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Tu primer contrato fijo a los 50 años: "No puedes planear a futuro"
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EMPLEO TEMPORAL EN EUROPA

Tu primer contrato fijo a los 50 años: "No puedes planear a futuro"

España se encuentra entre los países con más contratos temporales, con cerca de 9 millones, es decir, más de la mitad de los acuerdos firmados

Foto: Una camarera trabaja en un bar. (EFE/Ismael Herrero)
Una camarera trabaja en un bar. (EFE/Ismael Herrero)

"Si quiero comprarme una casa o planear un futuro, me es imposible", confiesa Claudia. Trabaja en una cooperativa de aceite en Andalucía y tiene 26 años. Desde hace seis, es operaria de patio. Solo trabaja cuando la aceituna lo permite, como ahora. De hecho, nos atiende desde su puesto de trabajo.

Como el suyo, cerca de 9 millones de contratos firmados España en 2024 fueron temporales, según los datos ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal: más de la mitad del total. “Las condiciones materiales de vida determinan que esta precariedad se perpetúe o se erradique”, explica el doctor en Sociología de la Universidad de Almería Alejandro Godino. Desde el poder adquisitivo, hasta el tipo de industria, pasando por el nivel de estudios o el lugar de procedencia, todas estas variables pueden influir en la incidencia de este tipo de contratos.

Los últimos datos anuales de la Encuesta de Población Activa muestran que, en 2023, el 17,08% de los asalariados en España contaba con un contrato temporal. Extremadura figura como la Comunidad Autónoma con mayor prevalencia de ellos, representando el 26,7%. Le siguen Melilla (23,7%) y Andalucía (22,1%).

Sin embargo, esto no es una dinámica laboral aislada. En la Unión Europea, el 10,6% de los trabajadores lo es por temporadas. Desde las instituciones europeas se han impulsado normativas para fomentar la transición hacia el modelo indefinido y para mejorar la protección de los empleados temporales, especialmente en sectores con alta rotación.

La reforma laboral aprobada en España en 2021 ha cosechado ya algunos frutos en este sentido. Los contratos temporales se han reducido en nueve puntos porcentuales, acercándose cada vez más esta proporción de empleados a la media europea. “Lo que no se previó es que la precariedad ni se crea ni se destruye, se transforma”, opina Godino. “Esta temporalidad se ha convertido en un aumento del contrato a tiempo parcial no deseado para los jóvenes”, afirma el experto.

Para el segundo trimestre de 2023, la tasa de temporalidad en España se redujo al 17,4%, situándose como la tercera más alta de la UE, por detrás de los Países Bajos (27,7%) y Portugal (17,9%). En contraste, países como Lituania (1,9%), Rumanía (2,5%) y Letonia (2,8%) presentan las tasas más bajas de empleo temporal, según cifras de Eurostat.

“El mercado laboral del país fluctúa cíclicamente con las estaciones”, informan desde el medio báltico Delfi. Aunque cuentan con el menor porcentaje de temporalidad, estos países también enfrentan un desempleo irregular. En especial, los sectores de servicios, construcción y agricultura son los más susceptibles de acumular situaciones de precariedad.

En los últimos años, según el monitoreo del Servicio de Empleo, las empresas de alojamiento y hostelería en las zonas turísticas han comenzado a prepararse para la contratación mucho antes. Así, el período más pasivo del año es a finales de otoño e invierno. Durante esos meses, el desempleo tiende a aumentar. Delfi destaca que este subió 0,3 puntos porcentuales, alcanzando el 9% en diciembre.

Desempleo como norma

Tener un empleo temporal suele ser más una necesidad que una opción. Según este último análisis publicado por Eurostat sobre el mercado laboral, entre las personas de 25 a 64 años, las razones más frecuentes para ser trabajadores temporales fueron no haber encontrado uno indefinido (34,8% de empleados con trabajo temporal) o tener solo disponibilidad para un contrato temporal (26,9%).

