Los líderes europeos piden que EEUU dé garantías a Ucrania y aplazan hablar de tropas
Los líderes de ocho grandes potencias europeas piden a EEUU que participe de las garantías de seguridad a Ucrania y muestran sus diferencias respecto al envío de fuerzas de paz
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Los líderes de Francia, Alemania, Italia, España, Polonia, Países Bajos y Dinamarca, además de Reino Unido, junto con los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo y el secretario general de la Alianza Atlántica, se han reunido este lunes en París para discutir los últimos movimientos de la administración americana de Donald Trump respecto a Ucrania y la manera de garantizar la futura arquitectura de seguridad europea en el caso de que Estados Unidos rompa definitivamente el vínculo transatlántico. Aunque se trataba de un encuentro informal, la sensación de urgencia está muy presente en todos los intercambios, reuniones y llamadas telefónicas. Europa necesita un plan para Kiev y para su propia seguridad.
El debate sobre el envío de tropas a Ucrania está ahí. Pete Hegseth, nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, aseguró la semana pasada ante los aliados que deberán ser tropas europeas las que garanticen la paz en Ucrania tras un acuerdo que ponga fin al conflicto. La idea ha estado circulando por los pasillos de algunas capitales europeas desde hace tiempo, pero este lunes, tras la reunión en París, la mayoría de líderes europeos han hecho hincapié en dos ideas. La primera es que todavía es demasiado pronto para hablar de ello. Y la segunda, y la más importante, es que Estados Unidos debe participar también en esas garantías de seguridad a Ucrania
Eso no significa que Washington vaya a poner tropas americanas sobre el terreno, algo que Trump ya ha dejado claro que no hará, pero sí que pueda quedar claro a Moscú que los EEUU apoyan esa misión de paz, de manera que las tropas europeas estén cubiertas de manera más o menos implícita por el paraguas de seguridad americano. Sin una cosa, difícilmente habrá la otra. "Estamos dispuestos a proporcionar garantías de seguridad, con modalidades que deberán examinarse con cada una de las partes, en función del nivel de apoyo estadounidense", ha explicado una alta fuente europea.
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Los socios europeos van poco a poco madurando la idea de mandar botas sobre el terreno, pero quieren que los estadounidenses jueguen su papel. Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido, un país que no forma parte de la Unión Europea pero sí de la OTAN, y que este lunes ha asegurado que Londres estaría dispuesta a desplegar tropas, ha explicado que para que otros países hagan también esta promesa debe haber “un respaldo estadounidense”. “No creo que sea una garantía de seguridad (a Ucrania) si no hay un respaldo estadounidense detrás de esas garantías de seguridad”, ha explicado el laborista, añadiendo que los líderes europeos serán “absolutamente claros” sobre esto con la Casa Blanca.
Tropas sobre el terreno
Emmanuel Macron, presidente francés, lleva desde hace meses circulando la idea del despliegue de fuerzas europeas de paz en Ucrania como garantía de seguridad una vez termine la guerra. Planteó esta propuesta en Varsovia al primer ministro polaco, Donald Tusk, que le mostró sus reservas ante el plan, y después en diciembre la iniciativa se discutió en la residencia en Bruselas del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, junto a un reducido grupo de aliados. Esa propuesta ha flotado en el aire del encuentro organizado en el Elíseo, en gran medida porque Estados Unidos ya ha señalado públicamente que espera que sus socios europeos asuman ese papel.
Sigue habiendo resistencia y profundas diferencias entre el bloque de los principales países europeos. La discusión no es sencilla. Olaf Scholz, canciller alemán, al abandonar la reunión, ha asegurado que las preguntas sobre las tropas sobre el terreno le “irritan”. Pero el debate está servido. Starmer ya se ha mostrado dispuesto a poner tropas sobre el terreno para garantizar la paz, pero España, así como otros países que son especialmente cercanos a Kiev, como Polonia o Dinamarca, han señalado que no están dispuestos a dar ese paso todavía. “No tiene ningún sentido debatir si las tropas danesas deberían desplegarse en Ucrania en algún momento para mantener la paz tras un posible acuerdo de paz. Es demasiado pronto”, ha asegurado Troels Lund Poulsen, ministro de Defensa de Dinamarca.
Olaf Scholz, canciller alemán, ha considerado que es “inapropiado” hablar de unas supuestas garantías de seguridad para un acuerdo de paz que no se ha empezado a negociar. Incluso para Starmer, que ha sido precisamente uno de los que ha lanzado el debate sobre las tropas sobre el terreno, el debate se está “adelantando”. “Todavía estamos en guerra en Ucrania, desgraciadamente”, ha señalado Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, señalando “todavía no se han dado esas condiciones de paz como para que empecemos a pensar en el diseño” de esas garantías de seguridad, incluido el envío de tropas.
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Para algunos socios del grupo reducido que se ha reunido en París, el debate de las tropas de paz puede ser una trampa. EEUU está intentando empujar a Ucrania a una mesa de negociaciones de la que puede salir con un acuerdo de paz muy ventajoso para Rusia, lo cual es sinónimo de una Europa mucho menos segura. Por eso, en algunas capitales prefieren frenar el debate y centrarse primero en cómo apoyar a Ucrania y garantizar a Kiev que no tiene que aceptar una paz dictada por Trump, en vez de entrar en la lógica de qué hará Europa una vez Moscú y Washington hayan precocinado un acuerdo en el que los europeos no hayan tenido nada que ver.
Tusk, que ha acudido a la cumbre en París, ha vuelto a subrayar que Polonia no pondrá tropas sobre el terreno. Haciendo hincapié en que debería haber implicación de Estados Unidos, el primer ministro polaco ha señalado que Varsovia sería “activa de diversas maneras”, pero sin "envío de tropas polacas", subrayando también que Estados Unidos deberá implicarse en esas garantías de seguridad. Polonia se considera un frente ante la agresión rusa, y por eso para Tusk no tendría sentido debilitarlo. “Polonia y los países del flanco oriental, están en cierto modo en primera línea, en la frontera con Rusia, Bielorrusia y la desgarrada Ucrania”, ha explicado el primer ministro polaco en una comparecencia ante los medios en el Elíseo, añadiendo que el país oriental y los Bálticos necesitan “inversiones europeas y aliadas en (su) seguridad”.
Los líderes de Francia, Alemania, Italia, España, Polonia, Países Bajos y Dinamarca, además de Reino Unido, junto con los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo y el secretario general de la Alianza Atlántica, se han reunido este lunes en París para discutir los últimos movimientos de la administración americana de Donald Trump respecto a Ucrania y la manera de garantizar la futura arquitectura de seguridad europea en el caso de que Estados Unidos rompa definitivamente el vínculo transatlántico. Aunque se trataba de un encuentro informal, la sensación de urgencia está muy presente en todos los intercambios, reuniones y llamadas telefónicas. Europa necesita un plan para Kiev y para su propia seguridad.