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En UK ya hablan de 30.000 tropas europeas para proteger Ucrania. Este es el gran "pero"
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Sin EEUU, no hay trato

En UK ya hablan de 30.000 tropas europeas para proteger Ucrania. Este es el gran "pero"

Aunque Trump ha descartado mandar tropas, la condición 'sine qua non' del plan de Starmer y Macron es el compromiso de Washington con un 'backstop', es decir, un mecanismo de respaldo

Foto: Un Typhoon de la RAF durante una operación en Yemen. (Reuters)
Un Typhoon de la RAF durante una operación en Yemen. (Reuters)

Reino Unido ha podido salir de la UE, pero sigue como actor clave para la defensa de Europa. Este es el mensaje que quiere recalcar el premier Keir Starmer quien, junto al presidente francés Emmanuel Macron, está liderando ahora los esfuerzos para crear una fuerza de seguridad europea destinada a prevenir futuros ataques rusos. Consideran que las posibilidades de que Vladímir Putin cumpla con cualquier compromiso alcanzado respecto a la situación con Ucrania son escasas o nulas. Por lo que planean desplegar una "fuerza de paz" para proteger un eventual acuerdo de alto al fuego que involucraría alrededor de 30.000 tropas desplegadas en sitios críticos de infraestructura nacional ucraniana.

Entre los objetivos, tal y como adelantaba este jueves la prensa británica, estaría el de asegurar la reapertura segura del espacio aéreo de Ucrania a los vuelos comerciales y mantener la seguridad del comercio marítimo sobre el Mar Negro, crítico para las exportaciones de alimentos. Los servicios públicos de electricidad y otros servicios públicos de Ucrania han sido bombardeados repetidamente por Rusia durante una guerra que está a punto de cumplir los tres años, por lo que mantener su integridad también se considera prioridad para la recuperación del país.

Ahora bien, el gran desafío es convencer a Donald Trump para que participe en el plan. Porque, aunque el presidente estadounidense ha descartado mandar tropas, la única condición sine qua non del plan de Starmer y Macron es el compromiso de Washington con un backstop, es decir, un mecanismo de respaldo. Aunque no se explica en detalles, Londres y París estarían presionando para que Washington proporcione cobertura aérea a fin de neutralizar misiles balísticos y otras amenazas, así como activos para inteligencia y vigilancia, capacidades de las que Europa carece. Esas operaciones podrían tener su base en Polonia y Rumania.

Los planes para esta "fuerza de paz" fueron discutidos en la cumbre informal del pasado lunes en París, organizada a contrarreloj en 24 horas por el Elíseo. Pese a que se eligió un formato restringido para sortear a miembros de la UE que están en la órbita del Kremlin, como Hungría o Eslovaquia, eso no bastó para disimular las discrepancias entre los aliados.

Foto: París acoge una cumbre especial sobre Ucrania. (Simon Dawson/No 10 Downing Street)

La iniciativa liderada por el primer ministro británico —que, pese al Brexit, fue invitado a la cumbre— es apoyada por algunos socios como Países Bajos o Suecia, pero crea serias dudas en otros de la talla de Alemania, Polonia o Italia. Por su parte, España sostiene que aún es pronto para hablar de esta cuestión. Rusia, por su parte, ha manifestado que sería "inaceptable" que cualquier país miembro de la OTAN despliegue tropas Ucrania en caso de que termine la guerra, sin importar la organización o bandera que porten.

Londres y París, según recoge la prensa británica, tienen poco o ningún interés en colocar fuerzas europeas en el este de Ucrania, donde podrían ser atacadas en caso de provocaciones rusas, lo que refleja la política de los tres años anteriores de garantizar que no se produjera una escalada de la guerra hacia enfrentamientos entre la OTAN y Moscú.

Franz-Stefan Gady, analista del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos y del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, cree “poco probable que Rusia acepte una fuerza occidental fuerte con un mandato sólido en la línea de alto el fuego” y considera que una “fuerza tradicional de mantenimiento de la paz Naciones Unidas no proporcionaría suficiente disuasión”. Por lo tanto, el experto plantea una combinación de ambas como una posible solución. “Fuerzas de paz tradicionales, idealmente de países del sur global, podrían patrullar directamente una zona desmilitarizada a lo largo de la línea de alto el fuego; mientras una fuerza europea robusta de reacción rápida podría estacionarse en el interior de la Ucrania no ocupada”, explicaba en un reciente artículo en Foreign Policy. “No habría tropas estadounidenses en Ucrania y no estaría bajo la bandera de la OTAN, lo que potencialmente la haría más aceptable para Rusia”, añade.

Foto: Foto de archivo del presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump. (Reuters/Marcos Brindicci)

Ucrania todavía tiene existencias de armas estadounidenses que se le están transfiriendo después de las decisiones tomadas en los últimos días de la administración de Joe Biden. Y, por ahora, Occidente considera que es capaz de luchar contra la invasión rusa durante algún tiempo más. El ministerio de Defensa del Ucrania estima que el 20% de sus armas provienen de Estados Unidos, en comparación con el 55% de su propia fabricación y el 25% de Europa. Pero las armas estadounidenses tienden a ser de mayor calidad y sofisticación tecnológica.