Así, la única opción que queda para mucha gente es encadenar trabajos. Es el caso de personas como Ángel y Claudia. Aunque ahora mismo ambos tienen trabajo, el problema llega cuando termina la temporada. A sus 49 años, Ángel ha conseguido su primer contrato fijo este mismo año. Pero desde que se incorporó al mundo laboral ha encadenado trabajos de corta duración con desempleo y hasta un emprendimiento.

“Esa inestabilidad no ha sido un problema”, cuenta Ángel, que recuerda que al principio era algo más complicado “por la falta de contactos y de soltura en el sector”. Ahora, con un perfil cualificado, ha logrado por fin conseguir una mayor estabilidad laboral.

Aún así, el número de desempleados en la Unión Europea ha disminuido alcanzando su mínimo histórico en noviembre de 2024, con un 5,8%. A su vez, la movilidad entre empleo y paro cada vez es mayor, ya que el porcentaje de personas que pasan menos de un mes en desempleo ha aumentado casi cinco puntos porcentuales desde 2022. Con todo, la estacionalidad sigue teniendo mucho peso en la evolución de estas cifras.

“Las nuevas generaciones valoran más la flexibilidad, el desarrollo profesional y el equilibrio entre vida personal y laboral, lo que les lleva a cambiar de empleo con mayor frecuencia en busca de mejores condiciones”, aclara el doctor en Sociología y especialista en temas relacionados con el turismo y la economía, Rubén Pérez.

¿Es ser joven sinónimo de precariedad? Para Alejandro Godino existe una relación clara. Los trabajos estacionales están asociados a la precariedad laboral y, a su vez, los jóvenes son los perfiles que más pueden quedar expuestos a esta, ya sea por formación o por falta de experiencia.

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El experto menciona el informe de Eurostat donde la construcción, la industria y la agricultura se posicionan como los sectores productivos con mayor incidencia de empleo temporal. Además, en el sector servicios, especialmente en áreas como la hostelería y el turismo, también se observa una alta rotación debido, en parte, a la naturaleza estacional de estos sectores y a la prevalencia de contratos de corta duración.

Estas tendencias se ven también allí donde los contratos temporales son más escasos. Los países bálticos, como Lituania, encuentran su máximo de contratación entre marzo y mayo, coincidiendo tanto con la temporada de turismo como con la activación del sector de la construcción. El siguiente periodo de cifras altas coincide con el inicio de las cosechas en septiembre.

Grecia y los subsidios complemento del desempleo

Frente a estas reformas laborales de España y la diversidad de industrias en países como Lituania, Grecia sigue el camino de los subsidios propios por el carácter estacional. Sujetos a la espiral de trabajo temporal y desempleo, y ante la escasez de trabajadores, la insuficiencia del sistema y la falta de condiciones laborales óptimas, el gobierno griego está implementando cambios en el acceso a la prestación por desempleo de los trabajadores estacionales.

El Ministerio de Trabajo implementará un programa piloto que aumentará de 125 a 175 los días requeridos para acceder a esta ayuda propia de los trabajadores temporales, con la intención de evitar que los empleados se apoyen en este beneficio y dejen de buscar trabajo durante los meses de inactividad. Por su parte, los sindicatos exigen que esta prestación vuelva a durar cinco meses, como antes de los recortes, para garantizar estabilidad a los empleados durante la temporada baja. Para Godino, sin embargo, es más eficaz regular la contratación que revisar las condiciones de los subsidios para atajar la temporalidad.

“La cuestión es que no existe una varita mágica para solucionar los problemas consecuencia de estructurar la actividad económica en la dependencia de un sector”, explica Rubén Pérez. Aún así, destaca la diversificación de las industrias y el apoyo en áreas productivas que no estén asociadas a esta temporalidad como una solución oportuna.

"Si quiero comprarme una casa o planear un futuro, me es imposible", confiesa Claudia. Trabaja en una cooperativa de aceite en Andalucía y tiene 26 años. Desde hace seis, es operaria de patio. Solo trabaja cuando la aceituna lo permite, como ahora. De hecho, nos atiende desde su puesto de trabajo.

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