Musk (y Trump) quiere declarar la guerra a los jueces. Su modelo es El Salvador de Bukele
El cóctel incluye la posibilidad de una crisis constitucional, algo considerado hasta ahora como casi imposible y a un Elon Musk desatado, reclamando para su país
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd0d%2F4ab%2Fd8b%2Fd0d4abd8b240dea5aab4404771d07f64.jpg)
"La única manera de restaurar el mandato del pueblo en Estados Unidos es hacer un 'impeachment' (juicio político) a los jueces. Nadie está por encima de la ley, incluyendo a los jueces. Eso es lo que bastó para arreglar El Salvador. Lo mismo aplica a Estados Unidos", posteó Elon Musk en su cuenta de X. El virulento ataque del círculo más cercano a Donald Trump contra los jueces de EEUU, después de varias resoluciones en contra de las políticas de su Administración, está agitando la política estadounidense. El cóctel incluye la posibilidad de una crisis constitucional, algo considerado hasta ahora como casi imposible y a un Elon Musk desatado, reclamando para su país medidas similares a las que tomó hace cuatro años Nayib Bukele contra los magistrados en El Salvador, ampliamente vistas entonces como un golpe a la separación de poderes.
The only way to restore rule of the people in America is to impeach judges. No one is above the law, including judges.
— Elon Musk (@elonmusk) February 25, 2025
That is what it took to fix El Salvador. Same applies to America. https://t.co/HtPINo6ngU
“Hay un proceso de convergencia de los autoritarismos alrededor del mundo que ya hemos visto antes en la región latinoamericana. Nicaragua ha copiado algunas de las decisiones que tomaron Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela y El Salvador, a su vez, ha tomado algunas decisiones que se parecen mucho a las que la dictadura de Ortega ejecutó en años recientes, solo que con un libro de recetas ya mejor preparado”, comenta a El Confidencial el abogado salvadoreño José Marinero, especialista en políticas públicas.
Las cortes de EEUU han bloqueado, en las últimas semanas, disposiciones de la Administración Trump, como revocar el derecho de ciudadanía por nacimiento, congelar las subvenciones públicas, recortes en las agencias federales, el cierre de las mismas o el acceso del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado, de facto, por Musk, a datos sensibles de los estadounidenses.
Esos fallos han provocado una respuesta feroz. El hombre más rico del mundo ha denunciado un “Golpe judicial”, reclamando destituciones de magistrados y sopesando incluso la posibilidad de que el Gobierno no cumpla los fallos judiciales.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6f9%2Fd2b%2Ffc0%2F6f9d2bfc0cab2c2d9872ef707d267713.jpg)
“Deberíamos, al menos, intentar despedir a este jurista basura. La noción de tener un trabajo de juez de por vida, sin importar cuán malas sean las sentencias, es ridícula. Ya es suficiente”, señaló Musk, parte del núcleo del Gobierno Trump tras haber otorgado donaciones millonarias a su campaña, criticando a un magistrado que ordenó a las agencias de salud de EEUU restaurar unas páginas web que habían sido suspendidas previamente, en cumplimiento con una resolución de Trump contra las cuestiones de género en las agencias públicas.
“Un juez corrupto protegiendo la corrupción. ¡Tiene que ser enjuiciado ahora!”, volvió a postear Musk el 9 de febrero, cuando otro magistrado prohibió que DOGE tuviese acceso a datos del Departamento del Tesoro. Una orden contra el departamento que dirige Musk le impide tener acceso a cuentas de banco y números de la seguridad social de millones de estadounidenses.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F84f%2Fcf3%2F658%2F84fcf365865c0af8f5ba57ec7ddf2fa5.jpg)
También compartió un post de otro usuario que decía. “No me gustan los precedentes que se sientan cuando desafías una decisión judicial, pero me pregunto qué otras opciones nos están dejando estos jueces”, dejando abierta la posibilidad de negarse a cumplir órdenes judiciales, algo que crearía una crisis constitucional en un país cuya democracia está basada en la separación de poderes.
