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¿Madre o CEO? Estos son los países europeos que más y menos apoyan a las mujeres trabajadoras
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¿Madre o CEO? Estos son los países europeos que más y menos apoyan a las mujeres trabajadoras

Entre los 16 meses de Suecia y las 14 semanas de permiso de Suiza, las mujeres europeas hacen malabares profesionales cuando tienen un hijo

Foto: Una mujer lleva un carrito de bebé, a 9 de febrero de 2025, en Madrid (España) (Rubio/Europa Press)
Una mujer lleva un carrito de bebé, a 9 de febrero de 2025, en Madrid (España) (Rubio/Europa Press)

Cuando Alice, una chef italiana de 33 años, se convirtió en madre, tuvo que cerrar su negocio: una tienda de bollería sin gluten en Trento, Italia. Ella era la única empleada: se ocupaba del abastecimiento, horneado y venta, “así que, si me quedaba en casa con un hijo, ¿quién trabajaría en la pastelería?” No encontró nadie para remplazarla. “Pasó todo muy rápido”, recuerda. Tomó los 2+3 meses de permiso por maternidad obligatorios de Italia más tres meses de baja opcional. Los tres primeros estaban remunerados, los cinco siguientes los pagó de su bolsillo. “Vendí los utensilios de la tienda, pero no todo el mundo puede hacerlo”. Nueve meses después, sin plaza en la guardería, los abuelos ayudan con el niño y ella ha buscado un trabajo a media jornada, “estoy feliz, pero realmente es un rompecabezas”. El padre, aparte de los 10 días de baja por paternidad y las vacaciones que tomó después, dice que, “ha vuelto a su vida laboral normal”.

En el caso de Bianca, sin embargo, una austriaca de 35 años, no cree que ser madre haya tenido un impacto en su carrera, “ya que en mi empresa hay padres que trabajan a media jornada en roles de liderazgo”, afirma. La única parte en la que, dice, ha tenido que dar “un paso atrás” ha sido en los viajes de trabajo, “que ahora requieren más planificación”. Tomó un año de permiso parental. Los primeros dos meses fueron remunerados y “pagamos los 10 meses restantes de nuestro bolsillo”, puntualiza. En Austria se puede optar por la opción 12+2 meses con hasta 2.000 euros mensuales los dos primeros meses o por “unos cientos de euros durante 24 meses”. Además de eso, recibe un bono familiar de aproximadamente 150 euros al mes y una ayuda para el cuidado infantil, de una cantidad similar.

En prácticamente todos los países del mundo, a excepción de Estados Unidos y seis naciones insulares del Pacífico —Islas Marshall, Micronesia, Nauru, Palau, Papúa Nueva Guinea y Tonga— existe algún tipo de baja maternal remunerada. Los permisos de maternidad se asocian con una reducción de la mortalidad infantil, una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral y mayor fertilidad. En lo que no existe consenso, sin embargo, es en cuál debe ser su duración.

De los 16 meses de Suecia a las 14 semanas de Suiza

En Europa, existe un amplio espectro de permisos maternales, paternales y parentales. Uno de los más generosos y equitativos es el de Suecia, que ofrece 480 días (16 meses) de permiso remunerado por niño nacido, lo que supone 35 semanas para cada progenitor. Al menos cada uno de los padres tiene reservados 90 días.

Los países de Europa del Este también ofrecen extensos permisos de maternidad y parentales, herederos de la época comunista, cuando la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral fue sucedida por una reducción de la natalidad. Es el caso de Estonia (85 semanas), Hungría (72 semanas), Bulgaria (65 semanas) o Lituania (62 semanas), según datos de Unicef. Por ejemplo, en Hungría, en 1949, el 35% de las mujeres estaban empleadas, en 1970, eran el 63,7%. Como el estado quería que nacieran más niños para también que hubiera más mujeres en la fuerza laboral, como resultado varios subsidios familiares fueron aprobados en 1967, 1973 y 1985, entre ellos, largos permisos parentales remunerados y guarderías gratuitas.

En la actualidad, en Lituania, el progenitor recibe el 78% del sueldo durante los primeros cuatro meses de baja. Después, hasta que el niño cumple un año, el monto es del 45% de las ganancias compensables y a continuación, los padres pueden elegir si continuar seis meses más al 45% o un año más al 30%.

placeholder La legislación de la UE establece un período mínimo de baja por maternidad remunerado de 14 semanas. (Pexels)
La legislación de la UE establece un período mínimo de baja por maternidad remunerado de 14 semanas. (Pexels)

En la otra punta, se encuentran dos países europeos que no son miembros de la UE: Suiza, donde las madres trabajadoras tienen derecho a 14 semanas de baja por maternidad remunerada y el padre a dos semanas y Reino Unido (12 semanas). La legislación de la UE establece un período mínimo de baja por maternidad remunerado de 14 semanas, con 2 semanas de baja obligatoria antes o después del parto. En España, desde 2021, el permiso por nacimiento y cuidado del menor es de 16 semanas con el 100% del salario para cada uno de los progenitores. Sumar ha llevado al Congreso, una posible ampliación a 20 semanas retribuidas.

Suecia, habitual referente en políticas familiares, este año lidera el ranking anual de The Economist sobre los mejores lugares para las mujeres trabajadoras, en los que además se tienen en cuenta otros aspectos como la participación en el mercado laboral, los salarios o la representación política. Los últimos países europeos de la lista son Hungría, República Checa y Suiza.

No solo debemos considerar los períodos largos de permiso parental disponibles para las mujeres, sino también el permiso parental disponible para los hombres”, matiza a El Confidencial, la investigadora del Banco Mundial, Liang Shen, coautora, junto a Marie Hyland, de un exhaustivo análisis sobre permisos parentales en 190 países. Shen explica que una menor diferencia entre el permiso de madres y padres se asocia con una mayor participación femenina en la fuerza laboral, “mientras que un permiso de maternidad más largo está correlacionado con una menor presencia de mujeres en el mercado laboral”.

