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"Yo trabajé en Radio Free Europe, y lo que ha hecho Trump es solo para ser amable con Putin"
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Trump elimina financiación para el programa

"Yo trabajé en Radio Free Europe, y lo que ha hecho Trump es solo para ser amable con Putin"

Toomas Hendrik Ilves, expresidente de Estonia (2006-2016) y exministro de Asuntos Exteriores estonio (1996-2002), charla con El Confidencial sobre la congelación de fondos a Radio Free Europe

Foto: Toomas Hendrik Ilves, entonces presidente de Estonia, durante una reunión en Naciones Unidas en Nueva York, en 2016. (REUTERS Carlo Allegri)
Toomas Hendrik Ilves, entonces presidente de Estonia, durante una reunión en Naciones Unidas en Nueva York, en 2016. (REUTERS Carlo Allegri)

Como la radio soviética operaba a una frecuencia distinta y no se podía ni sacar de la URSS ni usar en Europa occidental, Toomas Hendrik Ilves, que en 1988 había sido nombrado director del servicio estonio de Radio Free Europe, consiguió una de contrabando y la envió a Finlandia, “lo suficientemente cerca de Estonia para sintonizarla a diario”. Era finales de los años 80, e Ilves, que se había criado en Nueva Jersey, hijo de un matrimonio de refugiados estonios que huyó de la ocupación soviética, primero a Suecia y después a EEUU, acababa de regresar a Europa para trabajar para la emisora financiada por el gobierno estadounidense para transmitir noticias a Europa del Este.

Ives rememora aquella época, en una videollamada con El Confidencial, tras conocerse la noticia de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva, para retirar, de forma abrupta, la financiación de la Agencia Estadounidense para los Medios Globales, que sustenta el funcionamiento de los medios públicos de EE.UU en el exterior: la Voz de América (VOA), Radio Free Europe (RFE), Radio Liberty (RL); Radio Free Asia (RFA); la emisora que transmite noticias en español a Cuba, Radio Martí y las Redes de Difusión de Oriente Medio. En palabras del periodista británico Nick Cohen: “Estados Unidos silencia su voz antifascista”.

Hablamos de todo ello con Toomas Hendrik Ilves, experiodista, político y diplomático, con una trayectoria prolífica, que, tras su paso por Radio Free Europe (1984-1993), lo llevó a convertirse en embajador de Estonia en Estados Unidos (1993-1998), ministro de Asuntos Exteriores de Estonia (1996-2002), diputado y presidente de Estonia (2006-2016). Ya jubilado, aún conserva de su paso por los Estados Unidos, el acento y algún gusto: da sorbitos de una Coca-Cola, mientras conversa sobre emisiones clandestinas, la OTAN, Macron y el futuro de Europa.

PREGUNTA. El gobierno estadounidense ha congelado los fondos a Radio Free Europe (RFE). Sé que usted ha sido presidente de Estonia, embajador…

RESPUESTA. Y ministro de Asuntos Exteriores entre medias.

P. Tiene una carrera impresionante, pero antes de esa época, me gustaría preguntarle por su etapa anterior, en la que trabajó en RFE.

R. Fui jefe del servicio estonio, hace muchísimos años, entre 1988 y 1993.

P. ¿Y cómo fue trabajar allí en aquella época de revoluciones?

Llegué allí en 1984, como analista, y escribía sobre temas de los países bálticos. En 1988, me nombraron director del servicio estonio. Y, bueno... yo era un poco... todavía lo soy, era un poco loco e hice todo tipo de locuras, como conseguir una radio soviética, porque la radio soviética tenía una frecuencia diferente, la FM. Era la franja policial. Así que no se podía sacar de la URSS ni se podía usar en Occidente, porque se escuchaba a la policía. En fin, conseguí una de contrabando y la envié a Finlandia, que estaba lo suficientemente cerca como para recibir señales de Estonia, así que podía sintonizar a diario lo que decían sus medios estonios, y, por supuesto, todo estaba controlado por los comunistas, así que me sentaba allí y escuchaba. Tenía facturas telefónicas enormes, porque era antes de internet, obviamente. Teníamos una audiencia del 25 al 30% en los períodos de más intensidad. La gente mataría por esas cifras. Mi idea como director era que seríamos la BBC de Estonia. No hacer propaganda. Contar malas historias sobre Occidente, contar buenas historias sobre Occidente. Eso era todo, hacer noticias. Si las noticias venían de París, de Washington, o Bonn, tenía un freelance allí y como hay suficientes estonios, siempre podías conseguir un freelance de algún sitio. Y hacíamos reportajes. Era muy apreciado. Y luego, por supuesto, Estonia se independizó, y yo, como un comentarista normal, seguía criticando lo que estaban haciendo mal. Entonces, después de que hubiera un primer presidente electo democráticamente, llamado Lennart Meri, me llamó y me dijo: “mira, somos independientes. ¿Por qué estás criticando lo que hicimos mal cuando puedes ayudarnos a arreglar las cosas? Ven aquí”. Y así lo hice. Y luego me nombró embajador en Estados Unidos porque, como puedes apreciar por mi ‘acento’ [bromea, pronunciándolo en español], hablo como un norteamericano. Eso fue en 1993.

