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Las nuevas prioridades bélicas de EEUU: guerra a los cárteles y defender Taiwán… pero no Europa
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CHINA COMO EL GRAN ENEMIGO

Las nuevas prioridades bélicas de EEUU: guerra a los cárteles y defender Taiwán… pero no Europa

Un documento interno elaborado por el Secretario de Defensa Pete Hegseth detalla la estrategia a seguir, reorientando los recursos militares en línea con la idea de "América Primero"

Foto: Tropas estadounidenses y surcoreanas durante un ejercicio conjunto en Pocheon, Corea del Sur. (Reuters/Kim Hong-ji)
Tropas estadounidenses y surcoreanas durante un ejercicio conjunto en Pocheon, Corea del Sur. (Reuters/Kim Hong-ji)
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A mediados de marzo, el nuevo Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, hizo circular un memorándum entre los empleados del Departamento de Defensa. El documento, titulado Guía Estratégica Provisional de Defensa Nacional y designado como "secreto" y solo para ojos de funcionarios y políticos estadounidenses, todavía no ha sido hecho público, pero el diario The Washington Post logró hacerse con una copia y publicó un exhaustivo resumen de su contenido. Y lo que contaron permite hacernos una idea clara sobre cuáles son las nuevas prioridades militares del país, algunas más sorprendentes que otras.

El documento establece que EEUU debe recalibrar sus intereses y redirigir sus recursos militares en esa dirección. El nuevo ejecutivo estadounidense continúa con la asunción, ya presente en el primer mandato de Donald Trump y mantenido durante la presidencia de Joe Biden, de que Pekín es el gran adversario sistémico de Washington y que, por tanto, el Pentágono debe centrar sus esfuerzos en esta confrontación. Según el Washington Post, el memorándum describe en detalle la estrategia a seguir, incluidas las medidas necesarias para prevalecer militarmente en un potencial conflicto militar con China.

Esto, a su vez, tiene tres consecuencias inmediatas: la primera, que la defensa de Taiwán -y especialmente la disuasión previa ante una potencial invasión china- se cuenta dentro de las acciones consideradas prioritarias; la segunda, que en contrapartida EEUU se abstendría casi con certeza de proteger a otros aliados de la OTAN en caso de que se produjese una agresión rusa contra alguno de estos países; y la tercera, que el control, de un modo u otro, de determinados territorios como Groenlandia y el Canal de Panamá se percibe como parte de esta gran confrontación geopolítica con Pekín, como "defensa de EEUU de amenazas dentro de su entorno cercano", según explica el medio estadounidense.

placeholder El Secretario de Defensa de EEUU Pete Hegseth junto al presidente Donald Trump. (Reuters/Nathan Howard)
El Secretario de Defensa de EEUU Pete Hegseth junto al presidente Donald Trump. (Reuters/Nathan Howard)

No faltan quienes ven con escepticismo que la Administración Trump vaya a estar dispuesta a ir a la guerra con China en apoyo de una isla que, como dijo el actual presidente en una entrevista con Bloomberg antes de las elecciones, "está a 9.500 millas [más de 15.000 km] de distancia de EEUU y a 68 millas [un centenar] de China". Trump ha atacado repetidamente a Taiwán por, supuestamente, "robarle" a EEUU la manufactura de microchips, y se ha negado a comprometerse públicamente a su defensa.

Las huellas de Heritage

¿Por qué aparece, entonces, en el plan de Hegseth? La explicación es que este memorándum, tal y como señala el Washington Post, está basado en otro informe previo elaborado por la Fundación Heritage, el think tank que más influencia ejerce entre los actuales integrantes de la Casa Blanca, hasta el punto de que muchos párrafos habrían sido copiados directamente de este primer documento. Y, a diferencia de Trump, sus autores sí entienden el papel esencial que Taiwán juega en la cadena de intereses globales de EEUU. Uno de ellos, Alexander Velez-Green, tiene ahora un cargo provisional como alto asesor de defensa en el Pentágono.

Taiwán aparece mencionado en 94 ocasiones en el informe original de la Fundación Heritage. "Hoy, por ejemplo, Estados Unidos tiene un gran interés en impedir que China domine el Indo-Pacífico, donde la mayor urgencia reside en disuadirla de una posible invasión de Taiwán. Pero ya no está claro si Estados Unidos podrá disuadir a Pekín. Peor aún, si la disuasión fracasa, existe una posibilidad real de que China pueda derrotar a Estados Unidos en una guerra por Taiwán", afirma este documento. "La caída de Taiwán también debilitaría la capacidad de Estados Unidos para movilizar a otros países para resistir la coerción china", añade más adelante.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (Euopra Press/Sierakowski Frederic)

En otras áreas, sin embargo, el documento de Hegseth marca distancias con el informe de Heritage. Por ejemplo, mientras este último señala la importancia de Europa para EEUU -aunque indica de forma explícita que es mucho menor que el Indo-Pacífico- y llama a trabajar con el resto de países de la OTAN hasta que puedan defenderse por sí mismos, el primero decreta que la estrategia a seguir es fortalecer la defensa doméstica, "asumiendo riesgos" en el continente europeo y el resto del mundo, salvo la ya mencionada excepción de Taiwán y la región asiática.

