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Dimitriev, el ex banquero de Wall Street que plantea a Trump un reparto del Ártico: así es el enviado del Kremlin a la Casa Blanca
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Dimitriev, el ex banquero de Wall Street que plantea a Trump un reparto del Ártico: así es el enviado del Kremlin a la Casa Blanca

Nacido en Kiev, pero educado en Estados Unidos —donde tuvo una lucrativa carrera en la banca— es el enviado de Putin para negociar el fin de la guerra en Ucrania con suculentos acuerdos comerciales

Foto: Kirill Dmitriev, jefe del fondo soberano ruso, en Riad. (Reuters/Hamad I Mohammed)
Kirill Dmitriev, jefe del fondo soberano ruso, en Riad. (Reuters/Hamad I Mohammed)

La voz suave de Kirill Dmitriev contrastaba con la de los antiguos 'matones' de la KGB cuando los hombres del Kremlin se reunieron en febrero con los diplomáticos estadounidenses en Arabia Saudí para hablar sobre un alto al fuego en Ucrania. Vladímir Putin conoce muy bien a Donald Trump. El ruso sabe que estas no son negociaciones de paz, sino negociaciones comerciales. Así que la mejor manera de obtener un acuerdo satisfactorio para Moscú es mandar a un hombre que hable como un banquero de Wall Street, vista como un banquero de Wall Street y cierre tratos de la manera que se hace en Wall Street. Ese es el idioma que habla Trump. Y es el que domina Dmitriev, el hombre que susurra ahora a la Casa Blanca para defender los mejores intereses del Kremlin.

Nació en Kiev en 1975, cuando Ucrania aún era parte de la Unión Soviética. Pero ha pasado gran parte de su vida en Estados Unidos. Se mudó a California a los 14 años, y tras licenciarse en la Universidad de Stanford, trabajó en la consultora McKinsey y en el banco Goldman Sachs. En el año 2000, obtuvo un MBA en la Escuela de Negocios de Harvard, perfeccionando sus conocimientos en las economías occidentales.

Regresó a Rusia coincidiendo con el primer mandato de Putin, quien le fichó para el Fondo de Inversión Estados Unidos-Rusia, que el gobierno estadounidense ayudó a establecer para abrir Rusia al capital extranjero. Trabajó asimismo para Icon Private Equity, que gestionaba la fortuna del oligarca Victor Pinchuk. Relacionarse con las élites post soviéticas le abrió puertas. También lo fue su matrimonio con Natalia Popova, presentadora de televisión y amiga de la hija de Putin.

Dmitriev se desenvuelve a la perfección con los empresarios estadounidenses porque prácticamente es uno de ellos. Por lo que ahora Putin le ha convertido en el emisario ideal de Moscú para hacer negocios en la era Trump.

Foto: Vladímir Putin, el 1 de abril de 2025. (REUTERS)

Rusia es, de momento, uno de los pocos países exentos en la guerra de aranceles de Trump. Pero el presidente estadounidense se muestra dispuesto a cambiar de opinión, o al menos eso dice. Asegura estar "enfadado" con Putin por los pocos avances para terminar con la guerra de Ucrania y amenaza con cortar relaciones comerciales con los países que compren petróleo ruso.

Por lo que el Kremlin ha desplegado a su acólito más persuasivo y afín a Estados Unidos para engatusar a Washington ofreciéndole un trato. El plan con el que Dmitriev se ha plantado recientemente en la Casa Blanca contiene tres puntos. Primero, apelar a la codicia de Trump y a su credo de "El Arte de la Negociación". Segundo, abordar la curiosa obsesión de Trump y J.D. Vance con Groenlandia y el control de los recursos y las rutas marítimas del Ártico. Tercero, tras las declaraciones de Vance de que "la mejor garantía de seguridad [para Ucrania] es brindar a los estadounidenses un impulso económico", elaborar una mejor oferta en términos de beneficios —empezando por las tierras raras y otros minerales— de la que Ucrania jamás podría igualar. Esto es pertinente, ya que Volodímir Zelenski acaba de rechazar la última versión del acuerdo sobre minerales de Trump por considerarla demasiado explotadora.