El magnate, dueño de X, Tesla y Space X incluso llegó a postear la foto de tres jueces que han tomado decisiones contrarias a las políticas de la Administración Trump.
El abogado salvadoreño Marinero tiene claro lo que está pasando. “Estamos viendo en vivo y en directo cómo se ponen a prueba los contrapesos de una de las democracias más antiguas”, considera.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F80a%2F9f5%2F1fa%2F80a9f51faab6e9325f86fde96f90bd7d.jpg)
“Esa desconfianza, ese resquemor que tienen los autoritarios con los jueces independientes, comienza con la estigmatización de los magistrados. Eso fue exactamente lo que hizo Ortega, fue exactamente lo que hizo Chávez y fue exactamente lo que hizo Bukele. Antes de destituirlos, antes de la purga de magistrados, Bukele los insultó, los estigmatizó, y los descalificó cuanto pudo”, añade el abogado Marinero.
Trump dice que acatará las decisiones pero apelará
“Aquel que salva a su país no viola ninguna ley”, dijo en redes sociales Donald Trump, el 15 de febrero, encendiendo todas las alarmas sobre sus intenciones, porque ya antes había dicho que estaba “decepcionado” con algunos jueces.
Esa aseveración se produjo apenas tres días después de que el presidente asegurase en rueda de prensa, junto a Elon Musk, que respetaría las decisiones judiciales pero que las iba a apelar.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F3c5%2Fe6e%2F977%2F3c5e6e977d4c41e37462a323efc4ae47.jpg)
En instancias superiores su Administración tiene más posibilidades de éxito porque en la Corte Suprema la mayoría es conservadora, aunque incluso en ese nivel algunas de las medidas más rupturistas podrían acabar hundiéndose.
Aunque ha intentado enfriar la tensión, el presidente también ha señalado que “ningún juez debería tomar ese tipo de decisión”, en referencia al magistrado que impidió el acceso de Musk a datos sensibles, y que hay “jueces muy políticos” que intentan ralentizar su agenda. En cualquier caso, de nuevo, las declaraciones más altisonantes han venido de su entorno más cercano.
“Esos mandatos judiciales no apegados a derecho son la continuación del uso de la Justicia como arma contra el presidente Trump”, dijo la secretaria de prensa Karoline Leavitt después de que un juez impidiese el congelamiento del gasto federal.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fe04%2F31f%2F62b%2Fe0431f62b1d6f519528ea97efe29f1e0.jpg)
Fue, en cualquier caso, el vicepresidente Vance quien subió la apuesta. “Los jueces no pueden controlar el poder legítimo del Ejecutivo”, señaló después de que se impidiera a Doge el acceso a los datos del Departamento del Tesoro.
El controvertido modelo salvadoreño
En un momento dado, el pasado 12 de febrero, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, comparó la situación de su país con la de EEUU. “Nosotros enjuiciamos (impeached) a todos los jueces y entonces procedimos a arreglar el país”, señaló en X el líder del país centroamericano.
Musk respondió ese mensaje poco después. “Bravo! Debemos hacer un empeachment a nuestros jueces que están socavando gravemente la voluntad del pueblo y destruyendo a Estados Unidos. Es la única manera”, apuntó el hombre más rico del mundo.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6a5%2F1a8%2F122%2F6a51a8122a65273f1814983ee0ef4223.jpg)
También retuiteó un mensaje de un influencer de la derecha populista que mentaba el muy cuestionado proceso de destitución de jueces de El Salvador de 2021 y calificó como “cierta” la aseveración de Bukele de que no hay “controles y equilibrio” si el cuerpo judicial tampoco puede ser “controlado ni equilibrado”. Pero para muchos salvadoreños la historia de la masiva destitución de jueces en El Salvador no es tan idílica como la pintan Bukele y Musk.
El presidente salvadoreño pasó casi dos años enfrentado a los jueces de su país hasta que, en mayo de 2021, su partido, Nuevas Ideas, y otros grupos afines, lograron 64 de los entonces 84 asientos en la Asamblea Nacional salvadoreña.
