El exgobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, elegido para reemplazar a Justin Trudeau

El exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Mark Carney, fue elegido este domingo para reemplazar a Justin Trudeau al frente del Partido Liberal y el Gobierno canadiense.

Carney se impuso en una votación realizada entre unos 400.000 seguidores del Partido Liberal a la exviceprimera ministra y exministra de Finanzas, Chrystia Freeland, cuya dimisión del Gobierno en diciembre provocó la crisis que culminó este domingo con la elección del exgobernador del banco central canadiense.

Tras su elección como líder del Partido Liberal, Carney reemplazará en las próximas horas a Trudeau como primer ministro del país hasta que se convoquen elecciones generales, lo que se podría producir en abril.

Un perfil técnico para un momento de crisis

Con 59 años, Carney no tiene experiencia política directa, pero su gestión en las altas esferas financieras le ha proporcionado un prestigio que ha sabido capitalizar. En su último mitin antes de la votación, destacó que “todo en su carrera lo ha preparado para este momento”, una referencia a su papel en la gestión de crisis económicas tanto en Canadá como en Reino Unido.

Su discurso ha resonado en una sociedad preocupada por la incertidumbre económica y las crecientes tensiones con Washington. En los últimos meses, Trump ha endurecido su postura comercial con Canadá, imponiendo nuevos aranceles a productos clave y afirmando que el país podría convertirse en el “51.º estado de Estados Unidos”. Estas declaraciones han generado indignación y han llevado a una parte de la población a boicotear productos estadounidenses.

El desgaste de Trudeau y la fractura liberal

La llegada de un nuevo líder también implica una recomposición interna dentro del Partido Liberal. Tras casi una década en el poder, Trudeau anunció su dimisión en enero, debilitado por una crisis política y una pérdida de apoyo popular debido a la inflación y la crisis de vivienda.

Carney ha logrado distanciarse de su predecesor y se ha posicionado como un candidato de consenso dentro de una formación dividida. La que fuera su principal rival en la contienda, Chrystia Freeland, exministra de Finanzas, vio reducirse sus opciones debido a su estrecha vinculación con Trudeau y a su salida del Gobierno en medio de disputas sobre cómo afrontar las presiones de Trump.

Elecciones anticipadas en el horizonte

El nuevo líder liberal no solo tendrá que consolidar su liderazgo dentro del partido, sino también prepararse para unas elecciones que podrían adelantarse. Aunque los comicios están previstos para octubre, la creciente recuperación de los liberales en las encuestas podría llevar al nuevo primer ministro a buscar un adelanto electoral para reforzar su mandato.

Según un sondeo del instituto Angus Reid, publicado el miércoles, Carney es ahora la opción preferida de los canadienses para enfrentarse a Trump, con un 43 % de apoyo, frente al 34 % del líder conservador Pierre Poilievre. El conservador, cuya retórica populista recuerda a la del presidente estadounidense, ha perdido fuerza en los últimos meses, lo que podría dar una ventaja estratégica a los liberales si deciden adelantar las elecciones.

Un liderazgo pragmático para tiempos inciertos

A diferencia de Trudeau, Carney no es un político carismático. Su estilo pragmático y su tono medido han sido calificados como "casi aburridos" por algunos analistas. Sin embargo, su experiencia en el mundo financiero y su imagen de gestor serio parecen ser justo lo que muchos canadienses buscan en un momento de incertidumbre económica y tensiones diplomáticas.

El nuevo líder del Partido Liberal tendrá que moverse con rapidez para consolidar su posición dentro del Gobierno y enfrentar los desafíos que plantea una relación cada vez más complicada con Estados Unidos.