La condena de la discordia: ¿se convertirá Le Pen en la gran mártir de la ultraderecha?
La Agrupación Nacional intenta victimizarse tras la inhabilitación durante cinco años de su líder y cuenta con su número dos, Jordan Bardella, como favorito para sustituirla para las elecciones presidenciales de 2027
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F819%2Ff1d%2F26b%2F819f1d26b7dda899d2559a1c816d39eb.jpg)
"La democracia francesa ha sido ejecutada". Con esta expresión con tintes trágicos, Jordan Bardella, número dos de la extrema derecha francesa, denunció una de las sentencias judiciales más relevantes de los últimos años en Francia. El Tribunal de París condenó el lunes a Marine Le Pen a cuatro años de prisión (dos de ellos condicionales) y una inhabilitación hasta 2030 por el caso de los falsos asistentes en el Parlamento Europeo. La líder de Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) ve prácticamente frustradas sus ambiciones de cara a las elecciones presidenciales de 2027. Pero las consecuencias del veredicto pueden ir más allá del futuro de Le Pen.
Los magistrados no se arrugaron y aplicaron una pena parecida a la que había pedido en noviembre la Fiscalía. Entonces, el requerimiento había coincidido con la decisión de los diputados de RN de posicionarse a favor de una moción de censura contra el Gobierno, lo que propició la destitución parlamentaria del primer ministro, el conservador Michel Barnier. “Estoy preocupado por este fallo”, ha reconocido el actual responsable del Ejecutivo, el veterano centrista François Bayrou. Tras esta sentencia, podrían complicarse sus frágiles equilibrios en la Asamblea Nacional, donde depende de dos actores imprevisibles: el Partido Socialista y la extrema derecha lepenista.
Después de las audiencias del pasado otoño y las pruebas aportadas, cotizaba al alza la posibilidad de una condena de Le Pen, así como de los otros 24 acusados en este affaire. El suspense recaía en realidad en si los magistrados pronunciarían una pena con una aplicación inmediata, como había propuesto el Ministerio Público. Y en cómo reaccionaría la plana mayor de esta formación nacionalista y xenófoba. En ambos casos, las decisiones finales comportan que este veredicto puede desembocar en toda una sacudida en la inestable política francesa.
Por un lado, la decisión de inhabilitarla de manera inmediata durante cinco años imposibilita prácticamente que participe en los próximos comicios presidenciales y deja a su partido en un escenario incierto, aunque cuenta con el joven Jordan Bardella, número dos de RN, como posible sustituto. “La consecuencia más inmediata de la condena es que probablemente no podrá ser candidata en 2027”, explica a El Confidencial Jaime Coulbois, investigador en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid. “Es cierto que sus abogados han anunciado un recurso y que, según Le Monde, estos procesos suelen tardar aproximadamente un año, lo que permitiría un posible fallo en segunda instancia en 2026. Pero, debido al detallado dosier y las motivaciones jurídicas que han acompañado la condena, es poco probable que prospere”, añade.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F850%2Fad2%2Ff89%2F850ad2f89a7bd4bef390a3563300d0db.jpg)
Le Pen solo podría presentarse si un juez de segunda instancia le concede una medida cautelar. Mientras tanto, los dirigentes lepenistas han reaccionado con duras críticas contra los jueces, reforzadas por el apoyo de dirigentes afines en el este de Europa o Estados Unidos.
“Los políticos” iguales “al resto de ciudadanos”
La lectura de la sentencia duró más de dos horas y estuvo llena de detalles jurídicos. La juez recordó la existencia de pruebas —desde correos electrónicos hasta testimonios de representantes disidentes— sobre la malversación de más de 4,5 millones del Parlamento Europeo. Entre 2004 y 2016, la dirección lepenista había pagado a trabajadores de la formación en París con recursos que debía destinar a sus asistentes en Bruselas o Estrasburgo. Los magistrados describieron este funcionamiento como “sistemático”.
