¿Vuelven los secuestros de occidentales al Sahel? Un español y una austriaca, raptados en menos de tres días
El CNI investiga de nuevo, como en 2009 y 2011, en manos de qué grupo yihadista está el turista español capturado en Argelia y trasladado a Mali y cuál es el precio a pagar por su liberación
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Otra vez averiguar con certeza en manos de qué grupo terrorista está el rehén, buscar un intermediario fiable, obtener a través de él pruebas de vida y empezar a negociar el rescate de millones de euros a cambio de su libertad. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ya desarrolló esta tarea en el Sahel entre 2009 y 2012, para liberar a cinco rehenes españoles y, de paso, a una italiana. Ahora volverá a hacerlo durante meses utilizando como base la Embajada de España en Mali.
Un turista sexagenario español, J.N.G., según las iniciales del nombre que algunos expertos en el Sahel han desvelado en redes sociales, fue apresado el martes al atardecer por cinco hombres armados mientras se dirigía de la ciudad de Tamanrassert al pueblo de Tahifet, en el desértico sur de Argelia. El Ministerio de Asuntos Exteriores español confirmó el jueves que estaba “retenido contra su voluntad”.
Los asaltantes soltaron de inmediato a sus tres acompañantes argelinos, pero pusieron rumbo a Mali con su rehén español. Cruzaron la frontera maliense a la altura del pueblo de Tinzaouatène y se dirigieron por pista hacia la región septentrional de Menaka, un feudo de los yihadistas del Estado Islámico del Gran Sahel.
No está claro si los que capturaron a los turistas eran miembros de una organización criminal que después ha intentado “venderle” a los yihadistas o si fueron directamente terroristas los que le apresaron. Que su destino fuese Menaka hace sospechar que acabará, si ni lo está ya, en poder del Estado Islámico y no de la rama local de Al Qaeda que también opera en otras zonas del norte de Mali. Cuando esté en un lugar que los yihadistas consideren seguro, reivindicarán probablemente el secuestro.
Tres días antes de que el sexagenario español fuese secuestrado también lo fue una septuagenaria austriaca, Eva Gretzmacher, en Agadez, en el norte de Níger, donde vivía desde hace 28 años dedicada a labores humanitarias, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Austria. Las sospechas apuntan a que también estaría en manos del Estado Islámico.
La semana próxima la Policía Nacional y la Guardia Civil llevarán la “retención” del turista español a la Audiencia Nacional. Aunque la investigación corre a cargo del CNI, esa iniciativa podría servir para poder hacer algún requerimiento formal en materia de investigación criminal a las autoridades de los países de la zona.
Si la diplomacia española tardó 48 horas en confirmar la “retención” del ciudadano español, las autoridades de Argelia no han dado información alguna sobre la operación terrorista que la prensa del país ignora. Una turista suiza fue degollada en octubre en un café de Djanet y Argel también guardó silencio.
En Argelia no se producían secuestros o ataques contra extranjeros desde el asesinato en 2014 de un excursionista francés en las montañas de Djurdjura, en la región de Cabilia. Los golpes terroristas de octubre y de ahora demuestran que la seguridad no está del todo garantizada en el sur del país, donde las autoridades intentaban reactivar el turismo.
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Los secuestros del español y de la austriaca son también un revés para las juntas militar que gobiernan Níger y, sobre todo, Malí, y que se han apoyado, para la lucha antiterrorista en los mercenarios rusos de Wagner (ahora rebautizados con el nombre de Africa Corps).
Ambas juntas castrenses ahondaron su relación con Wagner a medida que iban expulsando al Ejército francés y, en el caso de Níger, a los estadounidenses. Desde su base de drones en Agadez (Níger) estos brindaban un apoyo crucial a los soldados franceses movilizados en el marco de la operación antiterrorista Barkahane. A diferencia de los rusos, los occidentales no cometían exacciones contra la población civil y eran más eficaces en la lucha contra los yihadistas.
El último secuestro de españoles en la zona tuvo lugar, en octubre de 2011, en los campamentos de refugiados saharauis, en el sur de Argelia, donde fueron apresados dos cooperantes. Dos años antes fueron también capturados en Mauritania tres integrantes de la ONG catalana Barcelona Acció Solidaria. Todos ellos fueron trasladados a Mali, donde fueron puestos en libertad, tras el pago de un cuantioso rescate, tras muchos meses de cautiverio.
Otra vez averiguar con certeza en manos de qué grupo terrorista está el rehén, buscar un intermediario fiable, obtener a través de él pruebas de vida y empezar a negociar el rescate de millones de euros a cambio de su libertad. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ya desarrolló esta tarea en el Sahel entre 2009 y 2012, para liberar a cinco rehenes españoles y, de paso, a una italiana. Ahora volverá a hacerlo durante meses utilizando como base la Embajada de España en Mali.