"La guía de Hegseth es extraordinaria en su descripción de la posible invasión de Taiwán como el único escenario de acción que debe priorizarse sobre otros peligros potenciales", escribe el Washington Post. La publicación del memorándum desató un torrente de artículos en la prensa británica, en los que se decía con desprecio y malestar que "EEUU no se tomará la molestia de defender a Europa de Rusia".

Los cárteles, en el punto de mira

El documento de Hegseth, de 9 páginas, fue distribuido también a los comités de seguridad nacional del Congreso, donde algunos de sus lectores lo han descrito como "confuso", según el Post. "Llama a una retirada de la presencia [militar de EEUU] en casi todo el mundo, incluido Oriente Medio, pero la administración se ha enfocado en mostrar potencia de fuego y disuasión contra los hutíes en Oriente Medio, y en presionar a Irán", señala este medio.

Donde sí parece existir una alineación total entre estos objetivos teóricos y las acciones adoptadas por el ejecutivo de Trump es en la frontera sur de EEUU. El memorándum de Hegseth ordena que el ejército juegue un papel más directo en la lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico. Y eso es justamente lo que está sucediendo: todo apunta a que Estados Unidos está preparando algún tipo de operación militar contra los cárteles en México, que podría tener lugar muy pronto.

placeholder Pintada territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación, Michoacán, México. (Reuters/Alan Ortega)
Pintada territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación, Michoacán, México. (Reuters/Alan Ortega)

En las últimas semanas, EEUU no solo ha designado a estos cárteles como organizaciones terroristas, expandiendo así masivamente la capacidad de actuación legal de las autoridades contra sus redes logísticas y financieras, sino que también ha incrementado la frecuencia de los vuelos de sus aviones espía sobre territorio mexicano, recopilando información de inteligencia que muchos analistas consideran como un posible primer paso de cara a otras operaciones más contundentes.

Foto: Un piloto de combate chino del Ejército Popular de Liberación participa en unas maniobras militares alrededor de Taiwán. (EFE/Xinhua/Mei Shaoquan) Opinión
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La semana pasada, la CIA inició una revisión legal de la autoridad con la que cuenta para llevar a cabo acciones letales contra los cárteles de la droga en México. Eso, como ha aclarado la propia agencia, no significa que exista ya una orden del presidente Trump en este sentido ni que vaya a ocurrir necesariamente, pero sí que quiere estar preparada por si acaso. NBC News ha reportado que la Administración Trump está sopesando la posibilidad de lanzar bombardeos con drones contra laboratorios y otras infraestructuras de los narcos mexicanos. La Armada Estadounidense también ha desplegado un destructor lanzamisiles "en apoyo de las operaciones en la frontera sur" del Mando Norte del Ejército de EEUU, a cargo de la región de Norteamérica.

Además, la Administración Trump se dispone a ceder una amplia franja del territorio de la frontera mexicana al ejército como parte de una base militar, lo que permitiría a las tropas actuar contra cualquier persona que cruzase el área, incluidos los migrantes. De este modo, dado que la protección de instalaciones militares es competencia de las fuerzas armadas, el gobierno esquivaría la ley federal que prohibe que estas sean utilizadas para tareas policiales en suelo estadounidense.

Toda esta reorientación va en línea con la idea de "EEUU Primero": una combinación de un mayor foco en el vecindario inmediato con una retirada parcial del resto del mundo. Y como casi todo lo que está suponiendo este gobierno de Trump 2.0, es en gran medida un experimento cuyas consecuencias todavía están por verse.

A mediados de marzo, el nuevo Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, hizo circular un memorándum entre los empleados del Departamento de Defensa. El documento, titulado Guía Estratégica Provisional de Defensa Nacional y designado como "secreto" y solo para ojos de funcionarios y políticos estadounidenses, todavía no ha sido hecho público, pero el diario The Washington Post logró hacerse con una copia y publicó un exhaustivo resumen de su contenido. Y lo que contaron permite hacernos una idea clara sobre cuáles son las nuevas prioridades militares del país, algunas más sorprendentes que otras.

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