“Los políticos, como el resto de los ciudadanos, no pueden beneficiarse de un régimen demasiado favorable”, defendió la juez Bénédicte de Perthuis para justificar “la ejecución provisional” de la pena. La argumentó por el riesgo de reincidencia y que quedaran impunes los delitos cometidos. “Hemos valorado el riesgo de que personas inhabilitadas se presenten a unas elecciones y salgan elegidas”, reconoció.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F181%2F307%2Fce3%2F181307ce3d916536d5f3063c44e8ba81.jpg)
A pesar de la reacción airada por parte de RN, esta modalidad de aplicación de una condena resulta habitual en el sistema judicial galo. “El 58% de las penas de prisión suelen ejecutarse de manera inmediata”, según los últimos datos del Ministerio de Justicia. Es cierto, no obstante, que este tipo de penas es menos frecuente en los casos de conocidos dirigentes. Ni al expresidente Nicolas Sarkozy, ni al ex primer ministro François Fillon o a los miembros del MoDem (partido de Bayrou), condenados el año pasado por un caso parecido, les habían exigido una ejecución provisional, sin esperar a la confirmación en segunda instancia.
En el caso de los falsos asistentes en la Eurocámara, ninguno de los 25 acusados —todos fueron condenados— irá a la cárcel. Aquellos que fueron condenados con penas penitenciarias podrán cumplirlas con un brazalete electrónico. En cambio, Le Pen, que mantiene su escaño en la Asamblea, y otros dirigentes, no podrán presentarse a las próximas elecciones. Pese haber sido declarado culpable, el alcalde de Perpiñán, Louis Aliot, se salvó de ese tipo de castigo.
Apoyo de Orbán, Musk y compañía
Le Pen se levantó de su asiento en la sala cuando la presidenta de la corte se pronunció a favor de una inhabilitación inmediata. Entonces, se fue del Tribunal sin hacer declaraciones. Y convocó una reunión de crisis en la sede de su formación que duró toda la tarde. La primera respuesta de los lepenistas resultó cristalina: hacerse la víctima. Y probablemente intentar sacar un rédito electoral del resentimiento que puede provocar el hecho de que quede fuera de la primera línea la aspirante ultra, a la que los últimos sondeos daban entre el 34% y el 37% de los votos de cara a la primera vuelta.
“La democracia en Francia está amenazada. Tras el cierre de dos cadenas de televisión (RT France y C8, propiedad de Vincent Bolloré) y tras la condena a un expresidente de la República (Sarkozy) a penas más duras que las exigidas a algunos narcotraficantes, el sistema político-judicial impide a la principal opositora de Emmanuel Macron a que acceda a la presidencia de la República”, denunció el diputado lepenista Frédéric Falcon, durante la sesión parlamentaria de la tarde.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F994%2F676%2Ff6d%2F994676f6d1c4e4924a1ac2558ccc2b4c.jpg)
Las críticas por parte de la derecha radical contra los jueces no resultan ninguna novedad en Francia. Durante los últimos años, los habían acusado de ser demasiado suaves. Ahora les reprochan una severidad excesiva. Estos discursos también se habían visto alimentados por la decisión del equivalente galo del Tribunal Constitucional de censurar las medidas más duras de una ley migratoria aprobada en diciembre de 2023, con el apoyo de los diputados macronistas, de la derecha republicana y los lepenistas.
Quizás más novedosas han resultado las reacciones en apoyo a Le Pen por parte de mandatarios de otros países. “¡Yo soy Marine!”, escribió en la red social X el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. “Cada vez más capitales europeas toman el camino de la vulneración de la democracia”, denunció, por su lado, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov. Varios dirigentes compararon esta situación con lo ocurrido en Rumanía con el candidato ultranacionalista y prorruso Călin Georgescu, cuya candidatura ha sido invalidada por el Tribunal Constitucional de ese país tras haber quedado primero en una accidentada primera vuelta.
