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En la tregua del Mar Negro, EEUU ha prometido más de lo que puede dar: la UE dice 'no' a levantar sanciones
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"No tiene sentido levantar sanciones"

En la tregua del Mar Negro, EEUU ha prometido más de lo que puede dar: la UE dice 'no' a levantar sanciones

Añadir de la nada nuevas "precondiciones" antes de aplicar el alto el fuego es uno de los mejores ejemplos de la estrategia rusa en toda negociación

Foto: Cumbre especial de la UE sobre el apoyo a Ucrania y la defensa europea. (Europa Press)
Cumbre especial de la UE sobre el apoyo a Ucrania y la defensa europea. (Europa Press)
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Tras días de negociaciones "técnicas", Estados Unidos y Rusia parecieron llegar a un acuerdo en Arabia Saudí: se restauraba "la navegación segura" en el Mar Negro, "eliminando el uso de la fuerza" en la zona. Tras un acuerdo similar la semana anterior con respecto a la infraestructura energética, la ampliación al Mar Negro se celebró como una buena noticia. Pero el acuerdo venía con letra pequeña... para la Unión Europea, que, para mas inri, ni siquiera se sentaba en la mesa de negociación.

Según la versión de Estados Unidos, a cambio del alto el fuego temporal en el Mar Negro (que Kiev aceptó sin condiciones y de manera inmediata), Washington se comprometía a "ayudar a restablecer el acceso de Rusia a los mercados globales de exportaciones agrícolas y de fertilizantes, reducir los costos de los seguros marítimos y mejorar el acceso a los puertos y los sistemas de pago para dichas transacciones". Poco después el Kremlin publicó su propio comunicado, asegurando que, antes de aceptar ningún alto el fuego, se deberían levantar las sanciones contra estos sectores rusos. Es decir, una condición que no depende de Estados Unidos, sino de la UE. Y este jueves, tras una reunión de la conocida como 'coalición de los dispuestos' en París, Europa ya ha respondido.

Si Estados Unidos prometió a Rusia ese "restablecer el acceso a los mercados globales" (no solo el de EEUU), prometió más de lo que puede cumplir sin involucrar (o al menos contar) con otros en la mesa de negociación. La Unión Europea, quien es quien mantiene sus aranceles y sanciones sobre ambos mercados y el sistema de acceso bancario, no ha aceptado.

"No tiene sentido levantar las sanciones hasta que se restablezca realmente la paz, y lamentablemente todavía estamos lejos de eso", aseguró el canciller alemán, Olaf Scholz, después de la cumbre, en la que también se habló de una hipotética misión de paz conjunta europea. El anfitrión de la cumbre, Emmanuel Macron, se posicionó en la misma línea. "Ucrania tuvo la valentía de aceptar un alto el fuego de treinta días. Desde esta decisión ucraniana, no ha habido respuesta rusa. Desde Moscú se han presentado nuevas condiciones para ceses del fuego más parciales e hipotéticos y, al mismo tiempo, cada día, ataques cada vez más fuertes", dijo el mandatario.

"En términos de apoyo a corto plazo, no es el momento adecuado para levantar las sanciones hasta que se establezca claramente la paz. Mantendremos la presión económica, en particular sobre las flotas fantasma, y ​​sobre ciertas capacidades industriales", añadió, en referencia a la respuesta europea.

Foto: Foto de archivo de un encuentro entre Vladímir Putin y Donald Trump en 2019 (Reuters/Kevin Lamarque)

Más allá del 'no' a levantar sanciones, Macron anunció también una misión de observación francobritánica que viajará próximamente a Ucrania para evaluar sobre el terreno las posibilidades de despliegue de una eventual fuerza de paz, aunque admitió que no hay unanimidad en Europa sobre la participación en una fuerza de paz en Ucrania.

Más peticiones

Este miércoles, el Ejecutivo comunitario ya respondía a El Confidencial a través de una portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), explicando que “el principal objetivo de la UE sigue siendo aumentar al máximo la presión sobre Rusia, utilizando todas las herramientas disponibles, incluidas las sanciones, para disminuir la capacidad de Rusia de librar su guerra contra Ucrania”.

Porque limitar el acceso a sus mercados del grano y fertilizante ruso no había sido una prioridad de Estados Unidos, sino de la Unión Europea.

En julio de 2022, la ONU logró un acuerdo que permitiera reanudar los flujos comerciales de grano desde algunos puertos ucranianos del Mar Negro. Rusia abandonó el pacto un año después, pero Ucrania lo mantuvo, protegiendo unilateralmente un corredor de navegación. A pesar de los ataques (que no se han detenido) a barcos e infraestructuras en el puerto ucraniano de Odesa, sus envíos de grano a través del Mar Negro están ya cerca de los niveles previos a la guerra. Paralelamente, los flujos de grano ruso han sido abundantes: el país va camino de ser la principal nación exportadora de trigo por octava temporada consecutiva, según los datos del Departamento de Agricultura de EEUU. La producción récord de los últimos años ha hecho que su trigo sea uno de los más baratos del mundo, provocando compras masivas entre sus clientes habituales en Oriente Medio, como Egipto. Sin embargo, las exportaciones a la Unión Europea se ven frenadas por aranceles prohibitivos (no sanciones), a pesar de que Rusia no exportaba grandes volúmenes al continente antes de la guerra.

