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En este país, nadie va al psicólogo. Así que reclutaron a un 'ejército' de peluqueras
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1,6 profesionales por cada 100.000 habitantes

En este país, nadie va al psicólogo. Así que reclutaron a un 'ejército' de peluqueras

Una ONG ha comenzado a formar a estas profesionales de la belleza para que puedan apoyar a sus clientas y combatir los prejuicios y las lagunas de los sistemas sanitarios

Foto: Una peluquera trabaja en un mercado de Abiyán, Costa de Marfil. (Reuters/Luc Gnago)
Una peluquera trabaja en un mercado de Abiyán, Costa de Marfil. (Reuters/Luc Gnago)

En el distrito más bullicioso de Abiyán, la capital de Costa de Marfil, Minata Silué tiene su peluquería. En ella atiende de media a unas ocho clientas al día, incluso 10 si es sábado. Y mientras les lava, corta y peina el pelo, ellas comparten en confianza sus preocupaciones. “Principalmente, son problemas relacionados con el matrimonio”, explica Silué en conversación con El Confidencial. “El marido les ha pegado, el marido les ha abandonado con los hijos, el marido ha muerto”, enumera esta marfileña de 58 años, que también remarca que el alcoholismo o los problemas económicos son otros temas recurrentes en las conversaciones que mantiene con las mujeres que acuden a su negocio.

Silué no sabía cómo responder a esas situaciones. Pero en Costa de Marfil no existen alternativas. Apenas hay datos de la situación de la salud mental en el país, pero el número de profesionales para atender a la población es alarmante. En 2023 había menos de 100 expertos en salud mental para atender a sus más de 28 millones de habitantes, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Una tendencia similar a la del continente, que solo cuenta con 1,6 profesionales por cada 100.000 habitantes, frente a los 44,8 de Europa o los 14,9 de América. Además, los gobiernos africanos dedican de media menos de medio dólar per cápita a salud mental, muy por debajo de los dos dólares que recomienda la OMS para los países en vías de desarrollo.

Ante este panorama, Silué descubrió hace casi tres años que tenía la opción de formarse para poder ayudar a sus clientas. Así fue como se convirtió en alumna de la primera promoción del programa Hail by Hair, un curso desarrollado por la ONG Bluemind Foundation que pretende desestigmatizar la salud mental en África, donde a la falta de profesionales se suma a que es un enorme tabú para la sociedad. Para conseguir su objetivo, esta organización ha apostado por las peluqueras, ya que son profesionales que tienen a sus clientes sentados en las sillas de sus negocios durante mucho tiempo y, mientras trabajan, conversan y confían en ellas.

“Esa es la razón por la que fundamos esto, las mujeres siempre hablan con sus peluqueras, estén entrenadas en salud mental o no”, explica a este periódico Marie-Alix de Putter, presidenta de la ONG. Esta emprendedora francesa criada en Camerún conoce de primera mano lo que son las enfermedades mentales. Ella sufrió depresión y estrés postraumático después de que su marido, profesor en la Universidad Protestante de África Central, fuera asesinado con arma blanca en su domicilio de Yaundé en un crimen que no ha sido resuelto y que se produjo cuando ella estaba embarazada de cuatro meses. “Entonces comencé a pensar que si sobrevivía haría algo para la gente como yo”, revela.

Foto: La directora de la Fundación Recover, Marta Marañón, posa para El Confidencial. (Sergio Beleña)

La organización no pretende sustituir con las peluqueras a los profesionales sanitarios, pero sí contribuir a mejorar la concienciación y apoyar el cuidado de la salud mental. “Tenemos un programa con el que las peluqueras pueden apoyar a sus clientas, sabiendo que las mujeres ya estaban hablando con ellas”, explica sobre el curso de tres días que la organización ya ha impartido en tres países (Costa de Marfil, Togo y Camerún) a más de 150 alumnas.

El objetivo es que las peluqueras sean un eslabón más para intentar mejorar lo que por ahora es una endeble cadena de los cuidados de la salud mental en África. El continente es la región con la mayor tasa de muerte por suicidios y, según datos de la ONG, 110 millones de personas en el continente sufren problemas de salud mental, entre los que 60% son mujeres menores de 25 años. Ante esta radiografía, el programa Heal by Hair se centra en tres claves: observar, poder identificar manifestaciones de problemas de salud mental y, en caso necesario, orientar hacia un profesional. Está impartido por psiquiatras y terapeutas y, entre los contenidos, hay tiempo dedicado a trabajar la desestigmatización a través del lenguaje, a entender la ética y la confidencialidad que rodean cuestiones tan delicadas como las que afectan a las clientas o a aprender a cuidar su propia salud mental.

