¿Por qué India "traga" con las deportaciones masivas de EEUU? "Modi es un matón, pero Trump lo es más"
Narendra Modi habría aceptado cooperar con la Casa Blanca en la repatriación de ciudadanos indocumentados de su país
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9cd%2F87f%2F3eb%2F9cd87f3ebe529ccfd2e453c544a3d19d.jpg)
Entre la oleada de damnificados que parece que ha dejado las primeras decisiones de Trump en materia migratoria, con una posible expulsión de cientos de miles de indocumentados, India es uno de los grandes países protagonistas. “Hasta ahora se habían identificado 18.000 personas de origen indio que vivían ilegalmente en Estados Unidos, pero el número real probablemente es mucho mayor. Según el Pew Research Center, se estima que hay 725.000 inmigrantes indios indocumentados en Estados Unidos, lo que los convierte en el tercer grupo más grande después de México y El Salvador”, ha publicado Bloomberg sobre esta, parece, planificada deportación masiva desde el continente americano al asiático.
Lo curioso es que el presidente indio, el nacionalista Narendra Modi, que generalmente ha sido muy beligerante con los ataques a las comunidades hindús en el extranjero, habría aceptado colaborar con la Casa Blanca en la repatriación de sus ciudadanos indocumentados. “El Gobierno indio ha identificado a 18.000 inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos y tiene la intención de repatriarlos en un intento por aliviar las presiones bajo el mandato de Donald Trump”, publica The Guardian.
“La decisión de Trump de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento y restringir la emisión de visados H1B afecta de forma desproporcionada a los indios en Estados Unidos, y corre el riesgo de alienar a una comunidad clave de la diáspora. Modi, aunque suele hablar de proteger a los ciudadanos indios en el extranjero, es probable que evite una confrontación con Trump. Modi es un matón, pero Trump lo es más. Sin embargo, este asunto podría convertirse en una línea de fractura en la asociación entre dos supuestos hombres fuertes”, explica Ashok Swain, profesor del Departamento sobre la Paz y Conflictos de la Universidad de Uppsala, a El Confidencial.
India ha sido los últimos años una prioridad de la política exterior americana. La excelente relación entre Modi y Trump se mantuvo con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca. Ahora, con el reencuentro de los dos viejos amigos, la relación puede estrecharse aún más. “¡Felicidades, mi querido amigo Presidente Donald Trump, por tu histórica inauguración como el 47º Presidente de los Estados Unidos! Espero con ansias trabajar juntos una vez más para beneficiar a ambos países y forjar un futuro mejor para el mundo. Mis mejores deseos para un mandato de éxito”, expresó Modi en sus redes sociales en la toma de posesión del neoyorquino.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb79%2Faa8%2F107%2Fb79aa81077c7b070555cad168be8f4e8.jpg)
Entre ese éxito que le augura el hindú están las medidas como la masiva deportación migratoria o la posible suspensión de las visas de trabajo H-1B (visas de trabajo temporal para extranjeros cualificados), que usan muchos ciudadanos indios y que genera enfrentamientos entre los dos bandos que componen la Administración Trump (los grandes capos de las tecnológicas la apoyan porque necesitan mano de obra cualificada y los partidarios de devolver la manufactura a los americanos la quieren eliminar. MAGA vs Silicon Valley).
“Por el momento, más de 20 Estados y destacadas organizaciones de defensa de las libertades civiles en Estados Unidos están impugnando legalmente esta orden en particular, y está por ver cuáles son los resultados de esta lucha interna en Estados Unidos. Se trata de una agitación interna en el panorama político, social y económico de Estados Unidos, que es sin duda un punto de debate y deliberación entre el gobierno indio y el estadounidense, como es el caso del visado H1B o la deportación de inmigrantes ilegales. Sin embargo, se trata de cuestiones puntuales que no suponen una amenaza significativa para la relación bilateral”, explica a El Confidencial Monish Touranbam, director en el Kalinga Institute of Indo-Pacific Studies de India.
Por tanto, con o sin miles de indios regresando a casa deportados en aviones, la apuesta de los analistas es que las buenas relaciones entre ambos países van a continuar. “Durante Trump 1.0, de entre todos los líderes mundiales, la química personal y la compenetración entre el presidente Trump y el primer ministro Modi siguieron siendo abrumadoramente positivas en todo momento. Por lo tanto, a medida que el presidente Trump toma el mando para su segundo mandato, hay expectativas de continuidad y crecimiento en la asociación estratégica India-EE.UU, a pesar de las preocupaciones de algunas interrupciones, particularmente en los sectores de comercio, inmigración y energía renovable. Es probable que los sectores de defensa y seguridad, tanto en el compromiso bilateral como en los acuerdos minilaterales como el Quad, se fortalezcan”, señala Monish.