Foto: Soldados rusos en el frente de Kursk, en octubre de 2024. (EFE)

En definitiva, lo que Dmitriev plantea es un reparto del Ártico: "la puerta de entrada a la joya de la corona de la Tierra", como él mismo lo expresó, y la "próxima frontera" de la humanidad. Según el empresario, el gélido Norte contiene el 13 % del petróleo sin explotar del mundo y el 30 % de su gas, y representa una "oportunidad billonaria". Además, la Ruta Marítima del Norte, que va de Asia a Europa y Norteamérica, registrará un transporte marítimo de 260 millones de toneladas al año para 2035, "una ruta comercial entre Europa y Asia entre un 30 % y un 40 % más rápida que la de Suez", afirma.

En contraste con las amenazas apocalípticas de algunos propagandistas del Kremlin, su mensaje sobre las relaciones entre Estados Unidos y Rusia siempre ha sido incansablemente optimista y se ha centrado en el enriquecimiento mutuo y la paz mundial. Incluso sugirió recientemente que Rusia podría proporcionar un reactor nuclear miniaturizado para alimentar la colonia SpaceX planeada por Elon Musk en Marte.

Quizá lo más astuto de todo es que el Kremlin ha omitido deliberadamente ahora es solicitar el levantamiento de las sanciones como parte de cualquier negociación de alto el fuego con Ucrania. Rusia podría tener la capacidad económica para seguir luchando durante años, siempre y cuando siga exportando petróleo y los precios se mantengan. Pero su auge económico, impulsado por el gasto en defensa, está flaqueando, los tipos de interés son altos y existe una escasez crónica de mano de obra.

Foto: Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano. (Fermín Torrano)

A pesar de los cientos de sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y la UE, las principales exportaciones rusaspetróleo y gas— nunca han sufrido restricciones significativas. La UE ha pagado a Rusia mucho más dinero por energía durante la guerra de Ucrania de lo que ha enviado para apoyar la defensa de Kiev.

Eliminar a Rusia, el mayor exportador mundial de energía, del suministro energético global provocaría un aumento masivo de los precios del petróleo. Y sancionar a los principales clientes de Rusia implicaría iniciar una guerra comercial masiva con India, China y Europa. En definitiva, haría que el caos actual tras los aranceles de Trumpy la amenaza de recesión global pareciera en comparación insignificante. La amenaza de Trump es el equivalente económico a un ataque nuclear, y al igual que un ataque nuclear, las consecuencias también repercutirían en Estados Unidos.

La pregunta, por tanto, es si Trump va a cumplir sus amenazas si Putin se sigue negando a negociar un alto el fuego. De momento, el caramelito que le ha ofrecido Moscú -con la promesa de tantos beneficios económicos reales e imaginarios- está teniendo efecto.

Foto: El presidente de Rusia, Vladimir Putin. (EFE/Mikhail Metzelsputnik/Kremlin)

La misión de Dmitriev parece que tiene éxito. En las reuniones en Arabia Saudí el pasado mes de febrero ya promocionó las oportunidades para las empresas estadounidenses y promovió la oferta gastronómica de Moscú. Su mensaje tuvo buena acogida. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se entusiasmó con las "históricas oportunidades económicas y de inversión" de un acuerdo de paz.

Como director de uno de los fondos de inversión estatales rusos, Dmitriev lleva más de una década cerrando acuerdos. Igual que Trump ha hecho toda su vida. En 2011, el empresario ruso convenció a Dmitry Medvedev, quien sustituía a Putin en la presidencia, para que creara el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y desde entonces ha sido su director.