Su inauguración estaba programada para el primero de mayo. Parecía que iba a ser una jornada protocolaria normal, pero ese mismo día la nueva abrumadora mayoría bukelista destituyó de una tacada a cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, la más alta instancia del país centroamericano, tras acusarles de tomar decisiones “arbitrarias” en el contexto de la pandemia.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd19%2F2d3%2F431%2Fd192d3431667e5e4d90b1e31b7c8ecb0.jpg)
También destituyeron al entonces Fiscal General, Raúl Melara, mentando supuestos vínculos con el partido opositor conservador Arena.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) criticó inmediatamente la acción, asegurando que la decisión de “destuituir” a los cinco magistrados se produjo “incumpliendo las normas constitucionales que regulan el procedimiento y los estándares interamericanos para la remoción de operadores de justicia, tales como la debida fundamentación, el derecho de defensa y el debido proceso”.
“Se trató de una decisión política que tuvo por fin provocar un Golpe de Estado al poder judicial para colocar funcionarios afines al Gobierno y así destruir la independencia judicial en El Salvador”, expone a El Confidencial David Morales, jefe jurídico de Justicia Transicional de la oenegé salvadoreña Cristosal.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9f8%2F3e9%2F04a%2F9f83e904ae3d9534e8a878dd92c46bbc.jpg)
“El intercambio de mensajes entre Musk y Bukele tiene un error de bulto, que es que en realidad no hubo en El Salvador ningún tipo de juicio político a los jueces. Ellos hablan de un impeachment, que es un supuesto muy distinto, pero en el caso salvadoreño lo que hubo fue una remoción frontalmente contraria a la Constitución salvadoreña”, considera, por su parte, el abogado Marinero.
Anulación de la separación de poderes
Después la misma Asamblea Nacional ampliamente adscrita al bukelismo nombró a los jueces sustitutos. “Es una decisión frontalmente contraria a la Constitución que violenta el nombramiento de funcionarios de elección indirecta por parte del parlamento salvadoreño. Y lo hacen además con poco disimulo, utilizando esa destitución como una especie de vendetta de las decisiones que estos jueces habían adoptado durante la pandemia como un obstáculo al ejercicio del poder del Ejecutivo”, considera Marinero.
La decisión acabó allanando el camino a la reelección de Bukele. Esa misma sala de lo Constitucional aprobó unos meses después la futura candidatura a la reelección del líder salvadoreño, a pesar de que la Carta Magna lo prohíbe, como sucedió anteriormente en Nicaragua, con Daniel Ortega, en Honduras, con Juan Orlando Hernández, y en Bolivia, con Evo Morales.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb34%2Fc16%2F25f%2Fb34c1625fdc276b8126ff20a51c59e9a.jpg)
“La remoción masiva de jueces fue para el entonces aún gobierno legítimo y legal de Bukele uno de sus primeros pavimentos de la ulterior violacón a la Constitución, del quiebre absoluto y de raíz del principio de la alternancia en el poder que constituye una de las cláusulas pétreas de dicha Carta Magna”, considera, por su parte, el salvadoreño Napoleón Campos, experto en Relaciones Internacionales.
“Así anuló Bukele la separación de poderes, y la independencia de los jueces, pues en esa remoción eliminaron del Órgano Judicial a la gran generación de jueces formada bajo principios y valores democráticos tras los acuerdos de Paz de enero de 1992. Esos juristas eran una línea de resistencia al desmantelamiento democrático”, añade el analista. Cinco meses después la Asamblea Legislativa jubiló a un tercio de los 690 jueces del país.
