Es noticia
UK esquiva el golpe... pero no del todo: los aranceles de Trump dejan su primera víctima
  1. Mundo
Jaguar pausa los envíos a EEUU

UK esquiva el golpe... pero no del todo: los aranceles de Trump dejan su primera víctima

Los aranceles sobre las importaciones de Reino Unido son del 10% -frente al 20% de la UE-. Pero para automóviles no hay excepciones: la cifra es del 25%

Foto: El primer ministro británico, Keir Starmer, pronuncia un discurso durante su visita a la fábrica de Jaguar Land Rover para mostrar el apoyo del Gobierno a la industria automovilística. (EFE/Adam Vaughan)
El primer ministro británico, Keir Starmer, pronuncia un discurso durante su visita a la fábrica de Jaguar Land Rover para mostrar el apoyo del Gobierno a la industria automovilística. (EFE/Adam Vaughan)
EC EXCLUSIVO

El toque de campana de la apertura este lunes de la Bolsa de Nueva York — que repetía números en rojo por tercer día consecutivo, tras el anuncio de los aranceles globales impuestos por Donald Trump — coincidió con la visita del premier Keir Starmer a una fábrica de Jaguar Land Rover en Solihull, las Midlands de Inglaterra. Ante la guerra comercial iniciada por la Casa Blanca, la emblemática empresa británica ha decidido hacer una pausa en los envíos al otro lado del Atlántico.

Trump ha impuesto aranceles del 10% sobre las importaciones de Reino Unido — frente al 20% que aplica a la UE —. Pero, en el caso de los automóviles, acero y aluminio no hay excepciones: la cifra es del 25%. Y esto supone un duro varapalo para el sector automotor británico, para el que los Estados Unidos es el segundo mayor mercado de exportación, después del bloque comunitario. La visita a la fábrica de Jaguar Land Rover, por lo tanto, era toda una declaración de intenciones por parte del premier en apoyo a la industria.

Ante el miedo en los mercados por la posibilidad de una recesión global, Londres continúa con sus esfuerzos para conseguir un pacto comercial con Estados Unidos, mostrándose incluso dispuesto a modificar sus impuestos a las grandes empresas tecnológicas, como Amazon.

Pero hasta que el acuerdo se materialice — si es que en algún momento lo hace — a Starmer no le queda más remedio que tomar medidas y se ha visto obligado a flexibilizar la regulación sobre los vehículos eléctricos.

Foto: Keir Starmer, en marzo de 2023. (EFE/Andy Rain)

Con el objetivo de alcanzar el cero neto de emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, Reino Unido prohibirá la fabricación de vehículos de gasolina y diésel para 2030. Pero el nuevo plan anunciado ahora por el Gobierno laborista permitirá a los fabricantes vender coches híbridos hasta 2035. "Estoy decidido a respaldar la brillantez británica. Ahora más que nunca, las empresas y los trabajadores de Reino Unido necesitan un gobierno que dé un paso al frente", matizó el inquilino de Downing Street.

Actualmente, el 28 % de los vehículos nuevos vendidos en Reino Unido este año deben ser eléctricos, un objetivo que aumentará cada año hasta 2030. Sin embargo, los fabricantes tendrán ahora mayor libertad para cumplir sus objetivos anuales. Es decir, si no venden suficientes vehículos eléctricos en un año, podrán compensarlo vendiendo más al año siguiente. Además, la multa de 15. 000 libras por vehículo vendido que no cumpla con las últimas normas de emisiones se reducirá a 12.000 libras.

Foto: Donald Trump durante un mitin en Montana, Estados Unidos. (Getty/Michael Ciaglo)

Por otro lado, se ha confirmado la prohibición de la venta de vehículos híbridos (que combinan un motor de gasolina o diésel con uno eléctrico) a partir de 2035. Aunque las empresas británicas más pequeñas, como Aston Martin y McLaren, podrán seguir vendiendo coches de gasolina después de la fecha límite de 2030.

La letra pequeña no ha pasado desapercibida a los críticos. “Se flexibilizará el mandato de Vehículos de Cero Emisiones, pero principalmente para los fabricantes de automóviles que producen menos de 2.500 coches al año, a quienes se les dará vía libre. Dado que estos fabricantes, como Aston Martin, tienden a estar en el extremo superior del mercado, el más contaminante, es como si el gobierno acabara de implementar un impuesto sobre los viajes en avión que eximiera a los aviones privados”, matiza la revista conservadora Spectator.

La historia de la prohibición de los híbridos de gasolina y diésel en el Reino Unido es larga. La medida se anunció en 2018 con entrada en vigor a partir de 2040. Luego, en febrero de 2020, el gobierno de Boris Johnson la adelantó a 2035. Nueve meses después, se adelantó a 2030. En 2023, Rishi Sunak la retrasó a 2035. En 2024, el manifiesto del Partido Laborista prometía volver a 2030, afirmando que "ofrecería certidumbre" a la industria automotriz. Ahora, sin embargo, se vuelve a cambiar.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. (Reuters/Carlos Barria) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Casi todo va al revés de como quiere Trump
Pablo Pombo

"Este es un momento para mantener la cabeza fría. Nadie gana con una guerra comercial, ustedes lo saben", recalcó el premier ante los medios antes de pasar un largo rato hablando con los empleados de la fábrica en las Midlands. “Son tiempos difíciles, esto no es una fase pasajera, sino algo que forma parte de un mundo completamente nuevo", matiza.

