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Trump prioriza su 'promesa' migratoria con el despliegue de 1500 militares en la frontera sur
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Miles de citas de asilo han sido canceladas

Trump prioriza su 'promesa' migratoria con el despliegue de 1500 militares en la frontera sur

En un tiempo casi récord, Trump está accionando la maquinaria de todo lo que prometió: desde la detención de "inmediato" de toda entrada ilegal hasta comenzar con el proceso "de devolver a millones y millones de extranjeros"

Foto: Migrantes latinoamericanos observan la toma de posesión de Trump. (DPA/Félix Márquez)
Migrantes latinoamericanos observan la toma de posesión de Trump. (DPA/Félix Márquez)
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Trump hizo grandes promesas en campaña, pero de momento es una la que se está llevando toda su atención: la apisonadora migratoria Trump ha comenzado. Mientras aparca (por el momento) la cuestión de los aranceles a México, Canadá y China (se plantea aplicarlos a partir del 1 de febrero) o la negociación para la paz en Ucrania, tan solo cuatro días de haber tomado el cargo, el exmagnate acaba de ordenar el despliegue de 1.500 militares a la frontera sur para "asegurar su seguridad". Con esta medida, el nuevo inquilino de la Casa Blanca corona una serie de decretos ejecutivos para cumplir su polémico plan que busca expulsar a millones de migrantes del país. Pero aún hay más incógnitas que certezas en este proceso. A pesar de que se esperaba que el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, firmara las órdenes este miércoles, por el momento, se desconoce qué tipo de tropas enviará ni con qué misión específica.

Esta medida forma parte de la orden ejecutiva firmada por el nuevo presidente tras decretar "el estado de emergencia" en la frontera sur. Con esto, autoriza al Pentágono a desplegar la cantidad de soldados que considere "necesaria" para asegurar un "control operativo absoluto" en la frontera sur del país. Por el momento, se prevé que los militares brinden apoyo a los agentes de la patrulla fronteriza en tareas como logística, transporte y construcción de barreras. Durante sus primeras declaraciones del lunes, el presidente estadounidense ya indicó que estas fuerzas podrían colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional en funciones relacionadas con "espacios de detención, transporte (incluidos vuelos) y otras labores logísticas".

A través de esta decisión, Trump acelera las medidas aprobadas tras jurar su cargo como presidente. Estas incluyen la eliminación de la aplicación CBP One, uno de los pocos sistemas a través del cual los migrantes podían agendar citas para tramitar la solicitud de su asilo. El presidente no solo ha tumbado la aplicación, sino que las citas que ya estaban concertadas han sido canceladas, afectando a miles de ciudadanos.

En un tiempo casi récord, Trump está accionando la maquinaria de todo lo que prometió: desde la detención de "inmediato" de toda entrada ilegal hasta comenzar con el proceso "de devolver a millones y millones de extranjeros". Durante su campaña fue claro: "Estamos dejando entrar a nuestro país entre 15 y 16 millones de personas. Están envenenando la sangre de nuestra nación", declaró en un mitin en New Hampshire, ante una multitud que le vitoreaba. "La inmigración ilegal está contaminando la sangre de nuestra nación".

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No son pocas las nuevas políticas aprobadas que impactan directamente contra la vida de los migrantes. La proclamación del "estado de emergencia nacional" en la frontera sur —que permite el despliegue de las fuerzas armadas—, la autorización de redadas migratorias en iglesias, escuelas y hospitales, la suspensión del reasentamiento de refugiados o el regreso a la construcción del muro son solo unas de las medidas que el presidente ya ha decretado, aunque falta por ver exactamente la letra pequeña del cómo aplicarla. Los 1.500 militares enviados a la frontera es la primera herramienta. Además, para asegurar el cumplimiento de estas medidas, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha ordenado investigar a cualquier funcionario que se niegue a implementarlas, intensificando, así, el temor de que las detenciones y expulsiones se ejecuten en cualquier momento.

El pánico ya se ha desatado entre algunas familias de inmigrantes que, después de que Trump autorice las redadas en los colegios, temen llevar a sus hijos a clase. Son ya varios los centros educativos que informaron de haber recibido llamadas de los padres preocupados por estas posibles detenciones. Sin embargo, aún es temprano para determinar si un número significativo de familias está optando por no enviar a sus hijos a clases, aunque los profesores han tratado de tranquilizarles señalando que las escuelas son "sitios seguros para los menores".

Luz verde a los aranceles a partir del 1 de febrero

La aprobación de nuevos aranceles también se convirtió en uno de los pilares de su campaña. Tras ganar las elecciones, Trump aseguró que impondría aranceles a México y a Canadá como parte de "sus primeras órdenes ejecutivas". Sin embargo, ya en el despacho Oval, señaló que la decisión está todavía por tomarse, aunque adelantó la posibilidad de aplicar, a partir del 1 de febrero, un 25% a las importaciones canadienses y mexicanas, y que aún podría implementar "aranceles universales". Como respuesta, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, aseguró que ante estas amenazas México debía de responder con "cabeza fría" y prometió que siempre defendería la nación mexicana "por encima de todo".

"Nosotros debemos evitar confrontaciones, es una responsabilidad, al mismo tiempo, relacionarnos como iguales, nunca subordinados, defender nuestra soberanía nacional, independencia y defender a las y los mexicanos", manifestó.

