indumentaria femenina. Sin embargo, hay una excepción reservada para un grupo muy reducido de mujeres en todo el mundo, y la reina Letizia es una de ellas. Su permiso no es una cuestión de estilo ni de casualidad: es un privilegio otorgado directamente por el Vaticano, conocido como el privilegio del blanco o privilège du blanc.

Durante su primer encuentro oficial con el Papa, cuando aún era princesa de Asturias, Letizia Ortiz siguió al pie de la letra el protocolo vaticano. Vestía de negro, con una mantilla tradicional y un vestido de manga larga que cubría más allá de la rodilla. La imagen reflejaba el respeto hacia una de las normas más firmes del ceremonial religioso: las mujeres, en presencia del pontífice, deben vestir de negro, sin escote, con los brazos cubiertos y falda larga. En ocasiones solemnes, se suma también la mantilla.

placeholder El rey Felipe VI y la reina Letizia junto al papa Francisco
El rey Felipe VI y la reina Letizia junto al papa Francisco

Sin embargo, la imagen de Letizia en el Vaticano cambió tras la proclamación de Felipe VI como rey. En sus siguientes visitas, la reina apareció vestida de blanco, sin mantilla y con una apariencia mucho más moderna. Este cambio no fue improvisado: fue posible gracias al privilegio del blanco, un gesto simbólico que solo se concede a unas pocas mujeres en el mundo.

El privilegio del blanco es una dispensa especial que permite a ciertas reinas católicas vestir de blanco ante el Papa. Se trata de un honor reservado a monarquías que han mantenido históricamente una estrecha relación con la Iglesia Católica. No es un derecho individual, sino un privilegio ligado al estatus de reina consorte de una monarquía reconocida por el Vaticano como fiel aliada.

Foto: El papa Francisco (EFE)

Actualmente, solo seis mujeres en el mundo cuentan con este privilegio: la reina Letizia y la reina emérita Sofía de España, la reina Paola y la reina Matilde de Bélgica, la princesa Charlene de Mónaco y la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo. En todos los casos se trata de casas reales católicas con vínculos históricos con la Santa Sede. Ni las monarquías protestantes ni las casas católicas con menor peso simbólico, como la de Liechtenstein o Lesoto, pueden acogerse a este derecho.

La primera mujer española que pudo vestir de blanco ante el Papa fue la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII. Desde entonces, tanto la reina Sofía como Letizia han continuado esta tradición que refuerza la vinculación entre la Corona española y el Vaticano. De hecho, se considera que el hecho de que las reinas de España tengan este derecho es un reconocimiento del papel que históricamente ha tenido la monarquía española en la defensa del catolicismo.

Foto: Llegada del féretro del Papa Francisco I a la Basílica de San Pedro (Stefano Spaziani / Europa Press)

El privilegio, sin embargo, no se aplica en todos los actos. Por ejemplo, en funerales papales u otras ceremonias de luto, la norma exige vestir de negro. Pero en las audiencias oficiales, la elección de blanco por parte de las reinas que tienen esta dispensa se convierte en un gesto de elegancia, identidad y tradición.

Aunque en los últimos años se han visto a esposas de jefes de Estado vestir de blanco ante el Papa, técnicamente no tienen derecho a hacerlo. Se trata de una relajación informal del protocolo, que algunos analistas atribuyen al carácter más flexible del pontificado de Francisco. No obstante, cuando la realeza acude al Vaticano, el ceremonial sigue imponiendo sus reglas.

De hecho, no todas las reinas europeas pueden disfrutar del privilège du blanc. La reina Máxima de Países Bajos, por ejemplo, no tiene este derecho, pese a formar parte de una monarquía consolidada. El motivo es que la Casa de Orange no es católica, y el privilegio se concede a toda la institución, no a la religión personal de la consorte.

No todas las mujeres pueden llevar blanco al Vaticano. De hecho, el protocolo del Estado pontificio establece normas muy estrictas para las audiencias con el Papa, especialmente en lo que respecta a la indumentaria femenina. Sin embargo, hay una excepción reservada para un grupo muy reducido de mujeres en todo el mundo, y la reina Letizia es una de ellas. Su permiso no es una cuestión de estilo ni de casualidad: es un privilegio otorgado directamente por el Vaticano, conocido como el privilegio del blanco o privilège du blanc.

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