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El precio de tu café diario no para de subir y lo peor aún está por llegar
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¿Será un lujo invitar a un café?

El precio de tu café diario no para de subir y lo peor aún está por llegar

Nunca la materia prima que se usa para crear esta famosa bebida fue tan cara. Inmersa en una tormenta perfecta, la situación ya ahoga a las marcas locales y las empuja a buscar alternativas o tocar su coste final

Foto: Sacos con granos de café en verde en el almacén de la fábrica de La Mexicana, en Madrid. (S. B.)
Sacos con granos de café en verde en el almacén de la fábrica de La Mexicana, en Madrid. (S. B.)
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En La Mexicana llevan más de 130 años tostando café y no recuerdan un momento en el que el precio de su materia prima estuviera tan caro. A principios de diciembre, el café arábica rompió su techo histórico, alcanzando los 3,44 dólares la libra (7,58 euros el kilo) y lo mismo ocurrió con el robusta, que llegó a superar los 4 euros el kilo en septiembre. Son cifras nunca vistas, aunque lo que más preocupa en este veterano tostador madrileño no es tanto el precio en sí, sino la escasez de grano. "Lo que más nos está afectando son los continuos problemas de suministro. Embarques que triplican sus tiempos de tránsito o cosechas que viajan tarde, por citar algunos", cuenta Iria Rodríguez Cimarra, su directora general, mientras enseñan a El Confidencial su ahora algo menguado almacén.

Esta fábrica cafetera es la última que queda dentro de la M-40 y allí producen todo lo que venden online y en las 16 tiendas que la marca tiene repartidas por España, entre ellas la que tiene el récord Guinness a la tienda que más café vende del mundo. Pero ni ese distintivo da para sortear la crisis. Es más, su experiencia muestra la situación límite que vive una de las bebidas más consumidas del planeta. Las malas cosechas, la concentración de la producción y la situación geopolítica han ido calentando el mercado global hasta tal punto que el temido ajuste de precios para el cliente final, cuentan los tostadores, se ha vuelto casi obligatorio.

Muchos, como el caso de La Mexicana, llevan tiempo resistiéndose a dar el paso, pero el cuello de botella ya llega incluso al café diario. "En nuestro caso hemos contenido la subida hasta que ha sido insostenible. Desde que empezó esta última escalada a finales del primer trimestre del 2024 hemos aguantado hasta el 1 de enero de 2025", detalla Rodríguez. Para paliar el golpe, aseguran, están manteniendo el precio en algunos de sus productos clásicos con la idea de que los clientes que sufran más por estas subidas sigan teniendo acceso a sus elaboraciones.

Estos ajustes son algo que los fabricantes locales comparten con todos los gigantes de este mundo. Grandes marcas como Nestlé han anunciado incrementos de precios y la reducción del tamaño de los paquetes para compensar los costos más altos. Según los expertos, los cafés más baratos, que dependen en mayor medida del costo de las materias primas, están destinados a experimentar las subidas más pronunciadas, mientras que las cafeterías de especialidad, donde el costo del grano es una fracción del precio del producto final, tienen una mayor capacidad de amortiguar parcialmente el impacto. Aunque igualmente tendrán que hacer números para que la crisis no les lleve por delante.

Puntos como tener tu propio almacén, ser capaz de dar con productores que ofrezcan acuerdos estables o tener garantizado cierto volumen, se han convertido en pequeños ases en la manga que pueden permitirte jugar algo más y capear el temporal. Pues, como señalan expertos como Carlos Mera, jefe de mercados de productos agrícolas de la financiera neerlandesa Rabobank, el aumento en el costo del café ya ha comenzado a llegar a los consumidores, pero las peores subidas están aún en el horizonte. "Se tarda entre seis y nueve meses en trasladar los aumentos del precio del grano al consumidor final", apunta Mera en entrevista con este periódico. "Lo que estamos viendo ahora refleja incrementos anteriores, no el último rally de precios. Lo peor aún está por llegar", sentencia.

Para calmar las aguas, desde el sector evitan hablar de grandes subidas. "Los incrementos de precio del café verde repercuten en los precios a clientes, pero no se trasladan al 100%, solo una pequeña parte. Las subidas en los mercados son del 70-80%, pero no se trasladan directamente a los clientes. Las empresas tostadoras trabajamos con previsión para seguir operando con normalidad y trasladar lo menos posible el aumento de precios de los mercados a cliente o consumidor final", cuenta Andrés Alonso, director de compras de Cafés Candelas, uno de los mayores productores de café para el sector hostelero con sede en España.

Los factores

El cóctel explosivo detrás del alza histórica en los precios del café es una mezcla de fenómenos pasajeros, como sequías severas o crisis geopolíticas, y desafíos estructurales más profundos, como los efectos persistentes del cambio climático o el crecimiento sostenido de la demanda global.

En Brasil, el mayor productor de café del mundo, las altas temperaturas y la sequía han golpeado duramente a los cafetales. Durante el verano de 2024, el país experimentó uno de los climas más cálidos y secos jamás registrados a nivel nacional, lo que resultó en una floración irregular de los árboles de café. La sequía veraniega vino de la mano de un octubre lleno de lluvias. Las precipitaciones, en lugar de ayudar, llevaron a los cafetos a concentrar sus recursos en la producción de hojas en lugar de los frutos, reduciendo el rendimiento de los cultivos.

placeholder Un trabajador de La Mexicana mueve un carro con granos de café recién tostados. (S. B.)
Un trabajador de La Mexicana mueve un carro con granos de café recién tostados. (S. B.)

