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Trump amenaza a Europa con poner "un océano de por medio" si no acepta la paz de Putin
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la casa blanca y las cartas del kremlin

Trump amenaza a Europa con poner "un océano de por medio" si no acepta la paz de Putin

El mandatario estadounidense acaba de mostrar sus cartas sobre la invasión. Y aunque se sospechaba que sus naipes estaban marcados por el Kremlin, no sabíamos hasta qué punto

Foto: Trump y Putin en una reunión de 2019. (Reuters/Kevin Lamarque)
Trump y Putin en una reunión de 2019. (Reuters/Kevin Lamarque)
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En un mensaje que mueve de cuajo los cimientos de la diplomacia occidental, Donald Trump ha dejado meridianamente claro que está dispuesto a abandonar a Ucrania y a Europa a su suerte si no siguen el plan que está trazando con Putin para pacificar el conflicto. Esta declaración de intenciones deja el vínculo transatlántico bajo mínimos y al presidente Volodímir Zelenski contra las cuerdas. "Tenemos un bonito océano de por medio", avisa el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Que Trump se refiriese a Zelenski como "dictador sin elecciones", apenas unas horas después de negociar abiertamente con el autócrata ruso, es una ironía llamativa que no ha pasado desapercibida en las redes de diplomáticos y analistas. Pero esto va más allá de las contradicciones y artificios de la retórica trumpiana, con sus habituales falsedades, exageraciones y referencias a sí mismo en mayúsculas y tercera persona. El mandatario estadounidense acaba de mostrar sus cartas sobre la invasión. Se sospechaba que sus naipes estaban marcados por el Kremlin. Pero no hasta qué punto.

Foto: El presidente de EEUU, Donald Trump. ( Daniel Torok/White House)

"Piénsenlo, un humorista modestamente exitoso, Volodímir Zelenski, convenció a Estados Unidos en gastar 350.000 millones de dólares para ir a una guerra que no puede ser ganada y que nunca debió comenzar, pero una guerra que él, sin EEUU y 'TRUMP' nunca será capaz de zanjar", escribió el magnate republicano en Truth Social, su red social de cabecera e inversión.

En su argumentario, acusa a Europa de gastar 200.000 millones menos que Estados Unidos en asistencia a Kiev [dato falso] y que el reembolso europeo está garantizado, mientras que el norteamericano, por algún motivo, no [dato falso]. Culpa a Sleepy Joe Biden por implicarse demasiado en una guerra que es "más importante para Europa" que para Washington. Y culmina con una advertencia al "dictador" ucraniano.

"O Zelenski se mueve rápido o no le va a quedar país. Mientras tanto, estamos negociando la paz exitosamente con Rusia. Algo que todos admiten que solo 'TRUMP' puede hacer. Biden nunca lo intentó, Europa fracasó en lograr la paz y Zelenski probablemente quiere mantener 'el tren de gravedad' en marcha", escribió Trump. "Amo a Ucrania, pero Zelenski ha hecho un trabajo terrible, su país hecho pedazos, y MILLONES [dato falso] han muerto innecesariamente. Y así sigue…".

Los brazos a las cabezas no tardaron en llegar. "El equivalente es que Roosevelt hubiera llamado dictador a Churchill mientras la Luftwaffe bombardeaba Londres. Ver para creer, la verdad", se lamentó el periodista británico Lewis Goodall en redes sociales. Pero estos aspavientos históricos apenas surten efecto en el actual imaginario colectivo norteamericano.

El eje que no esperabas. O sí

Lejos de un arrebato, esta es una línea de pensamiento que ha ido tomando cuerpo y forma (algunos dirán que de forma calculada) desde la campaña hasta estas primeras instancias del mandato. Trump prometió una paz inminente y, con el actual tablero militar, solo Putin le puede asegurar cierta estabilidad. Al menos mientras Estados Unidos retira sus activos estratégicos de Europa, como muchos temen, hará en breve. Zelenski se ha convertido en un estorbo en sus planes.

"Creo que está yendo muy bien", dijo el líder estadounidense en una conferencia de prensa tras el encuentro ministerial entre Marco Rubio y Sergei Lavrov para arrancar las negociaciones entre Moscú y Washington. "Pero hoy escucho (a Zelenski quejarse) porque no fuimos invitados. Bueno, has estado allí tres años. Deberías haber terminado esto en tres años. Nunca deberías haberlo comenzado, podías haber llegado a un acuerdo", le recriminó.

