No está el horno para 'bretzels': por qué media Europa se enfada por las lágrimas de un alemán
Las lágrimas del organizador de la cumbre de Múnich han desatado la ira entre los analistas que ven la era Merkel como la raíz de todos los problemas de seguridad actuales en Europa
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Segundos después de decir que el discurso del vicepresidente estadounidense, JD Vance, había roto con los valores comunes entre Estados Unidos y Europa, Christoph Heusgen rompió a llorar. Este era el broche de oro del organizador de la Conferencia de Seguridad de Múnich a una cumbre ya de por sí histórica por el 'divorcio' entre Washington y Bruselas en materia de Defensa. Heusgen describía la situación como una "pesadilla europea" y, según un vídeo publicado en redes sociales, tuvo que parar el discurso después de pronunciar estas palabras. Lo único real de ese vídeo son, sin embargo, sus lágrimas.
El propio Heusgen aclaró que se emocionó porque su discurso de clausura era también el de despedida. Después de tres años como organizador del evento, esa etapa llegaba a su fin. "Me alegré mucho de que todo el equipo de MSC (las siglas de la Conferencia de Seguridad de Múnich) y tantos amigos se despidieran de mí después de mi última conferencia. Fue un momento emotivo en el escenario al final de mi mandato", escribió en redes sociales. "Circula en Internet un vídeo que saca esta escena del contexto de mi despedida. Lamentablemente, esto demuestra una vez más cómo funcionan los mecanismos de desinformación", añadió.
Ya era tarde para evitar que naciera la polémica. Elon Musk comentó en redes sociales que el comportamiento de Heusgen había sido "patético" y otros usuarios afirmaron que el organizador de la Conferencia de Seguridad era una persona "inestable". Pero estas no fueron las peores críticas. Las lágrimas de Heusgen, a pesar de que no fueran en respuesta al discurso de Vance, desataron la ira de los analistas europeos porque consideran al exasesor de política exterior de Angela Merkel como uno de los responsables de los problemas de seguridad actuales en Europa.
Heusgen ocupó el cargo de asesor durante 12 años y fue considerado uno de los confidentes más cercanos de la antigua canciller. También una de las personas que estuvieron detrás de las medidas con las que Alemania se volvería dependiente del gas de Rusia para su suministro energético y que saltó por los aires después de la invasión a gran escala de Ucrania. En 2022, el propio Heusgen afirmaba para Der Spiegel que no recordaba haber visto cifras alarmantes sobre esa dependencia y que el gas ruso no jugaba ningún papel en la cancillería de Merkel. "¿Fue demasiado descuidado? Sí, admite hoy Heusgen, tiene que aceptar esas críticas", apuntaba el medio alemán.
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En redes sociales, algunos usuarios recordaban que, en 2018, durante la primera legislatura de Donald Trump, el presidente advirtió sobre el peligro de la dependencia de Alemania del gas natural ruso. Christoph Heusgen se rió entonces de ese comentario. "Fue uno de los principales arquitectos de la fallida política de Merkel. Él estuvo detrás del apaciguamiento alemán hacia Rusia, él estuvo detrás de la avaricia alemana al vender a Ucrania con el llamado Nord Stream 2", apunta Jakub Janda, director del Centro de Valores Europeos para la Política de Seguridad.
Janda añadía en una publicación en X que Heusgen ha arruinado a Ucrania "al arrodillarse ante los intercambios rusos por energías rusas para Alemania, ignorando la realidad geopolítica". "La historia lo recordará como uno de los verdaderos responsables”" sentenció.
Christoph Heusgen se convirtió, al menos durante un día, en el símbolo de una dependencia energética que se entiende como una de las patas que han provocado un frenazo de la economía en Alemania. Esta es una de las mayores preocupaciones de los alemanes de cara a las elecciones del 23 de febrero y los votantes han pedido soluciones para el aumento de los precios de la energía. Un fenómeno en el que se mezclan factores como el abandono de la generación nuclear que decretó Angela Merkel y la disminución del uso del carbón dentro de la lucha contra el cambio climático. Y, por supuesto, el fin del gas barato procedente de Rusia después de la guerra de Ucrania.
Zero remorse for Ambassador Christoph Heusgen, current chair of Munich Security Conference and previously one of lead architects of Merkel failed policy.
— Jakub Janda 楊雅嚳 (@_JakubJanda) February 17, 2025
He was behind the German appeasement of Russia, he was behind German greed selling out Ukraine called Nord Stream 2.