Foto: Una mujer con su hijo en las elecciones presidenciales de Burundi de 2020 (Reuters/Evrard Ngendakumana)

La fundadora de Bluemind Foundation hace hincapié en esta última cuestión. “Ellas son nuestros primeros clientes, por decirlo de alguna manera”, señala De Putter. Puesto que las mujeres que acuden a sus negocios ya estaban hablando con ellas de sus problemas, “las entrenamos para que sean capaces de observar estas experiencias, pero también a poner cierta distancia, para ser capaces de gestionar la situación”, apunta.

También, tras el curso de tres días, las alumnas tienen una sesión mensual con profesionales de la psiquiatría para que puedan poner en conjunto los casos que han llegado a sus negocios y compartir las respuestas que han dado. Pero además, también pueden pedir ayuda para ellas mismas en caso de que lo necesiten. “Las apoyamos antes a ellas para que sean capaces de apoyar a sus clientas”, afirma.

"Es principalmente violencia doméstica"

Lo que la peluquera Minata Silué denomina “problemas dentro del matrimonio” es lo que muchas otras profesionales también se suelen encontrar cuando hablan con sus clientas. “Sí, principalmente está relacionado con la violencia doméstica”, confirma De Putter sobre la causa más habitual de los problemas de salud mental que relatan las alumnas. Esto encaja con las cifras que maneja la OMS, que muestran que las mujeres más expuestas a la violencia de género son las de los países menos desarrollados. Un 37% se verá expuesto a este tipo de violencia a lo largo de su vida en estas zonas, según esta fuente.

Sin embargo, De Putter remarca que su fundación no pretende centrarse únicamente en mujeres. “Creemos que todo el mundo merece tener acceso” al cuidado de la salud mental, defiende. “Cuando tenemos que el 60% de los que sufren alguna condición mental son mujeres menores de 25 años, esto significa que la mayoría de la gente que sufre de un problema de salud mental son mujeres, así que hemos empezado aquí”. Pero agrega que ellas son “el punto de partida, pero no el final”.

A De Putter le preocupa especialmente el estigma que aún tienen los problemas de salud mental en África. “Es todavía algo que la gente piensa y cree que viene de otras causas, porque pensamos que en África somos fuertes y la salud mental no tiene nada que ver con nosotros. No nos preocupa porque hemos sido criados para ser resistentes”, relata la emprendedora, que también cree que cuando la población se topa con una enfermedad mental en su entorno piensa que “algo habrá hecho” o lo relacionan con “debilidades”, incluso con “brujería”.

“Necesitamos eliminar el estigma, porque si uno no comprende que la salud mental es salud, no será posible salir ahí fuera y buscar una solución"

“Por ello es por lo que, para empezar, tener una conversación utilizando las palabras adecuadas, es ya una gran hazaña”, destaca. “Necesitamos eliminar el estigma antes de abordar el cuidado, porque si uno no comprende el hecho de que la salud mental es salud, no será posible salir ahí fuera y buscar una solución, para ti o para tu familia o para cualquiera del entorno que sufra un problema de salud mental”.

Y para ello la ONG se ha marcado un objetivo: formar a 1.000 peluqueras de aquí a 2030 para llegar hasta el millón de clientas. La idea es encontrar y certificar a estas profesionales principalmente en África occidental y central. Pero De Putter considera que África no es el único lugar donde el proyecto puede funcionar, puesto que el tabú y la infrafinanciación de la salud mental es un problema global, por lo que no descarta expandirse más. “Quizá Heal by Hair llegue a España, quién sabe. Sería maravilloso”, aventura.

En el distrito más bullicioso de Abiyán, la capital de Costa de Marfil, Minata Silué tiene su peluquería. En ella atiende de media a unas ocho clientas al día, incluso 10 si es sábado. Y mientras les lava, corta y peina el pelo, ellas comparten en confianza sus preocupaciones. “Principalmente, son problemas relacionados con el matrimonio”, explica Silué en conversación con El Confidencial. “El marido les ha pegado, el marido les ha abandonado con los hijos, el marido ha muerto”, enumera esta marfileña de 58 años, que también remarca que el alcoholismo o los problemas económicos son otros temas recurrentes en las conversaciones que mantiene con las mujeres que acuden a su negocio.

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