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La Administración Trump habla con Marruecos y Ruanda antes que con Albares
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Esperando a Rubio

La Administración Trump habla con Marruecos y Ruanda antes que con Albares

En los últimos nueve días, Rubio se ha reunido o telefoneado con líderes o ministros de Exteriores de más de 40 países entre ellos, Marruecos, Yemen, Kenia o Ruanda

Foto: El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio (Reuters/Elizabeth Frantz)
El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio (Reuters/Elizabeth Frantz)
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Con cada cambio de Administración estadounidense, la coreografía de llamadas, mensajes, visitas y gestos se estudia con lupa: refleja los intereses, prioridades y cercanías del nuevo Gobierno. Nueve días desde la toma de posesión de Donald Trump, el flamante presidente puede andar ocupado firmando decenas de órdenes ejecutivas en su batalla interna contra la inmigración, los trabajadores federales y las políticas DEI ("diversidad, equidad, inclusión"), pero la principal pista es seguir el rastro del secretario de Estado Marco Rubio, encargado de ejecutar toda la política exterior de EEUU.

En los últimos nueve días, Rubio se ha reunido o telefoneado con líderes o ministros de Exteriores de más de 40 países (casi 6 al día, sin contar fines de semana), entre ellos, Marruecos o Ruanda. Sin embargo, en la lista todavía no está el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares.

Según la lista que publica el Departamento de Estado, Rubio se estrenó con una reunión con los ministros de Exteriores de India, Australia y Japón, todos miembros junto con EEUU de la alianza 'Quad', una suerte de 'OTAN del Pacífico'. Una tríada que completó un día después con una llamada al ministro de Exteriores de Filipinas. Es fácil leer entre líneas la que será una de las prioridades claves de la nueva Administración Trump (y ya fue de la de Joe Biden, si no hubiera sido por la guerra en Ucrania): el Indopacífico y el reto de una China especialmente asertiva en la región. En un detalle un poco más jocoso: Marco Rubio sí conoce los países de la ASEAN (del Sudeste Asiático), área sobre la que incide especialmente en varias de esas primeras llamadas, a diferencia del elegido por Trump para dirigir el Pentágono, Pete Hegseth.

Y ya sí, el siguiente fue el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y poco después, su ministro de Exteriores. Trump ya indicó su interés en conseguir un acuerdo para la liberación de los rehenes israelíes en Gaza antes de su toma de posesión, y el pasado domingo anunció su particular "solución" a Gaza: planteará a Egipto y Jordania la posibilidad de que reciban a un millón y medio de palestinos desplazados de la Franja para su "alojamiento" a medio o largo plazo en ambos países. Este plan, ya rechazado de plano por egipcios y jordanos, concuerda con los intereses israelíes de expulsar a más de la mitad de los palestinos del país y sus hogares, en lo que se ha denunciado como limpieza étnica. En lo que parece una presión a los estados árabes para que acepten el acuerdo, Trump habló con el monarca jordano y el presidente egipcio, mientras Rubio hacía lo propio con sendos ministros de Exteriores.

Foto: El presidente Trump, a bordo del Air Force 1. (Reuters/Leah Millis)

Pero Rubio tiene también su lista de intereses personales. El 22 de enero, apenas dos días después de la toma de posesión, llamó personalmente a Edmundo González Urrutia, "legítimo presidente de Venezuela", y a la "líder de la oposición democrática", María Corina Machado. El 10 de enero, Nicolás Maduro tomó posesión como presidente de Venezuela, pese a las denuncias generalizadas de que las elecciones fueron fraudulentas. Marco Rubio, cubanoamericano y halcón anticomunista, además de gran conocedor de América Latina, representa la facción de la Administración Trump más dura contra el chavismo, aunque la posición personal de Trump es una incógnita, como ya explicó El Confidencial en un reportaje anterior. En el contexto de la crisis venezolana tampoco se llamó a España.

La lista sigue con Canadá, Indonesia (volvemos a ASEAN), Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí (el príncipe Mohamed bin Salman llamó personalmente a Trump en su segundo día para ofrecerle una inversión de más 600.000 millones; eso no impidió que Trump, en Davos, arremetiera contra el petróleo saudí), Corea del Sur, Turquía y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Costa Rica, Polonia (aquí entra el primer país europeo, dando algo de razón, quizá, a aquellos que dicen que con la guerra de Ucrania el peso geopolítico en Europa se inclina al este), China (el 24 de enero), Nueva Zelanda, Vietnam, Dinamarca, Yemen...

