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Merz y el efecto Trump: de 'fanboy' de EEUU a vaticinar la muerte de la OTAN
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Bruselas mira con expectación su futuro

Merz y el efecto Trump: de 'fanboy' de EEUU a vaticinar la muerte de la OTAN

Friedrich Merz fue hasta ahora posiblemente el político germano más afín a Washington, pero la nueva hostilidad de la administración Trump le está forzando a cerrar filas en Europa frente a Estados Unidos

Foto: El presidente de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), Friedrich Merz. (EFE/Hannibal Hanschke)
El presidente de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU), Friedrich Merz. (EFE/Hannibal Hanschke)

Si hubiera que elegir un momento para describir cómo Friedrich Merz cambió definitivamente su forma de ver a Estados Unidos, podríamos volver una escena vivida durante la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich, a mediados de febrero. El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, acababa de fustigar ahí a las democracias europeas, en particular a Alemania, acusándolas de suprimir la libertad de expresión como si hablase de los regímenes autoritarios de China o Rusia. Merz, recibido por muchos de los presentes en Múnich ya como el próximo canciller germano, se plantó un rato después ante un micrófono.

“Hoy es una fecha histórica, porque se han puesto en duda las garantías de seguridad estadounidenses (para Europa), y porque los americanos han puesto en duda instituciones democráticas”, lamentó el líder conservador frente a la cadena Deutsche Welle. “Esta Conferencia de Seguridad 2025 la veremos también dentro de varios años como un punto de inflexión. Pero lo que venga después de esto es un asunto de los europeos, que ahora tienen que despertarse, pero de verdad”, siguió.

Es probable que el alejamiento de Merz de lo que algún día fue su país modelo haya empezado hace mucho más tiempo, pero pocos momentos ilustran tan bien como el de Múnich el amargo despertar del democristiano.

El puente entre Washington y Berlín

Friedrich Merz, un conservador de 69 años de la vieja Alemania occidental, encarnaba hasta hace poco posiblemente mejor que nadie la admiración y la confianza en Estados Unidos en la política alemana. Su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU), lleva hasta hoy la llamada 'Westbindung', la alianza con las potencias occidentales y en especial con Washington, en el ADN político.

Foto: JD Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich. (Reuters/Leah Mills)

Sin la apuesta por Estados Unidos del primer canciller de la República Federal, el conservador Konrad Adenauer, la historia de la recuperación y el milagro económico alemanes tras la Segunda Guerra Mundial podría haber sido muy distinta. Merz mismo fue durante una década, entre 2009 y 2019, presidente del 'Puente del Atlántico' (Atlantik-Brücke), una organización que reúne a líderes políticos y empresariales de Alemania y Estados Unidos para profundizar lazos.

Durante su exitosa campaña electoral de los últimos meses, el próximo canciller apuntaba asimismo con orgullo a sus experiencias 'americanas' como antiguo ejecutivo de la gestora de fondos Blackrock en Alemania o como abogado del famoso bufete Mayer Brown, para destacar su valía como interlocutor político con Washington. Merz –era el mensaje– sabe cómo piensan los estadounidenses.

De atlantista a europeísta

Una de las ironías del destino es que el político alemán más 'americano' llegará ahora al poder cuando las relaciones entre Berlín y Washington se están desbaratando. Y en momentos en que toda Bruselas mira con expectación al futuro canciller de la primera potencia europea para cerrar filas frente a Donald Trump. “Friedrich Merz es ahora el político más importante de Europa”, consideraba un columnista de la revista Der Spiegel un día después de su triunfo electoral, para resumir las expectativas en Bruselas. “Europa espera por el liderazgo alemán”, lo secundaba el diario Süddeutsche Zeitung, recordando las carencias del aún canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz.

“Para mí será una absoluta prioridad fortalecer lo más pronto posible a Europa para que, paso a paso, dejemos de verdad de depender de Estados Unidos”, decía Merz el domingo en la tertulia televisiva de los principales candidatos de las generales germanas, la llamada 'ronda de los elefantes' en Berlín.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. ( Daniel Torok/White House)

En Alemania se lamentó en los últimos tres años a menudo la fría relación entre Scholz y el francés Emmanuel Macron, descrita en el mejor de los casos como carente de sintonía y en el peor, como abiertamente mala. Una relación que ha sido, en todo caso, un lastre para el motor franco-alemán en la Unión Europea. Ahora, la esperanza es que el eje París-Berlín, visto como crucial para el proyecto comunitario, resurja de la mano de un canciller Merz.

“Vivimos un momento histórico”, citó el lunes una corresponsal alemana unas declaraciones de Macron en el avión que llevaba al presidente francés a Washington para su reunión con Trump. “Eso puede conducir a una armonía franco-alemana nunca antes vista”, agregó el líder galo, que había hablado antes con Merz para felicitarlo y coordinar su difícil visita en Washington, según la corresponsal del Frankfurter Allgemeine.

Un viejo conocido de la Eurocámara

Algo menos conocido en la trayectoria política de Merz, en todo caso, es que el próximo canciller conservador es un viejo conocido de la Eurocámara, ya que empezó su trayectoria política como un joven eurodiputado entre 1989 y 1994. Más de 30 años más tarde, volverá ahora a Bruselas como nuevo jefe de Gobierno alemán, una tarea para la que ya se ha estado preparando.

“En los últimos meses, el candidato a canciller conservador visitó a menudo Bruselas y ha escuchado mucho”, aseguraba el lunes la emisora pública alemana ARD. Y en Europa las expectativas son altas. “Estoy esperando a trabajar contigo en este momento crucial para nuestra seguridad conjunta”, escribió en la red social X el secretario general de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte, en sus felicitaciones a Merz. “Es vital que Europa aumente su gasto en defensa y tu liderazgo será clave”, agregó.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump, habla ante los medios en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington. (EFE/Pool/Jim Lo Scalzo)

Merz asegura ser consciente de lo que le espera. “Todos esperan que Alemania asuma un mayor liderazgo. Yo lo he recordado una y otra vez: Alemania es de lejos el país más poblado de Europa, y Alemania está en el centro geoestratégico del continente. Tenemos que asumir ese papel”, decía el conservador tras la citada Conferencia de Seguridad en Múnich.

Después de su triunfo electoral del domingo, el antiguo admirador de Estados Unidos también reflexionaba con una mezcla de melancolía y consternación tras hablar de su decepción con Washington por la política de confrontación con Europa de la administración Trump: “No creí que iba a decir nunca estas palabras en televisión”, comentó en la tertulia berlinesa. El viejo 'atlantista' es consciente de que las nuevas realidades globales lo fuerzan a ser más europeísta que nunca.

Si hubiera que elegir un momento para describir cómo Friedrich Merz cambió definitivamente su forma de ver a Estados Unidos, podríamos volver una escena vivida durante la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich, a mediados de febrero. El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, acababa de fustigar ahí a las democracias europeas, en particular a Alemania, acusándolas de suprimir la libertad de expresión como si hablase de los regímenes autoritarios de China o Rusia. Merz, recibido por muchos de los presentes en Múnich ya como el próximo canciller germano, se plantó un rato después ante un micrófono.

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