P. ¿Y la radio continuó?

R. La radio en estonio continuó, creo que hasta el 95, cuando ya no tenía mucho sentido hacer Radio Free Europe una vez que estos países celebraron elecciones democráticas. Y por eso están tan enfadados ahora. El amigo de Donald Trump, Victor Orban, está muy enfadado porque Radio Free Europe volvió a transmitir allí porque Hungría no es un país democrático. [Tras cerrar en 1993, RFE volvió a operar en Hungría en 2020]. Así que, ahora mismo, Estados Unidos está pagando por la transmisión de radio a un país dirigido por un amigo del presidente de Estados Unidos. El problema ahora es que eliminaron todo lo que iba a Rusia, que es absolutamente vital para obtener información objetiva. Si miras lo que ven en los medios rusos, está muy censurado. Es muy tendencioso. No cubren la guerra en Ucrania de una manera, como en Occidente, así que creo que es realmente una mala decisión. Y por supuesto, esto afecta a todo el sistema de radiodifusión de Estados Unidos porque también hacen radio Free Asia en chino; hacen el servicio en persa para Irán, hacen Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajistán, Kirguistán, hay Radio Free Afganistán, donde uno piensa que, con los talibanes en el poder, se acabó todo. Lo extraño son los ataques de los que dicen que si es propaganda de izquierda. Radio Free Europe no es una emisora ​​de izquierda. Nunca lo ha sido, tampoco ​​realmente de derechas.

placeholder El cartel y banderas frente a la sede de Radio Free Europe y Radio Liberty en Praga, República Checa, el 17 de marzo de 2025. (REUTERS David W Cerny).
El cartel y banderas frente a la sede de Radio Free Europe y Radio Liberty en Praga, República Checa, el 17 de marzo de 2025. (REUTERS David W Cerny).

P. Le pregunto porque ahora hay un gran debate sobre si Radio Free Europe es tan libre cuando está financiada por un gobierno. ¿Había algún tabú o algo que no se pudiera tocar?

R. No, no, no lo había. O sea, yo criticaba a Estados Unidos, y estaba financiada por el Congreso estadounidense. Así que, básicamente, la historia de Radio Free Europe y Radio Liberty es que fue establecida por la CIA en 1950 y 51, respectivamente, y fue financiada, no controlada por la CIA, hasta 1978. Y después de eso, perdió esa financiación y fue financiada por el Congreso estadounidense. Fue entonces, o mejor dicho, antes, durante la Guerra Fría, probablemente el mayor think tank público de acceso abierto sobre la Europa comunista y Rusia. Yo empecé en el departamento de investigación. Había cientos de personas allí, escribiendo artículos, escribiendo análisis, todo, nada de eso sobre nada secreto, todo estaba basado en fuentes abiertas, principalmente de lo que se publicaba en la prensa soviética o comunista. Y, por supuesto, la importancia para toda Europa del Este, como los países bálticos, Polonia, Checoslovaquia y Hungría, fue enorme. Fue básicamente ahí donde la gente se enteró. Hay una foto famosa de Lech Wałęsa [premio Nobel de la Paz en 1983), escuchando por la radio hablar de su propio Premio Nobel. Él estaba en Polonia, no lo dejaron ir. Así que celebraron la ceremonia del Nobel que le daban a él y él estaba allí, junto a la radio, escuchándolo. Así que, bueno, creo que ha sido una decisión muy miope. Si lo miro de forma más amplia, Estados Unidos promovía la democracia liberal. Sé que no lo hizo en todas partes, pero sí en Europa del Este. Y esa fue la principal fuente de información para quienes no lo podían encontrar en otra parte. Ahora eso se acabó.

