Hablamos con el hombre más buscado de Groenlandia: el 'contacto' de Trump es este albañil
Jørgen Boassen guio a Trump Jr. por el país a petición de los círculos republicanos de EEUU. Defiende que Dinamarca "no puede defender a Groenlandia" frente a Rusia y que su país "pertenece al continente americano"
"Dame una hora, que tengo que hablar con la radio pública danesa, luego te escribo". Jørgen Boassen es, ahora mismo, uno de los hombres más buscados de Groenlandia: lo entrevistan los medios, lo entrevista la tele, le piden columnas de opinión... Todo, porque es el 'contacto' de Trump en este territorio, de nuevo en disputa geopolítica entre EEUU y Dinamarca.
"Solo Estados Unidos puede salvarnos". Al otro lado del teléfono, Boassen habla convencido. Albañil de profesión, entusiasta de la política internacional y nacido en el sur de Groenlandia, a Boassen se le encomendó la misión de gestionar el viaje de Trump Jr., hijo del mandatario, a la isla, en medio de la polvareda que han levantado las declaraciones de su padre sobre la posibilidad 'comprar' el territorio a Dinamarca. El viaje de Trump Jr. ha sido descrito como "personal", pero desde luego no viene en el vacío.
El presidente del movimiento estudiantil republicano Turning Point USA, Charlike Kirk, llamó personalmente a Boassen. "Me preguntó si podía ayudar a Trump Jr. y a las personas que le acompañaban. Estar con ellos, guiarlos y conseguir reunir a los partidarios de Trump para conocerles. Estoy orgulloso de ello porque ya soy miembro de la familia Trump".
"Les recogí del aeropuerto y les llevé a las zonas más turísticas. Después fuimos al hotel, comimos y les presenté a muchas personas que querían conocer a Trump Jr.", afirma. "Nos invitó a su hotel y pudimos comer y tomar un café con él". Presume de que esta es la segunda vez que se ha reunido con el hijo de Trump. "Lo conocí la última vez que estuve en EEUU. Me invitaron desde el movimiento de base American Strike Force", afirma. En este segundo encuentro, Boassen confiesa que Trump Jr. repartió "muchas gorras rojas con el lema inscrito de Make América Great Again para repartirlas, pero no tardaron en agotarse. Nos prometió que nos enviaría más".
Boassen apenas puede disimular la emoción en su voz al recordar su papel como "guía" a lo largo del país. "He sido seguidor de Trump desde 2016, cuando se presentó por primera vez", afirma. "Estaba muy decepcionado con Obama. Esperaba que cambiaría las cosas, pero nunca lo hizo" y Trump, sin embargo,"quiere que haya paz en el mundo y finalizar las guerras". Fueron, de hecho, sus promesas electorales —asegurando que sería capaz de acabar con la guerra en Ucrania "en 24 horas" y que la guerra en Gaza "había durado ya demasiado"— las que habían conquistado, aún más, el firme apoyo de Boassen a la candidatura trumpista.
Pero si algo caracteriza a Trump en su impredecibilidad. Lejos de adoptar una política no belicista, el mismo día que este groenlandés recibió al mayor de los hijos de Trump en el aeropuerto, el republicano no descartó usar al Ejército —o la coacción económica— para controlar Groenlandia. Para el magnate, el país es crucial por una cuestión de "seguridad económica". Desde su mansión de Mar-a-Lago, Trump afirmó además que Estados Unidos necesitaba Groenlandia para "los intereses nacionales" —una idea que ya reiteró el pasado mes de diciembre— y aseguró que los propios groenlandeses "ni siquiera saben si Dinamarca tiene algún tipo de derecho legal sobre ellos".
Unas afirmaciones dudosas porque, aunque Groenlandia tenga un alto grado de autonomía —sobre todo en cuestiones internas—, Dinamarca sigue gestionando la defensa y la política exterior del país ártico. Las primeras reacciones por parte del reino danés no se hicieron esperar. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, recalcó que "Groenlandia no está en venta" y que "solo Groenlandia puede decidir y definir" su futuro.