En cuanto al fertilizante, Rusia estaba en camino el año pasado de lograr exportaciones récord, según la Asociación Rusa de Productores de Fertilizantes. Unos 40 millones de toneladas con Brasil, India, China y EEUU como principales compradores.

El Ejecutivo comunitario ha propuesto recientemente aumentar aranceles tanto contra los fertilizantes como contra el grano ruso. Aunque el objetivo central es evitar la “desestabilización” del mercado europeo, la Comisión Europea dejó claro que se pretendía desincentivar la importación de estos productos desde Rusia en parte también para evitar la entrada de grano en la UE que Moscú pudiera obtener de territorios ilegalmente ocupados en Ucrania.

La clave 'SWIFT'

La clave parece estar, pues, en las sanciones y limitaciones bancarias, con el sistema SWIFT de pagos internacionales como el elemento central. Con sede en Bélgica y bajo jurisdicción de la UE, el sistema está regulado por una junta de supervisión integrada por los bancos centrales de los países del G10, junto al Banco Central Europeo. Tras la invasión de Ucrania, la Unión Europea decidió excluir del sistema a varias entidades financieras rusas. Esta desconexión dejó a Rusia sin acceso directo a los sistemas globales de pago, obligando al país a depender de plataformas propias, como el sistema SPFS, o a apoyarse en redes alternativas como el CIPS chino. Ambas alternativas, sin embargo, tienen una cobertura mucho menor.

Para volver a 'reconectar' los bancos rusos al SWIFT, EEUU tendría que contar con el acuerdo de la Unión Europea, Reino Unido, Japón, Canadá, Suiza, Australia. "Si Estados Unidos levanta unilateralmente las sanciones a las instituciones financieras rusas, creará enormes desafíos de cumplimiento para el sistema financiero global y los bancos estadounidenses que operan en todo el mundo", apunta Kimberly Donovan, investigadora económica del estadounidense Atlantic Council.

Preguntada por El Confidencial sobre la posibilidad de que Estados Unidos pida a los socios europeos que levanten las sanciones contra Moscú en el marco de este acuerdo, Hipper asegura que “el fin de la agresión rusa no provocada e injustificada en Ucrania y la retirada incondicional de todas las fuerzas militares rusas de todo el territorio de Ucrania sería una de las principales condiciones previas para modificar o levantar las sanciones”.

Foto: Reunión de las delegaciones ucranianas y estadounidenses en la ciudad de Jeddah, Arabia Saudí. (EFE/ANDRIY YERMAK TELEGRAM)

La Comisión recuerda que “la UE ha apoyado sistemáticamente los esfuerzos para mejorar la seguridad alimentaria mundial”, e insiste que no interfiere en el comercio de estos productos entre Rusia y el resto del mundo. “El fin de la guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania tendría el mayor y más duradero impacto positivo en la seguridad alimentaria mundial”, añade el Ejecutivo comunitario. Bruselas se muestra satisfecha con los acuerdos anunciados, pero subraya que “Rusia debe demostrar ahora una auténtica voluntad política para poner fin a su guerra de agresión ilegal y no provocada”.

La estrategia rusa de negociación

Porque el juego de comunicados y añadir de la nada nuevas "precondiciones" antes de aplicar el alto el fuego es uno de los mejores ejemplos de la estrategia rusa en toda negociación. Si hoy le das la mano, en realidad te estaba pidiendo el brazo. Y así, hasta llegar a una condición que no sea aceptable (en este caso, si la Unión Europea no cede en su estrategia de presión económica). Porque Rusia no ha rebajado sus condiciones ni un ápice, demostrando su poca disposición a un alto el fuego o, si quiera, a una negociación.

Pese a que Ucrania ha defendido que la tregua en el Mar Negro empezó desde el 25 de marzo, Rusia se niega, asegura que no antes del levantamiento de sanciones. Pese al acuerdo anunciado sobre el cese al fuego sobre la infraestructura energética, Rusia siguió bombardeando. Tras la crisis con Donald Trump en la Casa Blanca, la estrategia de Kiev es ahora aceptar todo acuerdo vendido por EEUU, poniendo la pelota en el lado ruso. Rusia, en cambio, solo alarga las negociaciones. Según un último informe de inteligencia estadounidense filtrado en los medios de comunicación, la negociación puede estar en un punto en el que las perspectivas de continuar la guerra son más atractivas para Rusia.

“La experiencia ha demostrado que Rusia debe ser juzgada por sus actos, no por sus palabras. El presidente ruso, Vladímir Putin, dice que quiere una paz duradera, pero Rusia sigue causando más muerte y destrucción cada día, con sus sistemáticos ataques aéreos contra la población civil y las infraestructuras civiles de Ucrania. Estos ataques podrían haberse evitado si Rusia hablara en serio cuando dice que quiere la paz”, añade Hipper.

Tras días de negociaciones "técnicas", Estados Unidos y Rusia parecieron llegar a un acuerdo en Arabia Saudí: se restauraba "la navegación segura" en el Mar Negro, "eliminando el uso de la fuerza" en la zona. Tras un acuerdo similar la semana anterior con respecto a la infraestructura energética, la ampliación al Mar Negro se celebró como una buena noticia. Pero el acuerdo venía con letra pequeña... para la Unión Europea, que, para mas inri, ni siquiera se sentaba en la mesa de negociación.

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