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P. ¿Y cuál cree que es el motivo para dejar de financiarla? Sé que dijeron que es cuestión económica.

R. Es uno de los proyectos más baratos, absolutamente baratos. Cuesta una fracción de un F-35. O tal vez cuesta como un F-35. ¿Cuál es el presupuesto [de Radio Free Europe]? ¿200, 250 millones de dólares al año? O sea, cuesta lo que un avión.

P. Y, si no es el dinero, ¿cuál es la razón? ¿Ya no les interesa Europa?

R. Creo que hay muchas razones. Una es que no quieren ofender a Vladimir Putin. No quieren ofender a Viktor Orban. Hay una publicación de Twitter de Russia Today, que es la principal estación de propaganda rusa, en la que dicen, este es el mejor día de sus vidas, que están de fiesta porque ya no habrá RFE/RL. No costaba dinero. O sea, para los estándares estadounidenses, era baratísima. Así que, políticamente quieren llevarse bien con Viktor Orbán y quieren ser amables con Vladimir Putin.

P. ¿Qué opciones hay para que continúe operando?

R. Bueno, el gobierno checo ya dijo que, como de todas formas ahora tienen su sede en Praga, tienen el edificio, tienen a la gente que se hará cargo. Creo que esto no debería dejarse solo en manos de los checos. Creo que la UE debería hacer algo. O sea si Von der Leyen gasta 800 mil millones de euros en defensa, ¿qué son unos 200 millones de euros para Europa?

P. Parece que van a ser tiempos muy distintos a los del casi el último siglo, ¿qué opciones tiene Europa?

R. Básicamente, Europa ha tenido los mejores años de su existencia desde 1989-91 porque no tuvo que gastar dinero en defensa. Lo que George W. Bush padre llamó ‘el dividendo de la paz’. Así que todos recortaron sus gastos de defensa. ¿Cuál es el gasto en España ahora mismo? No es muy alto, ¿verdad?

P. Un 1,3% del PIB. Sánchez ha propuesto elevarlo al 2% [para 2029]

R. Bueno, es muy bajo. Ni siquiera llega a lo prometido en Gales en 2012, ¿verdad? Así que no se gasta dinero en eso. Antes, todos tenían enormes gastos de defensa. Ya no. Había aranceles muy bajos. Así que, la economía fue muy bien. Y ahora, nos enfrentamos a esto. La pregunta es: ¿Estados Unidos seguirá en la OTAN? O, si permanece en ella, ¿hará algo? Porque incluso Trump dijo: “Bueno, no voy a defender a esos países. La OTAN es la OTAN, pero eso no significa que tengan que hacer nada. No es nuestro problema”. Así que, en términos del artículo 5, no están realmente obligados a hacer mucho. Así que tenemos que ponernos al día y hacer todo lo que no estábamos preparados para hacer antes. Básicamente lo que vemos es una especie de guerra fría entre la UE y Estados Unidos. O sea, Trump amenaza… con ocupar Groenlandia, que es parte de Dinamarca, que es un país de la OTAN. Lo cual es todo una locura porque si leíste lo último es que ahora querían comprar huevos de Dinamarca porque los huevos son muy caros en Estados Unidos.

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P. ¿Cree que Europa cumplió con todo lo prometido? Hay gente que está decepcionada con los partidos tradicionales, aumenta el voto a la extrema derecha.

R. Lo primero es que la extrema derecha no supera el 20%. Así que, Europa sigue siendo centrista. Y creo que el ejemplo del Brexit, de Hungría o lo que está haciendo Estados Unidos ahora mismo demuestra que quizás estas cosas no sean tan buenas. ¿Quién quiere ser como Hungría? No hay medios independientes en Hungría. Y en Estados Unidos se ve un comportamiento descontrolado, como ocupar Canadá, Groenlandia, Panamá. Es una locura.

