La locura vuelve a desatarse en Argentina (y lo celebran como si fuera fútbol): la euforia vuelve a inundar el país para celebrar la lluvia

• Sudamérica registra una "intensidad récord" de incendios

Las calles de El Bolsón estallaron en una celebración inesperada la noche del domingo. Tras once días de incendios, que arrasaron miles de hectáreas y obligaron a evacuar a cientos de vecinos, la llegada de la lluvia desató una ola de emoción comparable a su triunfo en el Mundial de Fútbol.

Vecinos y brigadistas, que llevaban jornadas luchando contra las llamas sin tregua, no pudieron contener las lágrimas cuando las primeras gotas comenzaron a caer pasada la medianoche. Videos en redes sociales mostraron bocinas, abrazos y gritos de alivio, en una imagen que contrasta con la angustia vivida en la última semana.

Las llamas pusieron en jaque a comunidades enteras, avanzando sin control hasta zonas habitadas en Loma del Medio y áreas cercanas. Las ráfagas de viento empeoraron el escenario, haciendo que la evacuación fuera la única opción en varios sectores.

Sin embargo, algunos vecinos se resistieron a abandonar sus casas por miedo a los robos y con la esperanza de proteger sus hogares con sus propios medios.

El pronóstico no era alentador: las probabilidades de lluvia eran bajas, y el Servicio Meteorológico Nacional advertía sobre vientos de hasta 90 kilómetros por hora. A pesar de ello, la naturaleza sorprendió a todos, dando un respiro momentáneo a quienes llevan días combatiendo el desastre.

Las imágenes de la celebración recorrieron el país, mostrando la alegría de una comunidad agotada pero unida. Aunque el alivio es temporal y los focos siguen activos en algunas zonas, la lluvia ha dado un empujón clave a los brigadistas, que ahora tienen mejores condiciones para continuar con las tareas de control.

Las autoridades mantienen la alerta por fuertes vientos, lo que podría reavivar el fuego en las próximas horas. Mientras tanto, los equipos de emergencia siguen en el terreno, trabajando para evitar que el desastre avance y apoyando a las familias afectadas.

El caso de El Bolsón refleja una realidad cada vez más frecuente en Argentina y en el mundo: incendios forestales que, avivados por el cambio climático, ponen en peligro vidas y ecosistemas. La lluvia fue un bálsamo, pero la lucha por proteger el medioambiente está lejos de terminar.