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"Con EEUU seréis ricos": cómo Groenlandia lucha contra la desinformación en unas elecciones clave
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Campañas de injerencia en el país

"Con EEUU seréis ricos": cómo Groenlandia lucha contra la desinformación en unas elecciones clave

Los servicios de inteligencia daneses alertan del riesgo de las campañas de desinformación en redes sociales antes de los comicios

Foto: Foto de archivo de la visita de Donald Trump Jr. a Nuuk, Groenlandia. (Reuters/Emil Stach Ritzau Scanpix)
Foto de archivo de la visita de Donald Trump Jr. a Nuuk, Groenlandia. (Reuters/Emil Stach Ritzau Scanpix)

Las elecciones al gobierno autonómico de Groenlandia (57.000 habitantes) hubieran pasado completamente inadvertidas por el radar de la política internacional de no ser por las ambiciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de hacerse con el territorio ártico “de una forma u otra”, como afirmó delante del Congreso norteamericano. En medio de la campaña electoral, las palabras de Trump no han caído nada bien en Nuuk, donde la mayoría quiere la independencia y no pertenecer ni a Dinamarca ni a EEUU.

Pero Trump insiste en su cometido. Tan solo tres días antes de la celebración de los comicios, el republicano ha comunicado a través de su red social que Estados Unidos "apoya con determinación el derecho de la población groenlandesa para elegir su propio futuro. Continuaremos MANTENIÉNDOOS A SALVO, como ya hemos hecho desde la Segunda Guerra Mundial".

Ha prometido, además, que Estados Unidos "Invertirá BILLONES de dólares para generar nuevos empleos y HACEROS RICOS (...) y si lo elegís os daremos la bienvenida para haceros parte de la mejor nación del mundo: Estados Unidos".

En este contexto, la sombra de las injerencias extranjeras y de las campañas de desinformación sobrevuelan unas elecciones que se han vuelto claves para el futuro de Groenlandia y, al mismo tiempo, de los intereses geopolíticos entre las potencias mundiales para hacerse con el control del ártico. Así lo confirmaba un informe del servicio de inteligencia de Dinamarca (PET), señalando el elevado riesgo de que estados extranjeros intenten tener influencia en los resultados de los votos al Inatsisartut (parlamento de Groenlandia), por lo que tanto las autoridades policiales, como los agentes del PET están siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos en la campaña electoral.

Este temor lo admitía también el presidente del comité de política exterior y seguridad de Groenlandia, Pipaluk Lynge: “estamos sufriendo una campaña de desinformación, somos conscientes de ello” decía. Según el informe del PET, las injerencias extranjeras se están produciendo a través de las relaciones diplomáticas y económicas, pero sobre todo es a través de las redes sociales, donde se está difundiendo más desinformación.

Foto: Un modelo en miniatura impreso en 3D del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la bandera de Groenlandia. (Reuters/Dado Ruvic)

En el inicio de la campaña electoral, el parlamento de Groenlandia movió ficha rápido para evitar las injerencias de otros países al aprobar una ley que prohíbe las donaciones extranjeras a partidos políticos y las donaciones anónimas superiores a 1.000 coronas (134 euros). Cuando se aprobó la ley, en un trámite de urgencia con tal de “proteger la integridad política de Groenlandia”, en el parlamento se hizo una clara referencia a Elon Musk tras su protagonismo en las recientes elecciones en Alemania.

El perfil falso del primer ministro

Pero lo que más temen ahora los expertos son los casos de perfiles falsos en las redes sociales y la creación de noticias falsas o exageradas que contribuyen a desviar y a polarizar el debate político durante la campaña electoral. Según el informe del PET, estas herramientas pueden ser utilizadas “activamente por países extranjeros para esparcir la desinformación y promover sus propios intereses” en operaciones de influencia.

En las últimas semanas, ya ha habido varios casos de mensajes publicados por cuentas en las redes sociales que suplantan la identidad de políticos groenlandeses y daneses. Una de las mayores víctimas no ha sido otro que el propio primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, que tuvo que desmentir los mensajes lanzados desde una cuenta falsa en X que se hacía pasar por él. Otro de los perfiles de políticos suplantados fue el del diputado danés Karsten Honge, en la que en una noticia falsa en Facebook Honge pedía “ayuda a Rusia para evitar que Groenlandia se adhiera a los EEUU”.

