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El pequeño detalle ignorado: "Una mala paz para Ucrania podría convertirla en una bala perdida, peligrosa para Europa"
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Entrevista con Yevhen Hlibovytsky

El pequeño detalle ignorado: "Una mala paz para Ucrania podría convertirla en una bala perdida, peligrosa para Europa"

Por mucho que Estados Unidos plantee un acuerdo y que fuerce el brazo de Zelenski retirándole la ayuda militar y económica, Ucrania cuenta ahora mismo con el ejército más grande de Europa

Foto: Un discurso de Donald Trump, retransmitido en la Casa de Ucrania de Davos (Reuters/Yves Herman)
Un discurso de Donald Trump, retransmitido en la Casa de Ucrania de Davos (Reuters/Yves Herman)
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A 10 días de que se cumpla el tercer aniversario de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, los acontecimientos se aceleran. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha anunciado "encuentros" con representantes de la Administración Trump, mientras que el secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, visitará este miércoles la OTAN por primera vez. El gobierno estadounidense planea presionar a los europeos para que compren "más armas estadounidenses" para Ucrania, mientras que Donald Trump lanza "bombas" en forma de comentarios como que "Ucrania quizá sea rusa algún día".

Mientras en Washington o Bruselas se discute la posibilidad de 'tropas de paz' en territorio ucraniano, se habla de elecciones o de grandes inversiones para extraer minerales de tierras raras, hay un pequeño detalle que se está ignorando. "Estados Unidos cree que lo peor con lo que tienen que lidiar es con Zelenski, y no, la sociedad ucraniana [traicionada] es peor", sostiene Yevhen Hlibovytsky, académico del Frontier Institute y gran conocedor de la sociología del país.

Es innegable que parte de la sociedad ucraniana está agotada. "Así son los nuevos hábitos de nuestra vida. Despiertos a las 5 - 6 de la mañana bromeando en chats para procesar nuestra realidad", dice Oksana. No ha dormido nada: esta madrugada del miércoles, una tanda de fuertes explosiones en Kiev la han mantenido despierta. Rusia lanzó un ataque con misiles balísticos que se ha cobrado la vida de al menos una persona. En otras ciudades del país, como Járkiv (norteste) o el Donbás, los ataques son recurrentes.

"Sin embargo, ese agotamiento se está malentendiendo como que se podría aceptar cualquier cosa. Y no es así. Si Zelenski viene con un mal acuerdo de paz para Ucrania, la sociedad ucraniana no lo aceptaría".

Hlibovytsky es una de las voces ucranianas que advierten de que el país se ha convertido en una olla caliente difícil de controlar. El shock de la invasión rusa provocó el renacimiento inesperado de la cultura y nacionalismo ucraniano, más fuertes de lo que nunca Putin pudo imaginar, al mismo tiempo que entrenó, armó y dio experiencia real en combate a miles de ciudadanos. Un país armado, radicalizado en sus creencias, al que se le añade el ingrediente de "traición" se podría convertir en un "cabo suelto impredecible" a las puertas de Europa.

Foto: Deepstatemap

"Claro que los ucranianos quieren que termine la guerra, es una pesadilla. Un 50% dicen que están exhaustos. Pero en todas las encuestas que hacemos [los estudios sociológicos de Ucrania], cuando preguntamos '¿cómo acabamos la guerra?', y le das la opción de Putin, entonces dicen que no", añade el académico.

Hasta el momento no se ha filtrado públicamente cuáles podrían ser exactamente los términos de un hipotético plan de paz impuesto a Ucrania. Las últimas declaraciones de Donald Trump apuntan a un intercambio económico con las tierras raras todavía sin explotar de Ucrania como garantía, mientras que Zelenski admitió este martes que están dispuestos a "intercambiar territorios" con Rusia, en referencia a Kursk. Según la última propuesta de Moscú hecha pública, Rusia demandaría la retirada de todas las tropas ucranianas de la línea del frente y de territorio ruso, además de no solo el bloqueo de cualquier intento de acceso a la OTAN de Ucrania, sino la soberanía sobre la totalidad de las cuatro provincias que tiene parcialmente ocupadas, así como poderes políticos sobre un futuro gobierno ucraniano.

"El peor escenario sería el congelamiento del conflicto sin las garantías necesarias de seguridad", sostiene Hlibovytsky, en la línea de la mayoría de ucranianos. Una vez fracasado estrepitosamente el plan de invasión de Ucrania en tres días, Moscú apostó a la guerra de desgaste, confiando en que, tarde o temprano, el apoyo occidental a Ucrania se desvanecería. En un momento en el que Rusia no gana la guerra, pero confía en que Ucrania la acabe perdiendo, una congelación de la línea del frente sin garantía alguna de seguridad occidental, acompañada de una 'relajación forzada' ucraniana, sería una manera de ganar tiempo antes de relanzar quizá una nueva invasión más adelante.