Pero, como señala Mera, este tipo de problemas han dejado de ser una excepción para convertirse en la norma. "En Brasil, esta será la quinta cosecha consecutiva de arábica que queda por debajo de los objetivos debido a las condiciones climáticas adversas”, explica el experto en entrevista con El Confidencial. Vietnam, el segundo mayor productor del mundo, también encadena tres años consecutivos de cosechas decepcionantes.

Tampoco ayuda el hecho de que la producción de café esté altamente concentrada. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, tan solo la suma de Brasil y Vietnam, representa un 55% de la oferta. "El café, al igual que el cacao, se cultiva en una banda tropical relativamente estrecha. Esta concentración geográfica lo hace especialmente vulnerable a las condiciones climáticas adversas en las principales regiones productoras", agrega el analista.

placeholder Sacos de café verde de La Mexicana y un café con leche recién hecho en una cafetería de la misma ciudad. (S. B.)
Sacos de café verde de La Mexicana y un café con leche recién hecho en una cafetería de la misma ciudad. (S. B.)

La convulsión geopolítica que ha definido el panorama internacional de los últimos años también ha jugado un papel en el aumento de los precios. Una de las mayores disrupciones ha sido causada por los ataques de los rebeldes hutíes en el mar Rojo, una ruta comercial clave para las exportaciones de café desde Asia hacia Europa, en el contexto de la guerra en Gaza. El riesgo asociado con esta ruta ha obligado a gran parte de los transportistas a navegar alrededor del Cabo de Buena Esperanza, incrementando significativamente los tiempos y costos de transporte. Esto, a su vez, ha llevado a los importadores a mantener mayores inventarios como medida preventiva, estrangulando la oferta.

Paralelamente, una nueva normativa de la Unión Europea ha agregado otra capa de incertidumbre al comercio global del café. El Reglamento de la UE sobre Deforestación prohíbe la venta de productos agrícolas, incluido el café, si no se puede demostrar que no están vinculados a la deforestación desde 2020. La medida impone estándares de trazabilidad estrictos que amenazan con incrementar significativamente los costos operativos, especialmente para los pequeños productores. Su implementación comienza el 30 de diciembre de 2025 para las grandes empresas y el 30 de junio de 2026 para las pequeñas, lo que ha desatado un frenesí de compras anticipadas por parte de los tostadores europeos.

placeholder Granos de café tras ser tostados. (S. B.)
Granos de café tras ser tostados. (S. B.)

Y mientras la oferta lucha por recuperarse y los grandes compradores batallan por adquirir tantos granos como puedan almacenar, la demanda global de café continúa aumentando. China, tradicionalmente una nación consumidora de té, está experimentado un auge explosivo en el consumo de café, con un incremento del 60% tan solo en los últimos cinco años. "China se está despertando al café, y lo está haciendo rápidamente. Hay una cantidad significativa de nuevas cadenas y mucha innovación en las existentes. Incluso cadenas como Starbucks están explorando conceptos como barras de cócteles de café. Se está transformando en una parte integral de la cultura urbana en China", afirma Mera.

¿Seguiré pudiendo invitar al café?

Con algo tan delicado como el café, convertido desde hace siglos en mucho más que una bebida, hablar en estos términos e incluso dejar caer que pueda volverse un producto de lujo, es un asunto casi tabú del que huyen todos sus actores. Todos reman sin parar para conseguir que el cliente final no tenga esa sensación y que invitar a un café mañanero siga siendo algo habitual.

placeholder Una barista prepara un café con leche en una cafetería de Madrid. (S. B.)
Una barista prepara un café con leche en una cafetería de Madrid. (S. B.)

"A pesar de este cúmulo de circunstancias o tormenta perfecta, el café seguirá siendo un producto al alcance de los consumidores. Es cierto que ha experimentado un aumento de precio en los últimos meses, pero nunca será tan grande como para que el café se convierta en un artículo exclusivo o de lujo", asegura Alonso.

Su explicación cuadra con la de Rodríguez, que cuenta que seguirán centrados en contener precios con la idea de que todo el mundo pueda tener acceso al producto. "En grandes ciudades ya se ve que te pueden cobrar cafés a 2 euros. En nuestros locales de Madrid, sin embargo, no pasa hoy de 1,50 o 1,70 el café con leche", detalla.

En La Mexicana llevan más de 130 años tostando café y no recuerdan un momento en el que el precio de su materia prima estuviera tan caro. A principios de diciembre, el café arábica rompió su techo histórico, alcanzando los 3,44 dólares la libra (7,58 euros el kilo) y lo mismo ocurrió con el robusta, que llegó a superar los 4 euros el kilo en septiembre. Son cifras nunca vistas, aunque lo que más preocupa en este veterano tostador madrileño no es tanto el precio en sí, sino la escasez de grano. "Lo que más nos está afectando son los continuos problemas de suministro. Embarques que triplican sus tiempos de tránsito o cosechas que viajan tarde, por citar algunos", cuenta Iria Rodríguez Cimarra, su directora general, mientras enseñan a El Confidencial su ahora algo menguado almacén.

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