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Golpe a la yugular bélica de Zelenski: ¿qué pierde Ucrania si EEUU corta las ayudas militares?
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'un pearl harbor político'

Golpe a la yugular bélica de Zelenski: ¿qué pierde Ucrania si EEUU corta las ayudas militares?

Donald Trump ha suspendido las ayudas militares a Ucrania, que han llegado a los casi 66 millones de dólares solamente en apoyo militar desde febrero de 2022

Foto: Soldados ucranianos en el frente de Donetsk. (REUTERS / Inna Varenytsia)
Soldados ucranianos en el frente de Donetsk. (REUTERS / Inna Varenytsia)

Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento de Ucrania, resumió en una frase el sentir de muchos ciudadanos después de la última decisión de Donald Trump: "Es un Pearl Harbor político". El líder estadounidense ordenó este lunes la suspensión temporal de la asistencia militar a las fuerzas de Kiev, un golpe para el país que acaba de entrar en el tercer año de la invasión rusa a gran escala.

Para Merezhko, la orden de Trump ha sido "la peor traición", porque no viene de un enemigo, sino de un país que los ucranianos consideran aliado. Así lo ha sido durante años, durante la gestión del expresidente de Joe Biden, que ha capitaneado una gran parte de los paquetes de ayuda militar a Ucrania, traducidos en cerca de 66 millones de dólares en apoyo militar al país desde febrero de 2022. En total, Estados Unidos ha gastado unos 119.000 millones de dólares en la guerra en Ucrania.

Biden reiteró en varias ocasiones durante su legislatura su "apoyo inquebrantable a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania". Estas palabras, meses después, parecen muy lejanas de las políticas de Donald Trump. Después de su tensa reunión con Zelenski, en la que tanto él como el vicepresidente JD Vance le acusaron de estar "jugando con una Tercera Guerra Mundial", el mandatario ha cambiado radicalmente de postura al frenar el envío de ayudas. Al menos, hasta que Ucrania demuestre un compromiso de buena fe con las negociaciones de paz con Rusia. Una condición que plantea más interrogantes que certezas sobre la periodicidad de la última orden del presidente.

La noticia fue un jarro de agua fría para Ucrania y plantea a Zelenski uno de los peores escenarios en medio de las conversaciones entre EEUU y Rusia para un hipotético acuerdo de alto al fuego. Pero, sobre todo, pone en aprietos a las fuerzas ucranianas en el frente por las consecuencias que puede tener la suspensión.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump, junto al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, a su llegada a la Casa Blanca. (Andrew Leyden/ZUMA Press Wire/DPA)

Uno de los aspectos más importantes de la ayuda estadounidense a Ucrania es el sistema de defensa aérea, los Patriot. Los bombardeos aéreos de Rusia contra ciudades como Kiev llevaron a Washington a enviar material de defensa aérea cada vez más sofisticado. A pesar de que otros países europeos también han enviado sistemas de este tipo, EEUU ha liderado los esfuerzos en este sentido.

La suspensión del suministro de los Patriot puede provocar que una parte de Ucrania sufra una destrucción parecida a la de ciudad de Járkov, donde no se han podido desplegar los sistemas, así como en otros lugares del país. A pesar de que es posible que los sistemas sigan funcionando en Kiev, la orden de Trump ha aumentado las preocupaciones de fuentes militares. "Nadie quiere creer en el peor escenario posible, pero existe la preocupación de que algunos artículos sean simplemente imposibles de reemplazar", dijo una de ellas a The Economist.

A lo largo de estos tres años de guerra, el Pentágono ha proporcionado tanques y helicópteros que se convirtieron en herramientas clave en las diferentes contraofensivas ucranianas. A pesar de negarse a enviar aviones de combate, la administración de Joe Biden acabó facilitando a las fuerzas de Kiev 20 helicópteros militares Mi-17 de diseño soviético.

Especialmente importante fue también la entrega de 31 tanques Abrams, que fueron enviados en enero de 2023, después de varias negociaciones que demoraron el proceso. En una lista difundida por el Departamento de Estado constan también 300 vehículos de combate Bradley, 1.300 vehículos blindados de transporte de personal, más de 5.000 vehículos militares Humvee y 300 ambulancias blindadas. Las autoridades estadounidenses también añaden otras herramientas de menos calibre, pero muy importantes en el frente de batalla, como minas Claymore, sistemas de comunicación por satélite, gafas de visión nocturna y más de 100.000 equipos de chalecos antibalas.

De Starlink al problema de la munición

Sin embargo, uno de los puntos más importantes de la asistencia militar estadounidense a Ucrania se basa en los misiles y morteros que ha enviado a Kiev. Washington ha proporcionado más de 200 obuses de 155 mm y 3 millones de proyectiles de artillería, así como 72 obuses de 105 mm y un millón de proyectiles, y más de 700.000 morteros.