Aquí se abrirían dos escenarios. El primero parece poco probable: el propio Volodímir Zelenski ha dejado caer en varias ocasiones –la última, la semana pasada en una entrevista con Piers Morgan– que Ucrania podría recuperar sus armas nucleares (que entregó tras el memorándum de Budapest) como garantía de seguridad. La reacción fue rápida; el enviado especial de EEUU, Keith Kellogg, afirmó que la posibilidad de que Ucrania se convirtiera en un país nuclear era "prácticamente cero".

Foto: Soldado de las Fuerzas Armadas de Ucrania. (EFE)
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Pero si algo parece haber demostrado la invasión rusa de Ucrania es que para ser un estado al que se le respete la soberanía del territorio es que ya no basta con las garantías de unas leyes internacionales o aliados (que, en este caso, le habrían dejado desprotegida). Con este fracaso, no es difícil ver que un armamento nuclear es lo único que te puede mantener protegido de algo así, como sería el caso de Corea del Norte. "Ucrania tiene [de la época soviética], las capacidades. Pero eso reventaría la idea de la no proliferación. Países como Brasil, Arabia Saudí...", elabora el académico.

Es más probable un segundo escenario, que Hlibovytsky dibuja en una metáfora: "que Ucrania acabe tomándose una píldora de veneno que la haga indigerible a Rusia". Por mucho que Estados Unidos plantee un acuerdo y que fuerce el brazo de Zelenski retirándole la ayuda militar y económica, no hay que olvidar que Ucrania cuenta ahora mismo con el ejército más grande de Europa, 980.000 soldados (el segundo sería Francia, con aproximadamente 200.000) y que, quizá más importante, se han visto forzados a practicar la guerra sin medios. Los ataques partisanos en las zonas ocupadas por un lado, los drones en el corazón de Moscú por otro, o los atentados bomba contra objetivos del aparato político-militar del Kremlin muestran que, aunque sin los medios de EEUU y Europa Ucrania no podría continuar una guerra a gran escala, sí podría hacerlo en guerrilla, o convertirse en un estado donde "la demanda de seguridad pase a manos privadas". "Una vez sacado el genio de su lámpara", es difícil la vuelta atrás.

Un escenario que ya da pistas de lo que podría ocurrir es el Mar Negro. Allí, Ucrania, que carece de marina, ha logrado acogotar a la flota rusa, a base de ataques con drones de producción local.

Foto: Ataque de Ucrania en Sebastopol, el pasado 13 de septiembre. (EFE/EPA/Mikhail Razvozhaev)

Pone como ejemplo a Pakistán, que aceptó (al menos fácticamente) en su seno a los talibanes, grupo terrorista, como actor desestabilizador más allá del estado. "En ese escenario, se podría convertir en una 'bala perdida' impredecible a las puertas de Europa".

"Temo que Ucrania se enfade con Occidente, y veo que hay posibilidades de que ocurra", sostiene. La sociedad ucraniana ya acumula una larga lista de agravios con los gobiernos de Estados Unidos, que van desde George Bush padre, que 21 días antes de que Ucrania declarara su independencia, dijo que se trataba de un "suicidio nacionalista". Clinton, después, con el memorándum de Budapest con cero garantías, Bush hijo negándose al plan de membresía ucraniana de la OTAN, Trump y su obsesión con Hunter Biden... y así hasta Biden, que convirtió la guerra en Ucrania en una de desgaste sin decir a los ucranianos que lo estaba haciendo. "Se mira a Ucrania con la óptica de que Ucrania es temporal y Rusia es eterna, que no se puede derrotar. Y por eso Ucrania tendría que aceptar el acomodamiento. Bajo esa asunción, los vietnamitas nunca habrían echado a los norteamericanos":

Europa, por su parte, "mira a Ucrania con una visión muy cortoplacista". No lo verbaliza Hlibovytsky, pero sí hay una corriente de ucranianos que advierten que, si bien Ucrania está actuando ahora de 'escudo' de Europa ante Rusia, si se produjera una eventual victoria de Moscú y acabara ocupando el territorio o, como en los objetivos maximalistas de Putin, se hiciera con el control político del país, en una década o dos podría haber ucranianos luchando con Rusia a las puertas de Polonia. Hlibovytsky es menos extremo, pero advierte: si Ucrania “falla”, es poco lo que Europa pueda hacer para “apagarla”.

A 10 días de que se cumpla el tercer aniversario de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, los acontecimientos se aceleran. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha anunciado "encuentros" con representantes de la Administración Trump, mientras que el secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, visitará este miércoles la OTAN por primera vez. El gobierno estadounidense planea presionar a los europeos para que compren "más armas estadounidenses" para Ucrania, mientras que Donald Trump lanza "bombas" en forma de comentarios como que "Ucrania quizá sea rusa algún día".

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