Foto: Un helicóptero que transporta a Joe Biden sobrevuela el Monumento a Lincoln tras la ceremonia de investidura de Donald Trump. (Reuters/Brendan McDermid)

Además de México y Canadá, Trump se dirigió a China y aseguró que contemplaba imponer aranceles del 10% a las importaciones chinas —también a partir del 1 de febrero—, ya que Pekín estaría "enviando fentanilo a México y Canadá", una droga que ha calificado como "masiva" en Estados Unidos. El presidente también ha hecho alarde de que habló con su homólogo chino, Xi Jinping, y que le aseguró que no quería "esa mierda" en su país. Como respuesta, desde Pekín, el ministro de Exteriores chino aseguró que no habría ganadores "en una guerra comercial" y avanzó que China defendería sus intereses nacionales.

Ucrania, relegada en sus primeras medidas

A pesar de esta rápida ejecución, hay otras promesas que parecen haberse quedado en el tintero. Probablemente, nadie creía realmente que el presidente fuese capaz de acabar con la guerra en Ucrania en "24 horas". Sin embargo, sí que se podía esperar que comunicase, en su primer discurso, una suerte de plan de paz para la guerra. Nada de eso ha ocurrido. En su última rueda de prensa, el republicano se limitó a señalar que estaba dispuesto a reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, en cualquier momento. También tuvo palabras amenazadoras hacia él y advirtió que impondría sanciones contra él si este no acudía a la mesa de negociación de paz. "Estamos hablando con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Hablaremos con Putin muy pronto, y veremos cómo sucede todo", expresó.

Señaló, además, que la cifra de muertos en Ucrania "es mucho mayor" a la que es según las fuentes ucranianas y añadió que la guerra en Ucrania "nunca tendría que haber empezado".

Foto: Foto de archivo del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el presidente ucraniano Zelesnky visitando a las tropas en Izyum. (EFE/PRESIDENTIAL PRESS SERVICE)

En cuanto a la guerra en Oriente Medio, y a pesar de que Trump destacó meses antes de las elecciones estadounidenses que la guerra "ya había durado demasiado", Trump apenas ha tenido palabras sobre el acuerdo de alto el fuego, una vez juró el cargo. Eso sí, horas después derogó las sanciones contra los colonos impuestas por la Administración de Biden. El mismo día en el que se aprobó su eliminación, varios grupos de colonos atacaron diferentes aldeas palestinas en Cisjordania, provocando "disturbios violentos", según han comunicado las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI).

Formación de gabinete

Todo esto Trump lo hace de forma paralela a la confirmación de los pesos pesados de su equipo. El Senado ya ha confirmado que uno de sus principales 'escuderos' será Marco Rubio como secretario de Estado, equivalente al jefe de la diplomacia estadounidense. Así, Rubio se ha convertido en el ciudadano de origen latino con uno de los mayores cargos en la historia de cualquier administración estadounidense. El nuevo secretario de Estado mantiene una línea dura contra Pekín, llegando a calificar a China como “el adversario más peligroso y potente que Estados Unidos jamás haya enfrentado”. Además, defiende la aprobación de nuevas sanciones a Cuba —de donde es originario— y a Venezuela.

Al asumir el cargo, Rubio aseguró que cada decisión del Departamento de Estado estará guiada por tres preguntas fundamentales: "¿Nos hace más fuertes, más seguros, más prósperos?". Asimismo, respaldó la postura expansionista de Trump en relación con el Canal de Panamá y Groenlandia, considerándolos elementos clave para garantizar la seguridad nacional del país.

placeholder El secretario de Estado, Marco Rubio. (Reuters/Elizabeth Frantz)
El secretario de Estado, Marco Rubio. (Reuters/Elizabeth Frantz)

Durante su primera toma de posesión, en el año 2017, Trump nombró como secretario de Defensa a James Mattis y a John Kelly como secretario de Seguridad Nacional. Sin embargo, otros nombramientos, como el de Rex Tillerson, para secretario de Estado; Betsy DeVos, para secretaria de Educación; y Steven Mnuchin, quien fue secretario del Tesoro; se retrasaron durante meses. En gran parte por la gran oposición de algunos republicanos en estos nombramientos al considerar que no tenían la suficiente experiencia para ejecutar estos cargos. Aun así, a diferencia de su primer mandato, el hecho de que ya haya nombrado a Rubio como secretario de Estado da indicios de cómo Trump quiere iniciar su gabinete en el menor tiempo posible para iniciar cuanto antes "la creación de una nación orgullosa, próspera y libre" en la que "América sea grande de nuevo".

De hecho, durante su primer gobierno, las confirmaciones de los puestos claves no se supieron hasta prácticamente el mes de mayo. En comparación con otros presidentes, Trump fue el que más tardó en completar su gabinete. Barack Obama, en su presidencia, tenía casi todos los cargos completados el día de la toma de posesión, con una mínima resistencia a los nominados. Joe Biden, por su parte, consiguió completarla a mediados de marzo debido, en gran parte, por la ralentización que supuso en el proceso la pandemia del covid-19.

Trump hizo grandes promesas en campaña, pero de momento es una la que se está llevando toda su atención: la apisonadora migratoria Trump ha comenzado. Mientras aparca (por el momento) la cuestión de los aranceles a México, Canadá y China (se plantea aplicarlos a partir del 1 de febrero) o la negociación para la paz en Ucrania, tan solo cuatro días de haber tomado el cargo, el exmagnate acaba de ordenar el despliegue de 1.500 militares a la frontera sur para "asegurar su seguridad". Con esta medida, el nuevo inquilino de la Casa Blanca corona una serie de decretos ejecutivos para cumplir su polémico plan que busca expulsar a millones de migrantes del país. Pero aún hay más incógnitas que certezas en este proceso. A pesar de que se esperaba que el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, firmara las órdenes este miércoles, por el momento, se desconoce qué tipo de tropas enviará ni con qué misión específica.

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