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El líder histórico del partido kurdo en Turquía, PKK, ordena disolver el grupo y deponer las armas
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Una lucha que "ya no tiene sentido"

El líder histórico del partido kurdo en Turquía, PKK, ordena disolver el grupo y deponer las armas

En el comunicado, de una página y media, el líder del PKK ha indicado que, a pesar de que la lucha armada contra el estado turco fue en algún momento "necesaria", la resistencia armada "ya no tiene sentido"

Foto: Simpatizantes del partido pro-kurdo Igualdad y Democracia del Pueblo (DEM) muestran banderas con el retrato del líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan. (Reuters/Umit Bektas)
Simpatizantes del partido pro-kurdo Igualdad y Democracia del Pueblo (DEM) muestran banderas con el retrato del líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan. (Reuters/Umit Bektas)

En un comunicado histórico, el líder del Partido del Kurdistán de los Trabajadores (PKK), Abdullah Öcalan, encarcelado desde hace casi 27 años, ha pedido a su partido que deponga su lucha armada y se disuelva. Este anuncio puede suponer un punto de inflexión en la guerra que Turquía lleva librando contra el PKK -considerado como una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos- desde hace décadas y que se ha cobrado la vida de miles de personas.

Poco después del anuncio, el líder del Partido de la Unión Democrática, Salih Muslim, vinculado al brazo armado de las Unidas de Protección Mixtas (YPG) y Femeninas (YPJ) se ha mostrado de acuerdo con las palabras de Ocalán. "No habrá necesidad de armas si se nos permite trabajar políticamente", afirmó. "Si desaparecen las razones para llevar armas, las dejaremos".

En el comunicado, de una página y media, el líder del PKK ha indicado que, a pesar de que la lucha armada contra el estado turco fue en algún momento "necesaria", la resistencia armada "ya no tiene sentido", por lo tanto, "el PKK tiene que disolverse".

"Hago un llamado al desarme y asumo su responsabilidad histórica", indica en el mensaje. "El segundo siglo de la República (turca) solo podrá alcanzar una continuidad duradera y fraternal si se corona con democracia. No hay camino fuera de la democracia para la construcción y aplicación del sistema. No puede haber otra vía. La reconciliación democrática es el método fundamental (...) todos los grupos deben deponer las armas".

El mensaje firmado por Öcalan fue emitido por la llamada "Delegación Imrali", un grupo de políticos demócratas del Kurdistán que visitaron al líder kurdo en la isla de Imrali, donde continúa en prisión.

Aunque Öcalan ha pedido el fin del PKK, todavía no está claro si todos los miembros del grupo obedecerán su orden. Según reporta el periodista turco Ragip Soylu, algunas fuentes cercanas al gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, creen que la mayoría de los integrantes de la organización aceptará la decisión, pero que habrá facciones que se resistirán. El ejecutivo turco ha advertido que tomará medidas militares contra quienes no acaten la disolución.

Foto: Un manifestante ondea una bandera del PKK durante una concentración para celebrar la fiesta primaveral de newroz en la ciudad suroriental de Diyarbakir, dominada por los kurdos. (Reuters/Sertac Kayar)

En los últimos años, Turquía ha debilitado al PKK con el uso de drones y con la instalación de bases militares en el norte de Irak, lo que ha dificultado la actividad del grupo. Varios analistas apuntan a que las recientes tensiones entre Israel e Irán han hecho que Turquía quiera resolver el problema kurdo lo antes posible, para que no se convierta en una amenaza en el futuro.

La expectativa de esta declaración ha estado creciendo desde octubre, cuando el líder ultranacionalista Devlet Bahceli, aliado clave del presidente Recep Tayyip Erdogan, instó públicamente a Ocalán a promover el desarme del PKK. Turquía se asoma así a la posibilidad de resolver un conflicto que ha durado más de cuatro décadas, ha provocado decenas de miles de muertes y ha alimentado tensiones políticas y económicas, especialmente en el sureste del país, donde vive una gran parte de la población kurda.

El anuncio también se produce en medio de un contexto geopolítico decisivo en la región, con Turquía negociando con Estados Unidos el futuro de las fuerzas kurdas en Siria. Tras la caída del régimen de Bashar al-Assad a finales del año pasado, Ankara ha insistido en que la milicia kurda siria YPG, que tiene vínculos con el PKK y ha sido un aliado clave de Washington en la lucha contra el Estado Islámico, debe ser disuelta. El llamado de Ocalán podría facilitar estas negociaciones y dar a Ankara una ventaja en la redefinición del equilibrio de poder regional.

En un comunicado histórico, el líder del Partido del Kurdistán de los Trabajadores (PKK), Abdullah Öcalan, encarcelado desde hace casi 27 años, ha pedido a su partido que deponga su lucha armada y se disuelva. Este anuncio puede suponer un punto de inflexión en la guerra que Turquía lleva librando contra el PKK -considerado como una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos- desde hace décadas y que se ha cobrado la vida de miles de personas.

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