El primer ministro británico tiene previsto viajar a Washington la próxima semana para persuadir a Trump a que proporcione el backstop a la fuerza de seguridad europea a fin de que no sea desafiada por Rusia. Starmer se postula ahora como puente entre Europa y Estados Unidos para llegar a un punto de encuentro respecto a Ucrania. El líder laborista está siendo sumamente cauteloso para seguir posicionándose con Kiev sin enfrentarse a Trump. Mientras que los partidos de la oposición han criticado al presidente de EEUU por referirse a Volodímir Zelenski como un dictador, tanto Starmer como sus ministros se limitan a señalar que “tienen posturas diferentes”.

Cuando preguntaron este jueves al responsable de Defensa, John Healey, sobre las declaraciones de Trump, éste rehusó a responder directamente. “Los mejores intereses de seguridad de Europa y de Estados Unidos se satisfacen con el fin de esta guerra en Ucrania y con una OTAN fuerte y unificada. Es un argumento que estamos planteando y que hemos discutido con los estadounidenses y que seguiremos planteando”, se limitó a apuntar desde Noruega, país con el que Reino Unido negocia sobre un nuevo pacto de defensa destinado a combatir la amenaza de Rusia en el Ártico.

Por su parte, el presidente francés también intenta hacer valer su posición de interlocutor directo y tiene también previsto un viaje a Washington la próxima semana. En caso de que Trump se reúna antes con el presidente galo, sería un gran jarro de agua fría para Downing Street y la histórica “relación especial” entre el Reino Unido y los Estados Unidos.

El plan de una "fuerza de paz" surge en medio de la preocupación de que Europa tendría dificultades para reunir suficientes tropas terrestres para impedir que Putin organice un futuro ataque contra Ucrania. Una fuente del ejército británico citada de manera anónima por The Times asegura que el Reino Unido podría desplegar un ejército de unos 20.000 hombres, aunque los analistas creen que eso es poco realista.

Ben Barry, investigador principal de guerra terrestre en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), recalca que el Ejército británico, que se espera que se reduzca a menos de 70.000 este año, podría enviar una brigada blindada de hasta 12.000 tropas durante solo un año. Tendría dificultades para enviar un regimiento completo de tanques y otros equipos porque "se han enviado muchas piezas de repuesto y municiones a Ucrania". El Reino Unido tampoco podría enviar cañones de artillería autopropulsados ​​ligeramente blindados, conocidos como AS90, porque ya habían sido regalados a Kiev.

Además de los desafíos logísticos que implica reunir una fuerza terrestre de tal magnitud, los jefes militares británicos temen que el despliegue en el este exponga a sus tropas a posibles ataques. Existe inquietud de que una ofensiva rusa contra las fuerzas europeas pueda escalar el conflicto, desatando una guerra más amplia, un escenario que todos los países buscan evitar a toda costa.

Foto: Trump y Putin en una reunión de 2019. (Reuters/Kevin Lamarque)

Según The Times, a los expertos también les preocupan las presiones que sufrirá la RAF si se impone una “zona de exclusión aérea” sobre Ucrania. Incluso una misión de vigilancia aérea, que requeriría cuatro Typhoon rotando en varios lugares de Ucrania, requeriría un esfuerzo multinacional.

La RAF tiene 210 aviones de combate, incluidos 159 aviones de combate o de ataque terrestre, 32 aviones F-35B Lightning II y 121 Typhoon, según Military Balance, responsable de la evaluación anual del tamaño de los ejércitos en todo el mundo. Se considera que solamente alrededor del 60% de los Typhoon están disponibles para volar en cualquier momento. Y de estos, no todos serían adecuados para operaciones de combate, según una fuente de la RAF.

Los aproximadamente 50 aviones considerados capaces de combatir ya están distribuidos entre dos lugares del Reino Unido que protegen el espacio aéreo británico, además de en Chipre, para la Operación Shader contra el Estado Islámico, y en las Malvinas. Un puñado de aviones también se dirigirá a Polonia a finales de año para llevar a cabo una misión de vigilancia aérea como parte de la OTAN.

Una misión de vigilancia aérea sobre Ucrania podría basarse en misiones de la OTAN que ya se llevan a cabo en los estados bálticos, que normalmente implican cuatro aviones listos para despegar las 24 horas del día.

Reino Unido ha podido salir de la UE, pero sigue como actor clave para la defensa de Europa. Este es el mensaje que quiere recalcar el premier Keir Starmer quien, junto al presidente francés Emmanuel Macron, está liderando ahora los esfuerzos para crear una fuerza de seguridad europea destinada a prevenir futuros ataques rusos. Consideran que las posibilidades de que Vladímir Putin cumpla con cualquier compromiso alcanzado respecto a la situación con Ucrania son escasas o nulas. Por lo que planean desplegar una "fuerza de paz" para proteger un eventual acuerdo de alto al fuego que involucraría alrededor de 30.000 tropas desplegadas en sitios críticos de infraestructura nacional ucraniana.

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