También llegaron a Ucrania sistemas que han sido clave en el campo de batalla, como las lanzaderas de cohetes M270 MRLS y M142 HIMARS, con sus correspondientes municiones de largo alcance GRMLS y ATACMS. Por otro lado, al principio de la guerra, fue fundamental el envío de misiles antiaéreos portátiles Stinger y de misiles anticarro Javelin, que se convirtieron en un símbolo de la resistencia ucraniana cuando empezó la invasión rusa a gran escala.

El analista militar Jesús M. Triana apunta que la generosidad en el suministro de ayuda es posible porque "las fuerzas armadas de Estados Unidos son gigantescas y pueden prescindir de grandes cantidades de material, sabiendo que la industria lo repondrá enseguida".

Este ha sido uno de los puntos clave de la asistencia militar a Ucrania por parte del Pentágono porque otros países europeos han hecho grandes sacrificios para transferir armamento a Ucrania. "Pero se trata de una cuestión de escala. Sus economías y sus fuerzas armadas son pequeñas. En cambio, para Estados Unidos la transferencia de grandes cantidades de armamento excedente o en reserva no ha supuesto un problema", concluye Triana.

Foto: Volodímir Zelenski y Donald Trump, este viernes en la Casa Blanca. (EFE)

Finalmente, la suspensión de la ayuda militar puede afectar al suministro del sistema Starlink, la columna vertebral de las comunicaciones militares. Los soldados ucranianos han empezado a utilizar soluciones alternativas en frentes como el de Kursk con tecnología móvil, pero este cambio no llega al nivel de Starlink y tiene vulnerabilidades como la resistencia a la guerra electrónica de Rusia, apuntaba un teniente a The Economist.

Quizá uno de los puntos que más preocupa a los ucranianos es, no obstante, el intercambio de inteligencia con Estados Unidos. El Ejército de Kiev es capaz de identificar gracias a ello a aviones rusos que están a punto de atacar, la preparación de nuevas ofensivas o los almacenes y centros logísticos que utilizan las tropas de Moscú.

Una parte de esta información puede ser recopilada por los drones ucranianos, pero solamente a corta distancia. En cambio, los estadounidenses utilizan inteligencia artificial para fusionar datos de imágenes satelitales, inteligencia electrónica y otras fuentes para identificar objetivos. A pesar de que la inteligencia otros países como la de Reino Unido puede ayudar mucho en este sentido, para Ucrania sería más difícil identificar rápidamente blancos específicos para hacer frente a la ofensiva rusa.

El ¿peor? escenario para Ucrania

Las consecuencias del parón de todas estas ayudas es difícil de calcular. Es posible que las tropas de Kiev puedan resistir el "cierre" durante algunas semanas o meses por los envíos de armas desde Europa. "La realidad es que Ucrania depende mucho menos de Estados Unidos para sus necesidades de combate diarias que hace un año", dijo Michael Kofman, investigador del think tank Carnegie Endowment for International Peace, a The New York Times.

No es la primera vez que Ucrania se encuentra en esta situación y, el año pasado, el bloqueo de la ayuda por parte del Congreso estadounidense provocó un freno en el envío de las ayudas durante meses. El efecto tardó meses en llegar a las líneas de frente ucranianas, pero los soldados se vieron obligados a racionar la munición a medida que empezaban a escasear los suministros.

En este caso, algunos funcionarios ucranianos afirman que, aunque la situación pueda empeorar en algunas líneas del frente, no esperan un colapso militar. En cambio, algunas estimaciones apuntan a que el 20% del material militar suministrado a las fuerzas ucranianas procede actualmente de Estados Unidos y un 25% adicional de Europa y otras partes del mundo. "Pero ese 20 por ciento es el más letal e importante", apunta Malcolm Chalmers, subdirector general del grupo de expertos en defensa Royal United Services Institute, a The Washington Post.

Pero, más allá de las consecuencias en el frente, la orden de Trump promete ser un golpe psicológico para las tropas y para los ciudadanos ucranianos. Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento de Ucrania, calificaba la decisión del presidente estadounidense como una traición, y un punto de quiebre en una alianza que parecía no tener fisuras.

Lo ha sido también para muchos países europeos, que no pudieron más que prever las intenciones de Trump con respecto a las ayudas a Ucrania. Varios líderes han criticado la medida, que resalta todavía más "el divorcio" entre el bloque y EEUU en materia de defensa. Ursula von der Leyen, después de anunciar un plan para que se movilicen 800.000 millones de euros en inversión en defensa de la UE, resumió: "Europa se enfrenta a un peligro claro y presente de una escala que ninguno de nosotros ha visto en nuestra vida adulta".

Oleksandr Merezhko, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento de Ucrania, resumió en una frase el sentir de muchos ciudadanos después de la última decisión de Donald Trump: "Es un Pearl Harbor político". El líder estadounidense ordenó este lunes la suspensión temporal de la asistencia militar a las fuerzas de Kiev, un golpe para el país que acaba de entrar en el tercer año de la invasión rusa a gran escala.

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