Sin embargo, la relación debe pasar aún por la prueba de los intereses políticos de una superpotencia ¿decadente?, que pretende afianzar su posición dominante amenazada por China, y un proyecto de superpotencia a la que le queda aún muchísimo por hacer para merecer ese apelativo. “Modi y Trump habían compartido una sólida relación personal en el pasado que había mejorado en cierta medida los lazos entre la India y Estados Unidos. Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, esta dinámica podría consolidar aún más las relaciones bilaterales, especialmente en materia de defensa. Sin embargo, la naturaleza transaccional de las políticas de Trump podría dar lugar a demandas impredecibles y a la imposición de aranceles, poniendo a prueba la estabilidad a largo plazo de la asociación”, advierte Ashok.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F9da%2Fe98%2F195%2F9dae981958b911afd9f139187350952f.jpg)
Lo que desde luego tiene garantizado Modi con Trump, como lo ha tenido con Biden, es la absoluta no injerencia en sus controvertidas políticas internas y su trato de las minorías religiosas. “La anterior administración de Trump ignoró en gran medida el trato de la India a las minorías religiosas, centrándose, en cambio, en los beneficios estratégicos y económicos. Su regreso probablemente mantendrá esta tendencia, permitiendo que las políticas ultranacionalistas en India continúen con una mínima crítica internacional. Este silencio pragmático, pero egoísta refleja una priorización de las alianzas sobre las consideraciones éticas en política exterior”, recuerda el profesor de la universidad de Uppsala. ¿Trump y Modi comparten recetario? “Es posible que a Modi le resulte más fácil navegar por una administración liderada por Trump debido a las tendencias populistas compartidas y a la falta de escrutinio de los derechos humanos”, concluye Ashok.
Queda un último escollo a salvar. Entre la batería de amenazas de Trump a diestro y siniestro está la de que los países Brics dejen de usar el dólar como moneda comercial. El neoyorquino amenaza con imponer aranceles al que ose a crear una moneda alternativa. ¿Hasta qué punto India aceptará las amenazas de Trump? “Trump ha renovado verbalmente sus amenazas de imponer duros aranceles a los 'esfuerzos de desdolarización' de los miembros del Brics, pero anteriormente el ministro de Asuntos Exteriores de la India, S. Jaishankar, había aclarado la postura de la India sobre el tema. El jefe de la diplomacia india manifestó que no había planes para una moneda Brics, y que la India nunca había estado a favor de la desdolarización”, explica Monish.
¿Puede India convertirse en el gran aliado estadounidense dentro de los Brics?
“India tiene un papel importante a la hora de garantizar que el BRICS ofrezca una alternativa ‘no occidental’, pero que no se convierta en una plataforma para actividades ‘antioccidentales’, ya que esto último no redundaría en beneficio de la gobernanza mundial. India no tiene ningún interés en convertirse en aliado de ningún país, y apoya claramente una plataforma Brics que trabaje por el interés del creciente número de países miembros sin verse inmersa en un círculo vicioso de rivalidades entre grandes potencias”, concluye el director del Kalinga Institute of Indo-Pacific Studies de India.
Modi y Trump parecen sacar un beneficio mutuo de su estrecha relación personal. Un estudio del European Council of Foreign Relations coloca a India como el país donde Trump es mejor visto en todo el globo. El 84% de los indios creen que su elección beneficiará a su país, una cifra que contrasta con el 11% de Corea del Sur, el 15% de Reino Unido y el 22% de media de la UE.
Sin embargo, Trump y Modi llegan a este segundo round en situaciones distintas. Mientras que el primero durante su primer mandato fue considerado una especie de populista excéntrico, ahora ha regresado a la Casa Blanca en olor de multitudes, con el Partido Republicano y las grandes corporaciones americanas a sus pies. Trump es hoy el gran líder del movimiento conservador ultra mundial.
Modi, por contra, ha pasado de encabezar durante años el ranking mundial de popularidad de mandatarios a obtener en 2024 una victoria electoral muy alejada de sus expectativas de mayoría absoluta. No solo perdió 63 escaños, sino que su partido, el BJP, ha tenido alguna sonada derrota en posteriores comicios regionales. La popularidad de Trump en India podría beneficiar a Modi, al ser uno de los políticos internacionales más cercanos al neoyorquino, pero tendrá que explicarles a sus ciudadanos que colabora en la repatriación de sus compatriotas, algo que no encaja con su imagen ultranacionalista.
Entre la oleada de damnificados que parece que ha dejado las primeras decisiones de Trump en materia migratoria, con una posible expulsión de cientos de miles de indocumentados, India es uno de los grandes países protagonistas. “Hasta ahora se habían identificado 18.000 personas de origen indio que vivían ilegalmente en Estados Unidos, pero el número real probablemente es mucho mayor. Según el Pew Research Center, se estima que hay 725.000 inmigrantes indios indocumentados en Estados Unidos, lo que los convierte en el tercer grupo más grande después de México y El Salvador”, ha publicado Bloomberg sobre esta, parece, planificada deportación masiva desde el continente americano al asiático.