Entonces, ¿cuál sería el permiso parental ideal para las mujeres que desean tener hijos y desarrollar una carrera profesional?, preguntamos. “Simplemente extender el permiso de maternidad no es suficiente”, explica la investigadora del Banco Mundial. En cambio, continúa, “reducir la brecha entre los permisos de ambos progenitores puede ser clave”. Liang Shen aclara que políticas de permiso parental más equilibradas “podrían ayudar a redistribuir las responsabilidades de cuidado y a cambiar las percepciones de los empleadores de una manera que beneficie las perspectivas profesionales a largo plazo de las mujeres”.

"Mi vida profesional cambió radicalmente cuando regresé del permiso parental", dice Irina.

Los datos muestran que cuando la baja es opcionar para padre o madre, casi siempre la toman las madres. Es el caso de Rumanía, que ofrece una generosa baja parental con el 85% del salario dura hasta que el hijo cumpla dos años. Aunque en la práctica, tanto padre como madre pueden solicitarla, la mayoría que lo hace son mujeres: 213.441 madres y 36.444 padres la pidieron en 2023, según el Ministerio de Trabajo y Solidaridad Social de Rumanía. Irina, una periodista rumana de Ploiesti, de 29 años, madre de dos niños, como la mayoría de madres trabajadoras rumanas, estuvo de permiso parental durante 2 años.

“Nunca pensamos en no tener hijos por nuestras carreras, pero sí consideré cambiar de área laboral después de que naciera mi primer hijo”, puntualiza. Ella tenía 25 años cuando nació su primer hijo y 29 cuando nació el segundo. Su marido es seis años mayor. Irina no cree que para él, ser padre haya tenido un impacto en su vida profesional, “de ninguna manera”. “En cambio, mi vida profesional cambió radicalmente cuando regresé del permiso parental; adapté mi horario según las necesidades del niño, ya no trabajé los fines de semana ni en turnos nocturnos”.

La letra pequeña, las horas no remuneradas en casa

La incorporación al mercado laboral muestra solo una parte del dibujo. A medida que las familias crecen, la brecha se amplía. Los padres tienden a aceptar más horas extras en el trabajo, mientras que las madres asumen mayor carga doméstica y familiar.

En todos los países de la UE, las mujeres dedican más tiempo a las tareas de la casa. En Portugal, donde la brecha es muy marcada, las mujeres dedican 328 minutos (5 horas y media) al día a las tareas domésticas, mientras que los hombres apenas 96 minutos, según la OCDE. En el polo opuesto, en Dinamarca, uno de los países de la UE en los que los hombres dedican más tiempo a las tareas no remuneradas (186 minutos), aun así, ellas dedican una hora más al día (243) que ellos.

En Francia, antes de que nazca un niño, los hombres suelen hacer una media de cinco horas extras en sus empleos a la semana frente a las tres horas más que hacen las mujeres. Cuando nace un niño, los datos indican, que, en Francia, los padres siguen aceptando cargas laborales extra (0,7 horas más) y las madres reducen media hora el tiempo extra que dedican al trabajo (0,6). Tener un hijo “me ha hecho estar más concentrada, porque sé que tengo que hacer las cosas para llegar a casa”, admite la austriaca Bianca. La llegada de un hijo supone cinco horas semanales adicionales de trabajo doméstico para las madres francesas, pero dos horas menos para el padre, según datos de la última Encuesta de Uso del Tiempo del Insee (2010).

La investigadora del Banco Mundial concluye que, para que las políticas sean efectivas, el permiso parental debe formar parte de un sistema de apoyo más amplio para los padres trabajadores, “que incluya servicios de cuidado infantil accesibles, asequibles y de alta calidad”, añade. Por ejemplo, en Francia, pese a que existe un permiso de maternidad remunerado de 16 semanas, una de cada dos francesas reduce o interrumpe su actividad laboral tras el nacimiento de un hijo, en comparación con uno de cada nueve hombres, según el Instituto de Estadísticas francés (Insee). Además, una encuesta de la Asociación para el empleo de directivos (Apec) de Francia, sobre mujeres ejecutivas que habían sido madres en la última década reveló que el 47 % de las madres francesas considera difícil el regreso al trabajo y el 71 % cree que las empresas no ofrecen suficiente apoyo en la reincorporación. Entre los retos, los datos indican que cuando son madres, las francesas eligen trabajos más cercanos a su hogar para reducir el tiempo de desplazamiento. Y de momento, Alice no sabe si el futuro retomará su negocio: "Es mi sueño".

Cuando Alice, una chef italiana de 33 años, se convirtió en madre, tuvo que cerrar su negocio: una tienda de bollería sin gluten en Trento, Italia. Ella era la única empleada: se ocupaba del abastecimiento, horneado y venta, “así que, si me quedaba en casa con un hijo, ¿quién trabajaría en la pastelería?” No encontró nadie para remplazarla. “Pasó todo muy rápido”, recuerda. Tomó los 2+3 meses de permiso por maternidad obligatorios de Italia más tres meses de baja opcional. Los tres primeros estaban remunerados, los cinco siguientes los pagó de su bolsillo. “Vendí los utensilios de la tienda, pero no todo el mundo puede hacerlo”. Nueve meses después, sin plaza en la guardería, los abuelos ayudan con el niño y ella ha buscado un trabajo a media jornada, “estoy feliz, pero realmente es un rompecabezas”. El padre, aparte de los 10 días de baja por paternidad y las vacaciones que tomó después, dice que, “ha vuelto a su vida laboral normal”.

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