Otros ejemplos de desinformación que circulan estos días por las redes son la proliferación de artículos que simulan ser escritos por la cadena de televisión pública groenlandesa KNR, señalando escándalos de corrupción falsos en el Banco de Groenlandia que apuntan contra el actual gobierno.

Foto: Donald Trump Jr. junto con Jorgen Boassen en su visita a Nuuk, Groenlandia. (Reuters/Emil Stach Ritzau Scanpix)

Sin duda, una de las interferencias más llamativas son la llegada en Groenlandia de Youtubers de la esfera ultraconservadora norteamericana para grabar vídeos y contenido en Internet. En el mismo día en que el avión de Donald Trump Jr aterrizaba en Nuuk, varias figuras famosas en las redes sociales se dejaron ver por el centro de la capital ártica con gorras y simbología MAGA repartiendo billetes de 100 dólares.

Otro de los vídeos que se ha viralizado más está protagonizado por Charlie Kirk, un activista conservador y una personalidad muy mediática del entorno de Donald Trump. En el video, que rápidamente obtuvo más de 400.000 visualizaciones, Kirk aseguraba que “los niños en Groenlandia se encuentran delante de sus casas piedras de rubí del tamaño de pelotas de beisbol, pero Dinamarca les niega a permitir explotar estos recursos. Con los EEUU, en cambio, Groenlandia se podría convertir en un sitio tan próspero como Arabia Saudí” decía.

Para el investigador en la Universidad de Copenhague, Johan Farkas, estos vídeos “forman parte de una campaña de injerencia muy bien ejecutada, que busca poner mucha presión tanto en Groenlandia como Dinamarca para explotar las relaciones agrías entre los dos gobiernos”. Farkas también mencionaba que en las últimas semanas varios diputados groenlandeses han sido invitados a viajes a Florida y Washington por figuras republicanas, “lo que también resulta una injerencia política”. Sin embargo, para el experto, la mayor interferencia no son las redes sociales ni las campañas de influencia, sino “el presidente de los EEUU directamente amenazando de invadir a un aliado” decía Farkas.

Groenlandia especialmente vulnerable

La investigadora en el think tank Digital Infrastructure, Signe Ravn-Højgaard, comparte la preocupación por las campañas de desinformación: “nos las debemos tomar en serio, si una publicación manipuladora se comparte tan solo 50 o 100 veces, significa que ya ha llegado a la mayor parte de la población en Groenlandia” decía. Højgaard apuntaba que los groenlandeses son una de las sociedades más activas en Facebook, “lo que significa que la mayoría se informan a través de esta red social, al mismo tiempo, en Groenlandia solamente hay 30 o 40 personas ejerciendo el periodismo informativo, por lo que hay dificultades para comprobar o desmentir el contenido que se hace viral en las redes sociales” decía.

Para el investigador Johan Farkas, otro de los puntos vulnerables de Groenlandia es que debido al tamaño reducido del censo electoral, “los diputados elegidos en el parlamento se deciden por 100 votos, una cantidad más bien fácil de manipular”, aseguraba. Farkas también apuntaba a la debilidad de las infraestructuras digitales por ser una isla remota en el ártico: “Solamente hay dos cables que conectan con Groenlandia, uno del lado europeo y otro del lado americano, por lo que, si estos cables sufrieran un sabotaje, grandes zonas del territorio se quedarían sin internet”.

Como contrapunte, Farkas terminaba diciendo que, para prevenir la desinformación, “el hecho de que la población sea muy pequeña y con un idioma minoritario hace más difícil que las cuentas falsas en internet sean creíbles, todo el mundo se conoce”, aseguraba.

Las elecciones al gobierno autonómico de Groenlandia (57.000 habitantes) hubieran pasado completamente inadvertidas por el radar de la política internacional de no ser por las ambiciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de hacerse con el territorio ártico “de una forma u otra”, como afirmó delante del Congreso norteamericano. En medio de la campaña electoral, las palabras de Trump no han caído nada bien en Nuuk, donde la mayoría quiere la independencia y no pertenecer ni a Dinamarca ni a EEUU.

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