Boassen, sin embargo, no entiende la polémica. Él insiste en que Trump es un pacificador. "Si te fijas, lo que Trump realmente quiere decir es que quiere poner más militares en Groenlandia para defender el país", asegura. "El Ejército debe tener la fuerza si algo sucede, pero no ir por el mundo y hacer nuevas guerras. Ahora estamos en un momento caótico en el mundo con muchas guerras por culpa de Biden y de la administración actual, pero Trump puede llevarse bien con Vladímir Putin, Xi Jinping y Kim Jong-un".
"Solo EEUU puede defendernos"
La isla de Groenlandia, con aproximadamente 55.000 habitantes, se encuentra una ubicación clave. A medio camino entre los océanos Atlántico y Ártico, es una isla rica en recursos naturales como el gas, el petróleo y minerales del grupo de las tierras raras.
Estos últimos son cruciales para la fabricación de productos tecnológicos como los coches eléctricos, donde China está arrasando el mercado. Tal vez sea por esto, entre otras razones, que el interés de Trump por Groenlandia se remontara a su primer mandato. En aquel entonces, el magnate ya propuso comprar la isla ártica porque "estratégicamente es interesante". Donde el mundo ve hielo, Trump vio "esencialmente... un gran negocio estatal", según aseguró en una rueda de prensa.
"Dinamarca no puede defendernos. Solo Estados Unidos puede"
Boassen cree que al mundo le falta leer entre líneas. Su temor como groenlandés, asegura, no tiene que ver con los deseos expansionistas de Trump. Más bien ve más probable "un escenario peor": que Rusia intente invadir el este de Groenlandia. "En el último año, la política de Dinamarca contra Rusia ha sido y es muy peligrosa para Groenlandia", explica. "Dinamarca ha utilizado miles de millones de dólares para apoyar a Ucrania y no ha destinado dinero para la flota y la defensa de Groenlandia. Dinamarca no puede defendernos. Solo Estados Unidos puede".
A pesar de su férreo apoyo a la política de Trump, Boassen defiende, primero, la independencia de Groenlandia frente a Dinamarca. Una especie de "Groenlandia primero" que adapta del eslogan del Trump y su America First. "Creo que a muchos groenlandeses les encantaría que, primero, Groenlandia fuese un país independiente. Empezar como nación, como Estado, antes de que podamos formar parte de otro. No lo sabemos, pero muchos groenlandeses querrían escuchar las propuestas de Trump. Tenemos que intentar cooperar comercialmente y económicamente con ellos, pero no se nos puede comprar. Nadie es nuestro dueño".
El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, hizo referencia de nuevo a la independencia de la isla de Dinamarca durante su discurso de Año Nuevo. "La historia y las circunstancias actuales han demostrado que nuestra cooperación con el Reino de Dinamarca no ha logrado lograr una plena igualdad", señaló. "Debemos trabajar para eliminar los obstáculos a la cooperación, que podemos describir como los grilletes del colonialismo y avanzar".
"No sabemos lo que Rusia puede intentar averiguar, lo que pueden hacer... y eso es lo que me preocupa. La posibilidad de una agresión rusa es muy alta ahora mismo. La OTAN está intentando siempre expandirse hacia el este, y entiendo que Putin se defienda", asevera Boassen. "Putin defiende a Rusia y se defiende a él mismo. Creo que la OTAN y Dinamarca deberían tener más cuidado con la expansión hacia el este por las consecuencias que pueda tener".
Desconfiado de la política exterior danesa y temeroso de que el mundo pueda volverse más "caótico", Boassen no se fía de Europa como valedor de seguridad. Esa es una tarea que, en su opinión, solo puede llevar con éxito Estados Unidos. La distancia y los escasos recursos daneses en suelo groenlandés han abierto más la brecha con la propia Unión Europea. "Dinamarca no nos puede proteger. Estamos a cinco horas de ellos, casi a 3.000 kilómetros. Tenemos un barco danés aquí que es demasiado débil para protegernos, están navegando alrededor de la costa, pero no hay nada", afirma. "Nuestro continente está en suelo americano. No estamos en Europa. Nuestro país es parte de América".
"Dame una hora, que tengo que hablar con la radio pública danesa, luego te escribo". Jørgen Boassen es, ahora mismo, uno de los hombres más buscados de Groenlandia: lo entrevistan los medios, lo entrevista la tele, le piden columnas de opinión... Todo, porque es el 'contacto' de Trump en este territorio, de nuevo en disputa geopolítica entre EEUU y Dinamarca.