Sobre este último, se puede señalar que justo estos días se producía la liberación, después de un año de secuestro, de 25 tripulantes del buque MV Galaxy Leader. Aunque ningún miembro de la tripulación era estadounidense, Rubio ha dedicado al menos tres llamadas y comunicados a la cuestión de los rebeldes hutíes de Yemen y la inseguridad que suponen sus ataques (la mayoría, enfocados en objetivos israelíes) al paso por el Mar Rojo.

Foto: Una imagen de satélite de un barco atacado por los rebeldes hutíes. (Reuters)

Esta semana, habló por fin con Annalena Baerbock y Jean-Noël Barrot, ministros de Asuntos Exteriores de Alemania y Francia, además de hacer lo propio con David Lammy, su homólogo británico. Antes incluso de tocar al timbre de París, Roma y Londres, ya la semana pasada, Rubio había telefoneado a los Bálticos, con llamadas a sus homólogos de Estonia, Lituania y Letonia. Tras hablar con sus socios clave del este de Europa y con Copenhague, las siguientes dos llamadas fueron a Hungría e Italia. Solamente entonces pasó a telefonear a sus aliados tradicionales de Francia, Alemania y Reino Unido.

Los pasillos de la Comisión Europea estaban algo ansiosos por la tardanza en el contacto de Rubio en el cuerpo conjunto europeo: Kaja Kallas, Alta Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, ha extendido una invitación a Rubio para que participe en un Consejo de Asuntos Exteriores, algo relativamente habitual. No participó finalmente en el Consejo del pasado lunes, pero llamó la noche del martes.

Llamada a Marruecos

Casi en tándem, además de hablar con el Ministro de Exteriores francés, habló también con Nasser Burita, el homólogo marroquí. No es extraño. A principios del año pasado, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), un organismo del Ministerio de Defensa, publicó un análisis en el que advertía que Estados Unidos habría primado la relación con Marruecos por encima de España como "socio regional" en el Mediterráneo. Una situación que incomoda en los círculos diplomáticos españoles. El informe sostiene que el impulso de los vínculos políticos entre el reino alauita e Israel es el principal motivo, y no hay que olvidar que fue Trump, con su impulso a los acuerdos de Abraham, fue el principal responsable.

Foto: Reunión entre Trump y Putin en Helsinki.

"Las lecciones para Madrid deben ser claras, a pesar de que España sea aliada de Estados Unidos en el seno de la OTAN y de que albergue una de sus bases navales más importantes en Rota, Estados Unidos ha preferido primar sus relaciones con un régimen no democrático y que presenta serias dudas en su respeto de los derechos humanos a cambio del refuerzo de la seguridad israelí", apunta Pedro Francisco Ramos Josa, autor del documento. Trump no ha dado ninguna señal de querer retirar a sus tropas de las bases militares de Estados Unidos en Morón y Rota, pero desde luego la Defensa será uno de los principales temas de fricción entre Madrid y Washington.

"¿Qué va a hacer con los países de la OTAN que gastan menos (...) como España, que está debajo del 5%?", le preguntó un reportero a Trump nada más sentarse en el Despacho Oval a firmar órdenes ejecutivas. "España es muy bajo. ¿Son una nación de los BRICS?". La propuesta de Trump de que los países de la OTAN gasten un 5% del PIB en Defensa está fuera de toda posibilidad, pero España lleva dos años como farolillo rojo en porcentaje de gasto de los países de la Alianza, por debajo del 2%.

Las llamadas siguen: Kenia, Guyana, Qatar, Argelia, Ruanda y República Democrática del Congo (con motivo del último estallido de violencia en el país, donde la milicia apoyada por Ruanda M23 ha logrado conquistar la ciudad de Goma y se han intentado asaltar embajadas de países occidentales, entre ellos Francia y EEUU) y Finlandia. Está por ver si hoy, 29 de enero, finalmente José Manuel Albares recibe esa llamada.

Con cada cambio de Administración estadounidense, la coreografía de llamadas, mensajes, visitas y gestos se estudia con lupa: refleja los intereses, prioridades y cercanías del nuevo Gobierno. Nueve días desde la toma de posesión de Donald Trump, el flamante presidente puede andar ocupado firmando decenas de órdenes ejecutivas en su batalla interna contra la inmigración, los trabajadores federales y las políticas DEI ("diversidad, equidad, inclusión"), pero la principal pista es seguir el rastro del secretario de Estado Marco Rubio, encargado de ejecutar toda la política exterior de EEUU.

Ministerio de Asuntos Exteriores José Manuel Albares