P. Uno de sus logros en el gobierno de Estonia fue la llamada revolución tecnológica. ¿Qué papel cree que está jugando la tecnología ahora mismo para la democracia y en la propagación de noticias falsas?

R. En mi caso lo que dije fue: si queremos prosperar como un país pequeño y muy pobre en aquel entonces, tenemos que incorporarnos a la tecnología moderna, algo que hicimos a gran escala, antes que nadie. Pero eso está bien. Las redes sociales y su efecto son un asunto completamente distinto. No tienen nada que ver con lo que hicimos en Estonia. Las redes sociales han atomizado la sociedad. Antes, cada pequeño pueblo tenía un pequeño nazi, pero no podían ponerse en contacto con nadie porque no conocían a nadie, pero de repente tienes Facebook y Twitter, y están todos los demás fascistas de España.

P. Y, desde su amplia experiencia, ¿cómo ve a Europa, digamos, en cinco años?

P. El escenario positivo es que hemos desarrollado lo que Macron llama ‘autonomie stratégique’ [autonomía estratégica, dice, en francés] y podemos cuidar de nosotros mismos. Voy a ser franco, he sido muy transatlantista todo mi vida, era muy escéptico de este tipo de antiamericanismo gaullista, en lo que respecta a defensa. Eso de ‘no necesitamos a los estadounidenses’. Sí los necesitamos, pero en este momento, no podemos contar con ellos. Así que vamos a tener que hacer lo que los gaullistas han querido, pero no puede ser que solo Francia dirija el espectáculo. Especialmente en una Unión Europea de 450 millones, Francia tiene 60 millones de personas. Así que el escenario positivo es que tengamos una defensa europea sólida y hayamos eliminado el requisito de unanimidad en política exterior, que es lo que permite a lugares como los gobiernos autoritarios de la UE. Tenemos que encontrar la manera de deshacernos de los líderes autoritarios. Si vas a ser autoritario, no respetas la libertad de expresión, la libertad de prensa, eres anti-gay, adiós. Un enfoque mucho mayor en la defensa es claramente el primer reto que necesitamos, y eso llevará tiempo. Y será difícil porque significa menos gasto social, y la gente se va a enfadar porque significa que tenemos que tener ejércitos más grandes y a la gente tampoco le va a gustar eso.

P. Y este es el escenario positivo, ¿y el negativo?

R. Hay una guerra y Rusia invade más que Ucrania. Ese es un escenario bastante negativo. Vengo de un país que tiene frontera con Rusia. Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, todos tenemos frontera con Rusia. Hemos visto lo que hacen los rusos. Lo hemos visto en Bucha. Tuvimos nuestras Bucha en la década de 1940. A la madre de Kaya Callas, la Alta Representante para la Política de Seguridad Exterior, la deportaron cuando tenía seis meses y la llevaron en una carreta de ganado a Siberia. Vosotros chicos, no tuvisteis que lidiar con esto. Tuvisteis a vuestros fascistas, pero os deshicísteis de ellos. Mire, en 1992, cuando Jacques Poos era ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo y estaba la presidencia de Luxemburgo, se produjeron todas esas horribles masacres en Bosnia y Herzegovina y dijo: “Este es el momento de Europa”. Luego no hicieron nada, esperando a que Bill Clinton llegara y bombardeara a los serbios. Pero Europa no hizo nada. Bueno, ahora tenemos que hacerlo. Tenemos que conseguir lo nuestro, somos nosotros. Y ese es nuestro gran reto para los próximos cinco años: Europa. Usted me dio cinco años.

Esta entrevista ha sido posible gracias a la colaboración de Daniel Vaarik (Levila. Estonia) como parte de la red Pulse.

Como la radio soviética operaba a una frecuencia distinta y no se podía ni sacar de la URSS ni usar en Europa occidental, Toomas Hendrik Ilves, que en 1988 había sido nombrado director del servicio estonio de Radio Free Europe, consiguió una de contrabando y la envió a Finlandia, “lo suficientemente cerca de Estonia para sintonizarla a diario”. Era finales de los años 80, e Ilves, que se había criado en Nueva Jersey, hijo de un matrimonio de refugiados estonios que huyó de la ocupación soviética, primero a Suecia y después a EEUU, acababa de regresar a Europa para trabajar para la emisora financiada por el gobierno estadounidense para transmitir noticias a Europa del Este.

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