El RDIF es un tipo de fondo estatal inusual. En lugar de utilizar la riqueza de combustibles fósiles del país para invertir en activos en el extranjero, funciona más como una firma de capital privado, buscando inversores extranjeros para asociarse con el Kremlin en empresas conjuntas dentro de Rusia.

Foto: Foto de archivo de un encuentro entre Vladímir Putin y Donald Trump en 2019 (Reuters/Kevin Lamarque)

Poco después de asumir el cargo, Dmitriev regresó a Estados Unidos, donde se dedicó a socializar con los peces gordos de Wall Street. Durante un tiempo, los inversores quedaron fascinados. Stephen Schwarzman, jefe de Blackstone, y Leon Black, de Apollo Global Management, fueron solo dos titanes del capital privado que se convirtieron en asesores del RDIF, según The Economist.

La relación no duró. Tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, la pareja puso fin a su asociación. Las sanciones dificultaron la atracción de capital occidental. Pero fue la habilidad de Dmitriev para encontrar fuentes de financiación no occidentales lo que demostró su valía ante Putin.

El dinero fluyó al RDIF desde Asia y el Golfo. En 2015, Arabia Saudí invirtió 10.000 millones de dólares. Dos años después, China hizo lo mismo. Para 2022, el RDIF había facilitado más de 40.000 millones de dólares en inversión extranjera en Rusia a través de 100 operaciones, y obtuvo sólidos rendimientos.

Foto: 'Ninots' en Valencia representando a Trump acercándose a Putin (Reuters)

En 2022, tras la invasión de Ucrania, Estados Unidos impuso sanciones al RDIF —y a Dmitriev— al considerarlo "un fondo para sobornos de Putin", según declaró entonces el Tesoro estadounidense.

Dmitriev es más que un simple inversor. Durante la pandemia, cuando el RDIF financió la vacuna rusa Sputnik V, el empresario lideró la diplomacia de vacunas del Kremlin, una estrategia destinada a impulsar la posición global de Rusia mediante la venta de su vacuna a los países más pobres. Y en los últimos días se ha consolidado como el principal enviado de Putin al círculo de Trump.

Cuando Rusia liberó a Marc Fogel, un profesor estadounidense encarcelado, a cambio de que Estados Unidos liberara a Alexander Vinnik, un ciberdelincuente, el 11 de febrero, fue Dmitriev quien estuvo involucrado en las conversaciones.

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reunión con el líder bielorruso, Alexander Lukashenko. (EFE/Maxim Shemetov)

Por el momento, el Reino Unido y la UE siguen comprometidos a mantener la presión económica sobre Rusia y a apoyar el esfuerzo bélico de Ucrania. Este viernes ha tenido lugar en Bruselas la cumbre del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, presidida por el Reino Unido, para analizar cómo aumentar el apoyo inmediato a Kiev. Londres también está liderando los planes operativos para una futura `fuerza de mantenimiento de la paz´ con una coalición de 30 países. Según The Telegraph, la misión duraría cinco años con el objetivo de reconstruir y entrenar a las fuerzas armadas ucranianas para disuadir un nuevo ataque de Putin.

La voz suave de Kirill Dmitriev contrastaba con la de los antiguos 'matones' de la KGB cuando los hombres del Kremlin se reunieron en febrero con los diplomáticos estadounidenses en Arabia Saudí para hablar sobre un alto al fuego en Ucrania. Vladímir Putin conoce muy bien a Donald Trump. El ruso sabe que estas no son negociaciones de paz, sino negociaciones comerciales. Así que la mejor manera de obtener un acuerdo satisfactorio para Moscú es mandar a un hombre que hable como un banquero de Wall Street, vista como un banquero de Wall Street y cierre tratos de la manera que se hace en Wall Street. Ese es el idioma que habla Trump. Y es el que domina Dmitriev, el hombre que susurra ahora a la Casa Blanca para defender los mejores intereses del Kremlin.

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