“La excusa era la edad, la antigüedad en el cargo de los jueces, pero, por supuesto, a los que se quedan en la judicatura los termina de intimidar, quedando sometidos. Ahora hay condenas en audiencias masivas en las que no hay suficiente acompañamiento técnico de abogados y en las que es imposible que un juez pueda distinguir a quienes están siendo llevados ante la Justicia. Quizás miles de personas están en prisión sin ningún tipo de proceso en marcha”, explica el abogado Marinero.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F6d9%2F876%2F984%2F6d98769840e5d98a55580037fc6837be.jpg)
“El desbaratamiento de la independencia judicial en El Salvador no puede ser tomada como una referencia positiva por sociedades democráticas. Solo es un ejemplo para personas que ostentan el poder y cuyo interés es destruir justamente los estándares y principios democráticos fundamentales”, cree el analista Morales de Cristosal.
Musk insiste con una "ola" de juicios políticos
Musk, en cualquier caso, parece tener claro que quiere iniciar algún tipo de acción contra los jueces. Ya propuso que “el peor 1% de los jueces designados” sean “despedidos cada año” en una decisión determinada por “las instituciones electas”, es decir, por el Ejecutivo o por el Congreso y ha reclamado una “ola inmediata de enjuiciamientos políticos judiciales”.
Su petición se ha encontrado con la oposición de numerosas organizaciones de juristas. El Brennan Center for Justice recordó que la “seguridad laboral” es “una contribución importante para mantener la independencia judicial, para que los jueces basen sus decisiones en el entendimiento de lo que la ley requiere y no se preocupen por perder su trabajo si actores políticos poderosos no están de acuerdo con sus fallos”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F2ce%2F451%2F016%2F2ce451016c2e3f1274f99405094e336a.jpg)
En EEUU, hasta ahora, existía la creencia casi ancestral de que hacer un impeachment a los jueces por sus fallos acababa con su independencia.
La historia no deja lugar a dudas. Desde que EEUU es país, tan solo 15 jueces federales han ido a juicio político en la Cámara de Representantes y solo ocho de esos procesos han acabado cristalizando en el Senado bajo cargos de falso testimonio, favoritismo o abuso de poder.
Musk ya se enfrentó con el juez de Morales y perdió
No es el primer enfrentamiento de Musk con los jueces, y anteriormente salió trasquilado. El año pasado se enfrentó al juez brasileño Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema, un centroderechista que en el pasado fue criticado por la izquierda y que ahora es el foco de las más virulentas críticas de los más acérrimos seguidores del ex mandatario Jair Bolsonaro por sus procesos contra el ex presidente y su entorno.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F05b%2Fb70%2F4ed%2F05bb704edc2f90dbf463e97039312dd5.jpg)
Musk amenazó con reactivar unos perfiles de unos seguidores de Bolsonaro de alto perfil que De Moraes había mandado suspender, en medio de un proceso por diseminación de información falsa y de odio en redes sociales. Acusó al magistrado de censura, de “falso juez” y de ser el “Darth Vader de Brasil”.
De Moraes suspendió la red social en todo el país sudamericano durante días, señalando que X no había nombrado representante legal en Brasil como él había requerido, y Musk, tras mantener silencio, acabó nominando a una persona, siendo restituida la red social al cabo de unos días.
Ahora, eso sí, Musk tiene más poder que en aquella ocasión. Parece contar con más acceso que ninguna otra persona a Trump y a la Casa Blanca y además lidera de facto una institución federal.
"La única manera de restaurar el mandato del pueblo en Estados Unidos es hacer un 'impeachment' (juicio político) a los jueces. Nadie está por encima de la ley, incluyendo a los jueces. Eso es lo que bastó para arreglar El Salvador. Lo mismo aplica a Estados Unidos", posteó Elon Musk en su cuenta de X. El virulento ataque del círculo más cercano a Donald Trump contra los jueces de EEUU, después de varias resoluciones en contra de las políticas de su Administración, está agitando la política estadounidense. El cóctel incluye la posibilidad de una crisis constitucional, algo considerado hasta ahora como casi imposible y a un Elon Musk desatado, reclamando para su país medidas similares a las que tomó hace cuatro años Nayib Bukele contra los magistrados en El Salvador, ampliamente vistas entonces como un golpe a la separación de poderes.