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¿Cuándo y cómo se nombra al siguiente papa tras la muerte de Francisco I?
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RITUAL DE LARGA TRADICIÓN

¿Cuándo y cómo se nombra al siguiente papa tras la muerte de Francisco I?

La elección del Santo Padre la decide el cónclave, institución creada en 1274 para la elección democrática de los papas por parte de los cardenales de la Iglesia. Así es el proceso

Foto: La Plaza de San Pedro del Vaticano esta mañana tras el anuncio de la muerte del papa Francisco. (Reuters/Yara Nardi)
La Plaza de San Pedro del Vaticano esta mañana tras el anuncio de la muerte del papa Francisco. (Reuters/Yara Nardi)

El Papa es la cabeza visible y máxima autoridad de la Iglesia Católica y su elección es un ritual de larga tradición que está regulado hasta el más mínimo detalle por el Vaticano. Además, supone un acontecimiento de gran trascendencia tanto para creyentes como para no creyentes, pues el sumo pontífice ocupa un cargo de relevancia internacional y una posición de peso en aspectos sociales, diplomáticos y hasta políticos.

El nuevo sucesor de San Pedro es elegido mediante una votación secreta llevada a cabo por los cardenales y en estos momentos el Vaticano cuenta con 223 purpurados. Sin embargo, no todos pueden votar. En caso de cónclave solo podrán hacerlo los electores, que son aquellos que tienen menos de 80 años, de los cuales hay 123 y su edad media es de 71 años. Los otros 100 cardenales tienen 80 o más años.

¿Cuándo y cómo se celebra la elección?

En cuanto al cónclave para la elección del sucesor del papa Francisco, este debe celebrarse como muy pronto 15 días después de su muerte o renuncia, y a más tardar 20 días. No obstante, Benedicto XVI, el primer Papa que renunció al cargo, firmó un motu proprio que permitía anticipar el cónclave si se constata la presencia en Roma de todos los cardenales electores.

El cónclave tiene un sistema de celebración muy bien definido y delimitado. Se inaugura con una misa Pro eligendo Papa que se celebra por la mañana en la Basílica de San Pedro. Por la tarde, se visten un roquete y cantan el Veni Creator en la Capilla Paolina para pedir la ayuda del Espíritu Santo. Por último, acceden a la Capilla Sixtina del Vaticano que es donde se celebra la elección y siempre a puerta cerrada en medio de un gran hermetismo. De hecho, la palabra cónclave, significa “con llave”.

La Capilla Sixtina es registrada por expertos en busca de micrófonos, grabadoras o cámaras de televisión ocultas. Durante el cónclave, los cardenales electores no tienen permitido telefonear, ni recibir correspondencia, ni leer la prensa, ni ver la televisión. Además, se comprometen a guardar silencio sobre todo lo hablado durante su celebración.

¿Cuánto tiempo dura la elección?

La elección del nuevo Pontífice puede durar horas, días o semanas. El primer día del Cónclave sólo hay una ronda electoral. Después cuatro por día. Si la elección se prolonga varios días, se realizan pausas de reflexión. Primero es necesaria una mayoría de dos tercios y, si la elección no se produce durante varios días, se puede elegir por mayoría absoluta.

A esta segunda modalidad se puede recurrir como muy pronto a partir de la trigésima ronda electoral. A partir de entonces, se puede celebrar una elección en la que sólo salgan a votación los dos favoritos. En ningún caso se publican los resultados de las rondas electivas.

En cuanto a los papables, hay que decir que no existen candidatos, ya que cada cardenal escribe en una papeleta el nombre de aquel que cree que debería salir elegido “según la voluntad de Dios”. Votación tras votación es cuando se va perfilando el favorito. Una vez que el nuevo Papa es elegido, el anuncio se hace poco tiempo después mediante la fumata blanca, que se reconoce porque de la chimenea de la Capilla Sixtina sale humo blanco al quemarse las papeletas.

placeholder La fumata blanca surge de la chimenea de la Capilla Sixtina (EFE/Alessandro Di Meo)
La fumata blanca surge de la chimenea de la Capilla Sixtina (EFE/Alessandro Di Meo)

Tras la elección, el decano del colegio cardenalicio pregunta al elegido si acepta el cargo y con qué nombre quiere gobernar. Los cardenales le juran obediencia, se reza una oración de acción de gracias y el llamado cardenal protodiácono presenta al nuevo Papa en la Plaza de San Pedro con la fórmula Habemus papam. El nuevo pontífice se presenta entonces ante la multitud e imparte su primera bendición urbi et orbi (“a la ciudad y el mundo”).

El Papa es la cabeza visible y máxima autoridad de la Iglesia Católica y su elección es un ritual de larga tradición que está regulado hasta el más mínimo detalle por el Vaticano. Además, supone un acontecimiento de gran trascendencia tanto para creyentes como para no creyentes, pues el sumo pontífice ocupa un cargo de relevancia internacional y una posición de peso en aspectos sociales, diplomáticos y hasta políticos.

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