¿Ha combatido Ucrania para nada? Putin gana sin vencer y Trump condena a Europa
Putin está cerca de lograr sus objetivos en Ucrania sin una victoria militar, mientras Trump planea acercarse a Rusia, debilitando el papel de Europa y redefiniendo el equilibrio global
Vladímir Putin no ha logrado una victoria total en el campo de batalla en Ucrania, pero está cerca de alcanzar sus objetivos estratégicos: una Ucrania debilitada, fuera de la OTAN y sin garantías de seguridad. A pesar del enorme coste humano y material para Rusia, la guerra ha desgastado tanto a Ucrania como a sus aliados, mientras que Moscú sigue resistiendo las sanciones y la presión militar occidental. La estrategia de prolongar el conflicto para debilitar a Rusia parece haber fracasado, y ahora se abre la posibilidad de negociar una paz que podría consolidar parte de sus conquistas.
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El papel de Estados Unidos en la guerra ha sido clave, pero desde el principio, su enfoque ha sido prudente, sin llegar a comprometerse plenamente para asegurar una victoria total de Ucrania. Washington ha dosificado el envío de armamento por el temor de una escalada nuclear, mermando desde el principio las posibilidades de una victoria definitiva de Ucrania. Con la vuelta de Donald Trump a la presidencia, la estrategia ha cambiado drásticamente. Trump está dispuesto a ofrecer concesiones a Putin, como el levantamiento de sanciones y una reducción de la implicación de EEUU en la OTAN. La elección de Arabia Saudí como escenario de las negociaciones apunta que, en la misma maniobra, Turmp busca la ayuda de Moscú para facilitar un acuerdo en Oriente Medio y frenar la influencia de Irán en la región. Una estrategia que también busca alejar a Rusia de China.
Europa, por su parte, se enfrenta a un dilema. Francia, con el apoyo externo del Reino Unido, lidera los países que quieren prolongar el apoyo militar a Ucrania. Pero no toda la UE está dispuesta a compartir el diseño de París más allá del compromiso común de aumentar el gasto en defensa. La división entre los aliados de Kiev podría debilitar aún más la resistencia ucraniana y consolidar la posición de Putin.
Vladímir Putin no ha logrado una victoria total en el campo de batalla en Ucrania, pero está cerca de alcanzar sus objetivos estratégicos: una Ucrania debilitada, fuera de la OTAN y sin garantías de seguridad. A pesar del enorme coste humano y material para Rusia, la guerra ha desgastado tanto a Ucrania como a sus aliados, mientras que Moscú sigue resistiendo las sanciones y la presión militar occidental. La estrategia de prolongar el conflicto para debilitar a Rusia parece haber fracasado, y ahora se abre la posibilidad de negociar una paz que podría consolidar parte de sus conquistas.