He is…
La energía se ha convertido en uno de los temas de campaña y algunos partidos como Alternativa para Alemania han propuesto las medidas más radicales para frenar una subida de los precios que también afecta a las empresas alemanas y que se sitúa entre un 60% y un 70% más caro desde antes de la invasión a gran escala. "Está muy claro. Tenemos que garantizar el suministro energético mediante la energía nuclear, el carbón y, por supuesto, garantizar el gas ruso. Así, en primer lugar, hemos asegurado nuestro suministro de energía y, en segundo lugar, lo hemos vuelto asequible", explica Steffen Kotré, portavoz de las políticas energéticas del partido de extrema derecha en el Parlamento. "Lo que ya no hacemos es subsidiar formas de energía que no son rentables ni competitivas, como la energía eólica y solar", añade en entrevista con este periódico.
Las propuestas energéticas de AfD se alejan de la lucha contra el cambio climático y han sido criticadas tanto por activistas como por líderes europeos, que reclaman una política cohesionada entre los países del bloque. Kotré, en cambio, subraya que la UE no debería tener una opinión sobre la energía que debería utilizar Alemania. Le parece una postura "presuntuosa", el mismo adjetivo con el que describe la transición energética.
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"Están sacando dinero de los bolsillos de la gente, contribuyendo a la desindustrialización, expulsando a las empresas del país y diezmando así la prosperidad de los ciudadanos. La UE podrá decir lo que quiera, pero nosotros haremos política para los alemanes y no para la UE", continúa.
La energía, a debate
En el debate de este pasado domingo, en el que participaron Friedrich Merz (CDU), Olaf Scholz (SPD), Robert Habeck (Los Verdes) y Alice Weidel (AfD), la candidata al partido ultraderechista confirmó sus políticas anticlimáticas. Su formación tiene como objetivo retirar a Alemania del Acuerdo de París si llegan al Gobierno y la propia Weidel ha puesto en duda el "supuesto consenso científico" sobre el cambio climático.
En el debate, la candidata de AfD afirmó que el país tiene los precios de energía más altos del mundo, un dato que posteriormente fue desmentido, pero que sirvió para culpar a la "transición a la energía verde" de hacer subir los precios. Friedrich Merz, aunque con una política energética menos radical, coincidió con Weidel en condenar la decisión del anterior Gobierno de cerrar las centrales nucleares que quedaban en Alemania en plena crisis energética.
Habeck, actual ministro de Economía del país, aseguró que la mala situación económica de Alemania podría explicarse tanto a la ausencia de gas ruso barato como a la contracción del mercado de exportación. Además, culpó de los problemas del país al presidente ruso, Vladímir Putin, y señaló que la anterior dependencia de Alemania del gas ruso era en gran parte culpable de su actual lucha contra los altos precios de la energía. El candidato de Los Verdes subrayó que el país necesita "menos burocracia" y más inversión en "infraestructuras, trenes, puentes, digitalización".
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El candidato socialdemócrata y actual canciller, Olaf Scholz, coincidió con Habeck en que la invasión rusa de Ucrania es la culpable de los altos precios de la energía, pero también defendió la respuesta de su Gobierno e insistió en que los precios más altos ya han pasado.
Antes de que las lágrimas ensombrecieran el último discurso de Christoph Heusgen como organizador de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el exasesor de Angela Merkel resumía la cumbre con dos conclusiones. Por un lado, apuntaba a la ruptura de los valores entre EEUU y la UE tras el discurso de Vance. La segunda, que todavía quedan puentes entre las dos potencias gracias a otros representantes estadounidenses que estaban a favor de una "familia transatlántica".
Aun así, su última cumbre de Múnich fue una "pesadilla europea". Y añadió a los medios alemanes que también fue esclarecedora. "Se ha demostrado que EEUU está, bajo Trump, en otro planeta". Lo dijo con un semblante serio, sin derramar ni una sola lágrima.
Segundos después de decir que el discurso del vicepresidente estadounidense, JD Vance, había roto con los valores comunes entre Estados Unidos y Europa, Christoph Heusgen rompió a llorar. Este era el broche de oro del organizador de la Conferencia de Seguridad de Múnich a una cumbre ya de por sí histórica por el 'divorcio' entre Washington y Bruselas en materia de Defensa. Heusgen describía la situación como una "pesadilla europea" y, según un vídeo publicado en redes sociales, tuvo que parar el discurso después de pronunciar estas palabras. Lo único real de ese vídeo son, sin embargo, sus lágrimas.