Según Coulbois, esto es solo un anticipo de lo que está por venir. "Es probable que la extrema derecha intente movilizar el relato de que, como defensores de Europa frente a unas élites corruptas, están siendo perseguidos; no sería extraño que acuñaran un término tipo "Lawfare" o algo similar, y que parte de la derecha internacional acabe presentando a Le Pen como una mártir".
Bardella, ¿el único sucesor?
El hombre más rico del planeta, Elon Musk, y miembro destacado (e informal) de la administración de Donald Trump, también puso el dedo en la llaga: “Cuando la izquierda radical no puede ganar a través de un voto democrático, se aprovecha del sistema judicial para encarcelar a sus opositores”. A pesar de estos pronósticos desde el otro lado del Atlántico, los expertos dudan en Francia sobre las consecuencias del fallo del Tribunal de París.
“El contexto actual —de gran presencia mediática y fuerte representación en el Parlamento por parte del partido de Le Pen— dificulta la capacidad de RN de sacar una ventaja de una estrategia victimista” y presentarse como un actor outsider perseguido por el sistema, explica a este medio la politóloga Safia Dahani, coautora del libro Sociologie politique du Rassemblement National.
El principal desafío al que se enfrenta Le Pen resulta la búsqueda de un sustituto. El mejor posicionado es el eurodiputado Bardella. Este joven dirigente ocupa la presidencia del partido desde el otoño de 2022 y ya llevó con éxito las riendas de la campaña de las europeas del pasado junio, en que el lepenismo obtuvo uno de los mejores resultados de su historia. “Ha impulsado desde hace tiempo una estrategia para mejorar su imagen y ganar en credibilidad, con la publicación de un libro autobiográfico —ha vendido más de 200.000 ejemplares— y multiplicando las reuniones con dirigentes empresariales”, sostiene Dahani, investigadora en Sciences Po París.
“Marine Le Pen lo ha presentado desde hace tiempo como su candidato a primer ministro en caso de victoria presidencial, formando una especie de ‘ticket’ a la americana”, explica Coulbois. “Es de facto la figura con más poder tras Le Pen en el partido, y las encuestas han dejado de ser tan desfavorables: ya está solo entre dos y cinco puntos por detrás de ella en intención de voto presidencial”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F77a%2Fb3d%2F5e4%2F77ab3d5e4f9700024e8ebda36960ab5a.jpg)
En Francia, sin embargo, no es lo mismo liderar una candidatura en unas europeas que en unas presidenciales. Generan dudas tanto la juventud de Bardella como los errores que cometió durante la campaña de las legislativas del pasado verano. El lepenismo partía entonces como favorito y al final terminó tercero. De hecho, dirigentes de otros partidos, como los conservadores Bruno Retailleau (ministro del Interior) o Gérald Darmanin (de Justicia), aspiran a aprovechar parte del vacío que puede dejar la muerte súbita de la líder de RN.
“Me han eliminado, pero en realidad se trata de millones de franceses a los que han eliminado”, reconoció Le Pen por la noche en una entrevista televisiva, en su primera reacción tras la sentencia en que reconoció el revés sufrido. Su partido se adentra en arenas movedizas con el veredicto del lunes, pero también lo hace el resto del paisaje político galo. Ha empezado la próxima carrera hacia el Elíseo. Y salvo sorpresa, esta no contará con la presencia de Le Pen ni de Macron.
"La democracia francesa ha sido ejecutada". Con esta expresión con tintes trágicos, Jordan Bardella, número dos de la extrema derecha francesa, denunció una de las sentencias judiciales más relevantes de los últimos años en Francia. El Tribunal de París condenó el lunes a Marine Le Pen a cuatro años de prisión (dos de ellos condicionales) y una inhabilitación hasta 2030 por el caso de los falsos asistentes en el Parlamento Europeo. La líder de Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) ve prácticamente frustradas sus ambiciones de cara a las elecciones presidenciales de 2027. Pero las consecuencias del veredicto pueden ir más allá del futuro de Le Pen.