¿Huelga feminista en la Iglesia católica? "Sin nosotras, los templos estarían vacíos"
Además de la protesta, expondrán sus reivindicaciones en las calles este 9 de marzo, en lo que llaman el 'Global Action Day'
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff7e%2Fee7%2F487%2Ff7eee74877d209b979fa5ae60e356bba.jpg)
Son más de 700 millones en todo el mundo (la mitad de la población que se confiesa católica) y, desde el 5 de marzo y durante los cuarenta días de la Cuaresma, están llamadas a una huelga inédita para "negar nuestro tiempo, nuestro trabajo y nuestros recursos financieros a la Iglesia Católica Romana". "Las mujeres son el alma de la Iglesia, coordinan la gran mayoría de las tareas parroquiales en todo el mundo y sirven a la comunidad como si fuesen diáconos y sacerdotes en todo, menos en el nombre, en lugares donde el clero es escaso. Nuestra intención con esta huelga es hacer visible lo que a menudo es invisible e insistir en que la Iglesia actúe rápidamente para abrir los ritos de ordenación a las mujeres", señala Kate McElwee, directora de la Women’s Ordination Conference (WOC), en conversación con El Confidencial.
Además de la huelga, expondrán sus reivindicaciones con protestas en la calle este 9 de marzo, en lo que llaman el Global Action Day, al que se sumarán mujeres de España, Polonia, Irlanda, Alemania, Reino Unido e Italia, así como de Estados Unidos, varios países de América Latina, Australia y Nueva Zelanda.
"Nuestra huelga responde a una pregunta sencilla: ¿Qué pasaría si las mujeres dijeran no? Y en lugar de esperar un 'sí' del Papa, emitimos nuestro 'no' a los sistemas de misoginia, sexismo y patriarcado que buscan detener al Espíritu Santo. Y al hacerlo, mostramos a la institución cuán vitales son las mujeres para su supervivencia", remarca esta activista estadounidense, radicada ahora en Italia.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9be%2F724%2F798%2F9be7247983db5430807fcde8e661cbba.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9be%2F724%2F798%2F9be7247983db5430807fcde8e661cbba.jpg)
"Sin nuestra presencia, se dejaría de hacer un trabajo vital y los bancos de las iglesias estarían vacíos. Y, sin embargo, a pesar de nuestro papel esencial, se nos deja fuera de cualquier liderazgo y toma de decisiones significativas, incluido el sacramental a través de la ordenación sacerdotal", apunta McElwee.
Mayoría silenciosa y silenciada
Han sido la mayoría silenciosa y silenciada y ahora dicen ¡basta! Los números están de su parte. No solo son las que más van a misa y se implican en las tareas parroquiales, aunque cuantificarlas es complicado. Pero donde hay datos, cantan. De acuerdo al Anuario Estadístico de la Iglesia de 2024 —el último publicado por el Vaticano con datos recogidos a 31 de diciembre de 2022—, hay más religiosas mujeres que sacerdotes y diáconos. Las casi 600.000 monjas superaron en un 47% al número de sacerdotes en todo el mundo. Y en algunos países, como España, la actividad de Cáritas —una de las más valoradas por el conjunto de la sociedad— no podría desarrollarse sin ellas, dado que dos tercios de sus 72.000 personas voluntarias son mujeres.
Organizaciones como la convocante de esta huelga global llevan en realidad ya unas décadas luchando por la plena igualdad con los varones en la Iglesia, espoleadas por los aires de reforma que trajo consigo el histórico Concilio Vaticano II, en los años 60 del pasado siglo.
Esperanzadas con Francisco, pero…
Algo que confiaban que hubiese venido de la mano del papa Francisco, en quien depositaron muchas esperanzas con respecto a la promoción del papel de la mujer en la Iglesia y en sus estructuras de gobierno. "El compromiso del Papa con el diálogo ha estimulado un profundo discernimiento sobre el papel de la mujer dentro de las estructuras de la Iglesia. Ha hecho nombramientos significativos de mujeres en puestos de responsabilidad en el Vaticano en funciones que antes estaban reservadas a los hombres. Estos cambios culturales y prácticos hacia la inclusión de las mujeres no pueden subestimarse. Sin embargo, su reiterada política de 'puertas cerradas' a la ordenación de las mujeres parece dolorosamente incongruente con su naturaleza pastoral".
No le falta razón a la directora de la WOC al no desestimar la promoción de la mujer realizada durante su pontificado por Jorge Mario Bergoglio. Al cumplirse en 2023 los diez años de su elección como Papa, había 1.165 mujeres trabajando en el Vaticano, frente a las 846 de 2013. "Nunca antes había sido tan alto el número de empleadas y su incidencia en el total del personal", según un informe realizado por Vatican News.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc10%2Ffb4%2F575%2Fc10fb45750124d846fa04e4f3892adbf.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc10%2Ffb4%2F575%2Fc10fb45750124d846fa04e4f3892adbf.jpg)
Pero lo cierto es que la no menos histórica convocatoria de dos sínodos —en donde las mujeres (y no sólo las religiosas) fueron invitadas y también por primera vez tuvieron voz y voto para hablar de la reforma de la Iglesia tras una consulta a las comunidades católicas de todo el mundo, en principio sin temas tabú— había levantado muchas expectativas. Tantas que se hablaba de que pudiese llegar la aprobación para ser ordenadas no sacerdotisas, pero sí diaconisas.
"Ese sínodo del papa Francisco generó esperanzas de que la Iglesia finalmente pudiera avanzar hacia la inclusión equitativa de las mujeres en la vida de la Iglesia. Pero las sesiones concluyeron sin pasos claros para la reforma y los funcionarios del Vaticano se equivocaron repetidamente diciendo 'no es el momento oportuno' para las mujeres diaconisas y 'se necesita más estudio'", lamenta McElwee.
"La Iglesia católica ha perdido un tesoro incalculable en las mujeres que sintieron la vocación al sacerdocio y les fue negado", asevera con un punto de indignación. "Hemos perdido generaciones de mujeres que vivieron y murieron con el dolor de no poder vivir plenamente la que sentían que era una llamada de Dios para ellas. Las mujeres han experimentado la constante humillación de tener que tratar de demostrar su humanidad, su igual dignidad y la validez de su vocación en una institución que las menosprecia continuamente. Por eso, las mujeres católicas de todo el mundo rechazan estas tácticas dilatorias sin fin y, a través de la Huelga de Mujeres Católicas, emitirán un claro ¡basta! a la continua negación de su igualdad".
Son más de 700 millones en todo el mundo (la mitad de la población que se confiesa católica) y, desde el 5 de marzo y durante los cuarenta días de la Cuaresma, están llamadas a una huelga inédita para "negar nuestro tiempo, nuestro trabajo y nuestros recursos financieros a la Iglesia Católica Romana". "Las mujeres son el alma de la Iglesia, coordinan la gran mayoría de las tareas parroquiales en todo el mundo y sirven a la comunidad como si fuesen diáconos y sacerdotes en todo, menos en el nombre, en lugares donde el clero es escaso. Nuestra intención con esta huelga es hacer visible lo que a menudo es invisible e insistir en que la Iglesia actúe rápidamente para abrir los ritos de ordenación a las mujeres", señala Kate McElwee, directora de la Women’s Ordination Conference (WOC), en conversación con El Confidencial.