En cualquier caso, Starmer quiere evitar cualquier tipo de confrontación con Washington, por lo que, ante la guerra de aranceles de Trump, Reino Unido, de momento, no ha respondido con represalias, a diferencia de Bruselas.

La máxima cautela del inquilino de Downing Street, la misma que en su día exasperaba incluso a sus propios partidarios, se ha convertido ahora en la mejor arma para lidiar con la imprevisibilidad de un presidente estadounidense decidido a cambiar las reglas del tablero geopolítico.

Foto: La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (EFE)

Los aranceles que Estados Unidos aplica a Reino Unido del 10% (frente al 20 % del bloque comunitario) salvarán, según fuentes oficiales, miles de trabajos. No obstante, la medida tendrá gran impacto en las exportaciones anuales que Londres manda al otro lado del Atlántico -valoradas en 60.000 millones de libras- y podrían acabar por completo con el crecimiento de la economía británica el próximo año, el gran objetivo que se había marcado el ejecutivo laborista.

Los aliados de Starmer consideran que ha sido su buena labor diplomática la que ha conseguido que Reino Unido tenga un trato de favor gracias a la histórica “relación especial” entre ambos países. Sin embargo, los euroescépticos — mayoritariamente conservadores — alegan que ha sido el Brexit el que ha permitido a los británicos tener ahora una mayor autonomía estratégica. "El dividendo del Brexit salva a Reino Unido de lo peor de los aranceles de Trump", llegó a titular el pasado jueves en portada el diario The Telegraph, uno de los más beligerantes partidarios de la salida de la UE.

En cualquier caso, hay otros países a los que se aplicará la tasa más baja del 10%, entre ellos Brasil, donde el año pasado se prohibió brevemente la red X (Twitter) de Elon Musk, y también Afganistán. "Incluso los talibanes consiguieron un mejor trato que Starmer", critican desde el partido independentista escocés SNP.

Foto: Donald Trump firma la orden de los nuevos aranceles (Getty/Andrew Harnik)

Starmer ha pasado el fin de semana hablando con sus homólogos europeos para afrontar la situación. El domingo mantuvo una conversación telefónica con el canciller electo de Alemania, Friedrich Merz, y con el saliente, Olaf Scholz. También estuvo en contacto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien le expresó su “profunda preocupación”.

Reino Unido lleva semanas trabajando en un pacto comercial con Estados Unidos para evitar el impacto total de los aranceles introducidos en países como Canadá y China. Cuando al ministro de Negocios, Jonathan Reynolds, se le preguntó la semana pasada en el programa Today de BBC si era cierto que Reino Unido había llegado a un acuerdo con un funcionario estadounidense, pero que estaba esperando la aprobación del presidente, respondió: "Esa no es una reflexión inexacta".

Fuentes gubernamentales creen que las conversaciones entre Londres y Washington sobre un acuerdo comercial que podría incluir una reducción de aranceles han avanzado a buen ritmo. El pacto abarcaría más allá de la simple reducción de aranceles, centrándose en la tecnología, pero también elementos del comercio de bienes y servicios, así como la agricultura, un área controvertida en anteriores negociaciones comerciales entre ambos países que, tras ejecutarse el Brexit, no prosperaron.

Foto: Donald Trump, presidente de Estados Unidos. (EFE/EPA/Chris Kleponis Pool)

La ministra del Tesoro, Rachel Reeves, ha sugerido que Reino Unido podría modificar sus impuestos a las grandes empresas tecnológicas como parte de un acuerdo para anular los aranceles estadounidenses. El impuesto a los servicios digitales, introducido en 2020, impone un gravamen del 2 % a las empresas tecnológicas, incluidas grandes empresas estadounidenses como Amazon, lo que genera unos 800 millones de libras en impuestos al año.

Por otra parte, la nueva guerra comercial iniciada por la Casa Blanca preocupa sobre todo en Irlanda del Norte, región que con el Brexit ha quedado en una situación excepcional, diferente al del resto de Reino Unido, alineada con la normativa comunitaria debido a la frontera especial que mantiene con la República de Irlanda, parte del mercado único.

La responsable de Economía norirlandesa, Caoimhe Archibald, calificó los aranceles de "profundamente lamentables" e instó al gobierno central de Londres a tener en cuenta las circunstancias únicas del norte en las negociaciones comerciales. Según las normas posteriores al Brexit, las mercancías que entran en Irlanda del Norte deben cumplir las normas de la UE. Esto significa que si Bruselas decide imponer aranceles de represalia a Washington, pero Reino Unido no lo hace, los productos estadounidenses que entren en Irlanda del Norte podrían tener que pagar los impuestos más altos de la UE. Sin embargo, los importadores norirlandeses podrían obtener un reembolso si pueden demostrar que sus productos permanecerán en Irlanda del Norte.

El toque de campana de la apertura este lunes de la Bolsa de Nueva York — que repetía números en rojo por tercer día consecutivo, tras el anuncio de los aranceles globales impuestos por Donald Trump — coincidió con la visita del premier Keir Starmer a una fábrica de Jaguar Land Rover en Solihull, las Midlands de Inglaterra. Ante la guerra comercial iniciada por la Casa Blanca, la emblemática empresa británica ha decidido hacer una pausa en los envíos al otro lado del Atlántico.

Reino Unido Brexit Donald Trump
El redactor recomienda