No somos 8.000 millones de personas: un estudio desmonta la cifra oficial de población mundial (y somos muchos más)
Naciones Unidas celebró en 2022 la cifra de ls 8.000 millones de habitantes en todo el planeta. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que podríamos ser muchos más debido a errores en los datos rurales
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- Somos casi 8.000 millones de personas en el mundo… y no dejamos de crecer
- ¿Cuánto ocuparía un edificio en el que entrasen todos los humanos del planeta?
La cifra de los 8.000 millones de personas en el planeta se convirtió en un hito histórico en noviembre de 2022. Así lo anunció Naciones Unidas, marcando un momento simbólico para la humanidad y para los desafíos que plantea el crecimiento poblacional. Este dato, que se presentó con un margen de error inevitable, se basó en estimaciones demográficas globales elaboradas a partir de censos nacionales, registros civiles y proyecciones de fertilidad y mortalidad.
El crecimiento no fue uniforme, pero sí constante durante décadas. Según la ONU, el aumento de la población se ha debido sobre todo a los países de ingresos medios y bajos, como África y Asia, donde las tasas de natalidad han sido más elevadas. Además, la mejora en la salud pública, la alimentación y los avances médicos han permitido reducir la mortalidad infantil y alargar la esperanza de vida. De acuerdo con las proyecciones actuales, la población mundial alcanzará su máximo alrededor del año 2080, cuando rozará los 10.400 millones de personas, antes de estabilizarse e iniciar una leve caída hacia finales de siglo.
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Aunque el dato de los 8.000 millones fue ampliamente celebrado, no es una cifra exacta. Los expertos en demografía llevan años insistiendo en que calcular cuántos humanos habitan la Tierra es un reto lleno de incertidumbre. Como dijo el demógrafo Jakub Bijak a la BBC, “calcular el número de personas que hay en el planeta es una ciencia inexacta”. Y ese margen de error acaba de ser replanteado de forma profunda.
Un error que podría sumar hasta 3.000 millones de personas
Una estudio reciente, publicada en la revista científica Nature Communications por un equipo de la Universidad de Aalto (Finlandia), pone en duda las cifras oficiales. El estudio afirma que la población mundial podría haber sido subestimada de forma sistemática, especialmente en zonas rurales, hasta el punto de que podrían faltar entre 1.000 y 3.000 millones de personas en los cálculos actuales.
“Nos sorprendió descubrir que la población real que vive en zonas rurales es mucho mayor de lo que indican los datos de población global”, asegura Josias Láng-Ritter, autor principal del trabajo. El análisis se centró en comparar los cinco principales conjuntos de datos demográficos utilizados a nivel mundial con los registros de reasentamientos por la construcción de represas en 35 países, entre 1975 y 2010. Estas cifras locales, mucho más precisas debido a la necesidad de compensaciones económicas, sirvieron como base de contraste.
New Study Suggests Human Population Underestimated
— Venci Nacario 🌕 (@vencinacario) March 22, 2025
Recent research led by Josias Láng-Ritter, a postdoctoral researcher at Aalto University in Finland, indicates that the global human population may be significantly higher than current estimates suggest. While the commonly…
El hallazgo es llamativo: “Dependiendo del conjunto de datos utilizado, las poblaciones rurales han sido subestimadas entre un 53% y un 84% durante el periodo estudiado”, explica el investigador. Esa infravaloración masiva afecta a regiones como el sudeste asiático, América Latina, el cuerno de África y Europa del Este. Y aunque los conjuntos de datos han sido actualizados en años recientes, las discrepancias siguen existiendo, lo que supone un problema estructural en la forma en que medimos la población.
“Los resultados son notables, ya que estos conjuntos de datos se han utilizado en miles de estudios y han respaldado ampliamente la toma de decisiones, pero su precisión no ha sido evaluada sistemáticamente”, añade Láng-Ritter. Según el equipo finlandés, la falta de registros digitales fiables en muchas zonas del mundo ha provocado una brecha que todavía no se ha cerrado.
¿Qué implica contar mal a la humanidad?
Saber cuántos somos no es una cuestión anecdótica. Las cifras de población afectan directamente a la planificación de recursos, la sanidad, la educación o la respuesta ante emergencias climáticas. Si el estudio acierta y no somos 8.000 millones, sino bastantes más, hay implicaciones inmediatas.
“Las decisiones sociales, como la construcción de infraestructuras o la distribución de medicinas, dependen de estos datos”, apunta el investigador. Si millones de personas no están representadas en los mapas de población, quedan fuera también de las políticas públicas y del acceso justo a recursos básicos. Algo tan elemental como decidir dónde ubicar un hospital rural puede fallar si el censo es incorrecto.
Si millones de personas no están representadas en los mapas de población, quedan fuera también de las políticas públicas y del acceso justo a recursos básicos
Además, este error puede impactar en la lucha contra el cambio climático, ya que muchas estimaciones sobre emisiones, consumo energético y vulnerabilidad ante fenómenos extremos se calculan en función del número de habitantes. Si hay cientos o miles de millones más de los que creíamos, las estrategias internacionales necesitan una revisión urgente. Como concluyen los autores del estudio, “existen sólidas razones para creer que los datos más recientes aún omiten parte de la población mundial”. Y esa omisión no es valadí.
- Somos casi 8.000 millones de personas en el mundo… y no dejamos de crecer
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La cifra de los 8.000 millones de personas en el planeta se convirtió en un hito histórico en noviembre de 2022. Así lo anunció Naciones Unidas, marcando un momento simbólico para la humanidad y para los desafíos que plantea el crecimiento poblacional. Este dato, que se presentó con un margen de error inevitable, se basó en estimaciones demográficas globales elaboradas a partir de censos nacionales, registros civiles y proyecciones de fertilidad y mortalidad.