Zelenski cometió el error (o el acierto) de responderle, diciendo que el líder del mundo libre vive en una "burbuja de desinformación" moscovita, lo que precipitó el mensaje de marras que parece una ruptura definitiva. Fin a la mascarada y las medias tintas. A estas alturas, las rectificaciones con datos, estadísticas o hemeroteca son inútiles. Los intereses de Trump y Putin están, al menos por ahora, alineados. El eje que no esperabas. O en realidad sí.

Foto: Putin y Trump en la portada de los periódicos. (Reuters/Maxim Shemetov Illustration)

¿Pueden las tornas cambiar? Claro. ¿Puede la relación implosionar por motivos personales o geopolíticos? También. Pero no sería sensato que la Unión Europea, Reino Unido y el resto de los socios occidentales apostaran su futuro estratégico en esa ruleta. Trump firmó la paz con los propios talibanes, se sentó a la mesa con Kim Jong-un y pasó página sin pestañear con el príncipe saudí Mohammed bin Salmán (MBS) pese al asesinato del periodista estadounidense Jamal Khashoggi. Y además, Trump va a negociar con más laxitud y generosidad si el dinero (y tierra) son ajenos.

Putin reaccionó tratando de meter más leña al fuego. El líder ruso urgió a Trump a que se ponga más duro con Europa y Ucrania y que se mueva más rápido, que había prometido el fin de la guerra en 24 horas. Además, aseguró que no se reunirá con él hasta que esté preparado para lograr resultados serios para parar una guerra que es culpa de la OTAN.

"Me sorprende la capacidad de control de Trump hacia unos aliados que se han portado muy mal con él"; aseveró a medios estatales rusos. "Me reuniría encantado con Trump, y creo que él conmigo también. Eso quedó claro en nuestra conversación telefónica. Pero reunirnos para tomar café no es suficiente. Nuestros equipos necesitan preparar asuntos serios que importan tanto a Estados Unidos como a Rusia", agregó, poniendo más presión sobre la línea negociadora europea.

Cómo se aterriza esto

Las preguntas más urgentes ahora son sobre cómo se materializará esta nueva visión de la guerra. ¿Hasta qué punto están dispuestos a ceder Ucrania? ¿Detendrá en seco la administración republicana la ayuda militar y financiera a Kiev o habrá un período de gracia? ¿Qué consideran los negociadores de Trump un trato ‘aceptable’ para Zelenski? Es más, ¿sobrevivirá políticamente Zelenski a esta negociación? Y, en última instancia, ¿qué va a hacer Europa?

La dupla franco-británica aliada, Emmanuel Macron y Keir Starmer, anunciaron una viaje a Washington la próxima semana para reunirse (y tratar de apaciguar) a Trump. Estos días, el presidente francés está oficiando de maestro de ceremonias del desconcierto europeo. Mientras el estadounidense reventaba el espíritu de la Alianza Atlántica, en París se celebraba una segunda reunión informal sobre el futuro de la guerra de Ucrania sin conclusiones claras. Así que es difícil que puedan reaccionar de forma unísona a unos acontecimientos que podrían acelerarse.

"Así creo que van a ir las cosas en el futuro próximo: primero, Trump y Putin llegarán con un plan de alto al fuego sesgado e injusto para Ucrania. Probablemente, incluirá que Rusia se quede todas las regiones invadidas y que Ucrania acepte no ingresar en la OTAN. Esto, por supuesto, será rechazado por Ucrania y la UE, después de lo cual, ambos bandos podrían eventualmente llegar a algún tipo de punto medio con un acuerdo débil estilo Minsk 3", pronosticó Pekka Kallioniemi, quien analiza de cerca las narrativas prorrusas en sociedades occidentales. "Y durante todo este tiempo, EEUU y Rusia difamarán a Zelenski, lo culparán por la guerra [...] y tratarán de promover un líder pro-Kremlin y pro-Trump para el país".

Esta mañana, el ex primer ministro italiano Mario Draghi volvía, por enésima vez, a instar al continente a reaccionar. "Dijisteis no a la deuda pública, dijisteis no al mercado único, Dijisteis no a la unión de mercados de capitales. Dijisteis no a todo. Y me preguntáis ahora qué hacer. No lo sé. Pero haced algo", les increpó. La conciencia de Europa convertida en un meme.

En un mensaje que mueve de cuajo los cimientos de la diplomacia occidental, Donald Trump ha dejado meridianamente claro que está dispuesto a abandonar a Ucrania y a Europa a su suerte si no siguen el plan que está trazando con Putin para pacificar el conflicto. Esta declaración de intenciones deja el vínculo transatlántico bajo mínimos y al presidente Volodímir Zelenski contra las cuerdas. "Tenemos un bonito océano de por medio", avisa el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

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