Guerra de Alvise contra los otros dos eurodiputados de 'SALF', que estudian "acciones legales"

El eurodiputado Alvise Pérez ha acusado a sus dos compañeros de lista en las elecciones europeas que obtuvieron escaño de haber sido comprados por "lobbies" para defender la divergencia en los votos en la Eurocámara entre él y los otros dos miembros que fueron escogidos por la lista de ‘Se Acabó la Fiesta’ (SALF). "Yo he votado en contra en absolutamente todas porque me parece que el rearme es criminal y porque, si nos tenemos que rearmar, que sea como gobiernos nacionales", aseguraba este domingo Alvise Pérez en un evento, añadiendo que los otros dos eurodiputados habían ido cambiando su sentido en las últimas votaciones. El líder de SALF aseguró que había "pedido explicaciones de por qué en las últimas ellos han votado a favor".

"Yo no sé si ha venido un lobby por detrás y me ha comprado un eurodiputado mío", añadía Alvise. "No es cierto lo que dice Pérez. Junco y yo rechazamos totalmente sus afirmaciones y estamos estudiando acciones legales". Esa ha sido la respuesta de Diego Solier, uno de los dos eurodiputados que fueron escogidos con Alvise en junio de 2024, siendo Nora Junco la tercera en esa lista. Pérez fue la gran sorpresa en aquellas elecciones europeas, pero le acompañaban dos completos desconocidos.

Desde entonces, el agitador, que dirigió su campaña a los comicios comunitarios a través de su red en Telegram y fuera de las plataformas tradicionales, ha pasado totalmente desapercibido en Bruselas. Algunos vídeos denunciando un hemiciclo semivacío en Estrasburgo, a pesar de que los eurodiputados están en ese tiempo trabajando también en las comisiones parlamentarias y algunos cortes de intervenciones suyas en el Pleno del Parlamento Europeo. Pero poco más.

Hasta el 18 de diciembre de 2024. Ese día el grupo ultraconservador de los Conservadores y Reformistas (ECR), el grupo en la Eurocámara liderado por Fratelli d’Italia de la primera ministra Giorgia Meloni y por el partido Ley y Justicia (PiS) polaco, anunció que aceptaba en su bancada a Solier y Junco, pero no así a Pérez, que ya estaba siendo investigado por presunta financiación ilegal.

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A ECR le interesaban esos dos escaños más que le podía ofrecer "Se Acabó La Fiesta", pero sabía que el agitador podía dar muchos dolores de cabeza en un momento en el que partido ultraconservador busca estar más normalizado en Bruselas y participar de las estructuras de poder de la capital comunitaria. Los Conservadores no solamente dejaron fuera a Alvise Pérez, también aclararon que Soler y Junco ingresaban en el partido como independientes, eliminando así vínculos entre la formación europea y SALF.

Una de las características de ECR es que es un partido que si bien se encuentra en una posición muy conservadora, sí que comparte ciertos elementos con la gran coalición europea en materia de seguridad y defensa, especialmente en todo lo que tiene que ver con Ucrania. Polonia, país con un enorme peso dentro de ECR, es uno de los países que más invierte en gasto militar, aunque ahora el PiS se encuentra en la oposición, y en Roma la primera ministra Meloni no se ha mostrado contraria al plan de rearme europeo. Esa es una divergencia entre ECR y SALF, y aunque no existe una disciplina de grupo dentro de la Eurocámara, la dirección de voto que marca la cúpula del partido tiene influencia sobre los miembros de la bancada.

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Y Soler y Junco se han ido distanciando de Pérez siguiendo el rumbo de ECR. De hecho, en la ficha de miembros del Parlamento Europeo, los dos eurodiputados han pasado de aparecer como miembros de SALF a ser "independientes".